La Federación de Productores de Frutas de Rio Negro y Neuquén se declaró en estado de alerta y movilización por la crítica situación económica que está atravesando la producción primaria y ante lo que considera “ausencia de respuestas a los reclamos efectuados ante los gobiernos provincial y nacional”.

A través de un comunicado que firman su presidente, Sebastián Hernández, y su secretario Marcelo Coriolani, la entidad que agrupa a los fruticultores del Alto Valle informó que han solicitado reiteradamente audiencias con el gobernador Alberto Weretilneck y que no tuvieron respuestas.

Allí se indica además que aún se adeudan pagos atrasados a los productores que solicitaron su adhesión al Ente Compensador de Granizo.

Se trata de saldos referidos a la temporada 2015/2016 y a las cuotas vencidas del 2016/2017. También reclaman por los fondos pendientes de pago que corresponden a la operatoria para poda 2016 comprometido por el gobierno provincial.

Asimismo, la federación expresa que ha solicitado al gobierno de Río Negro la reimplantación de la exención del impuesto de Ingresos Brutos para la totalidad de los productores primarios, que rige del año 1993, modificando y retrotrayendo la ley que se implementó a partir del presente año.

El comunicado afirma que “hoy más que nunca los productores necesitamos que los Estados provinciales y nacional cumplan en tiempo y forma con los compromisos que asumieron con la producción frutícola”.

Durante los últimos días la entidad que nuclea a los fruticultores valletanos realizó extensas deliberaciones con los representantes de cada localidad, en un clima de profunda incertidumbre por el futuro de la actividad.

Algunos de sus dirigentes mencionaron la posibilidad de retomar medidas de acción directa como podrían ser los “tractorazos” que utilizaron en otras ocasiones como forma de protesta.

Las discusiones estuvieron influidas por las declaraciones que hizo días atrás el vicejefe de gabinete de la Nación, Gustavo Lopetegui, quien dijo que quienes cultivan manzanas y peras deberían “reconvertirse”, porque “se han quedado produciendo una fruta que no es la que pide el mercado”.