Llegó la primera nevada del año a Bariloche, un mes antes de que se inicie el invierno y si bien sorprendió y trajo aparejado algunos inconvenientes y complicaciones al no estar preparados para recibirla, también puede ser presagio de una buena temporada, por lo menos por la existencia del blanco elemento.

El solo hecho de poder apreciar la postal del Catedral nevado es una noticia positiva para la ciudad.

Lo que parece no ser tan positivo es el análisis que los barilochenses, sobre todo los relacionados con la actividad turística, hacen de la crisis política que está viviendo Brasil que puede tener su impacto local ya que Bariloche es el principal destino nacional de invierno para los visitantes del país vecino.

Hace un mes había una estimación aproximada de la llegada entre julio y agosto de unos 30 mil brasileños, tras la realización de una fuerte promoción en medios digitales y redes sociales, la firma de convenios con operadores del país vecino y la posibilidad de una mayor cantidad de frecuencias aéreas. Todo hacía augurar un muy buen invierno.

Pero por estos días, la crisis política que sacude a Brasil, ha generado intranquilidad y preocupación en la ciudad cordillerana.

“Sin dudas no es una noticia feliz. No es un contexto que nos favorezca, no se esperaba un desenlace así. Hace un mes y medio, cuando estuvimos con Braztoa (Asociación de agencias de turismo de Brasil), los operadores eran optimistas, esta crisis política es como un baldazo de agua fría”, graficó Diego Piquín, director del Ente de Promoción Turística de Bariloche (Emprotur).

Si bien por el momento no pueden medir el impacto que tendrá la crisis, temen por sus consecuencias, ya que el país atraviesa este momento de inestabilidad justo antes del inicio de la temporada, y en momentos donde se suelen comprar los viajes.

“Ya había bastantes reservas para julio, por el momento no hay un impacto negativo, no tenemos aún noticias de caídas de reservas o cancelaciones. Pero claramente la crisis no va a optimizar el resultado en la llegada de brasileños, sino lo contrario”, agregó.

El invierno pasado, Bariloche había recibido unos 25.000 brasileños. Este año se agregaron nuevas frecuencias de vuelos directos de las brasileñas Latam y Azul, Aerolíneas Argentinas dispuso algunas facilidades para le venta de los paquetes por parte de los operadores, lo que generaba expectativas muchos más favorables.

Igualmente aún se mantienen intactas las posibilidades del turismo interno, teniendo en cuenta la llegada anticipada de la nieve y la muy buena cantidad de visitas que se tuvo en verano y en las pascuas.

Entre junio y septiembre de 2016, la ciudad recibió 280.300 turistas, de los cuales el 83% fueron argentinos; y el resto de países limítrofes, sobre todo de Brasil.