Con un llamado a “reconstruir una educación pública que impulse el crecimiento de todos/as junto al crecimiento del país y de la igualdad entre ciudadanos/as”, y reivindicando su condición necesaria “para las personas individualmente y para el país como comunidad”, así como a “la ciencia y la tecnología para un país soberano” y un sistema educativo “de calidad para todos y todos”, fue lanzada la Mesa del Frente de Todos en la Universidad Nacional del Comahue (UNC).

El documento constitutivo, firmado por centenares de docentes, trabajadores auxiliares de la educación y estudiantes de las distintas facultades, afirma que “hoy las universidades nacionales, y entre ellas la del Comahue, encaran sus tareas de docencia e investigación en un contexto político y económico totalmente desfavorable”.

Describen que “el endeudamiento externo, la fuga de capitales, la inflación, los cierres de pymes, las altas tasas de interés, la baja de salarios y de jubilación, el creciente desempleo, han sido los ‘logros’ de un equipo de gobierno no solo ineficaz en su tarea sino también insensible hacia las necesidades de los/as ciudadanos/as”.

Señala que por ello, en las próximas elecciones, “enfrentamos un momento clave para todos/as y para el país. Conscientes de esto, partimos de una premisa ética y política: debemos reconstruir una educación pública que impulse el crecimiento de todos/as junto al crecimiento del país y de la igualdad entre ciudadanos/as”, expresan los firmantes del pronunciamiento.

“Porque no hay crecimiento sin igualdad y no hay igualdad sin educación pública de calidad”, según sostienen, afirman después que esa reconstrucción “exige, en primer lugar, revertir el deterioro presupuestario de la inversión educativa, que registra, entre 2016 y 2019, una disminución más del 30% de la participación en el presupuesto nacional”.

Añaden que a ello se suman “niveles escandalosos de sub-ejecución de proyectos, especialmente en el desarrollo de infraestructura educativa”, y reclaman que “debe volver a crecer el presupuesto destinado a universidades y a ciencia y tecnología, cuya disminución viene afectando seriamente el sostenimiento y el desarrollo de las actividades de docencia, investigación y extensión”.

El documento manifiesta que se está produciendo “un retroceso inaceptable del principio de la educación superior como un derecho social, un bien público y una responsabilidad del Estado”. Puntualiza que ello se traduce “en el desfinanciamiento de la actividad universitaria, en el deterioro salarial de sus trabajadores/as docentes y nodocentes, de las becas y servicios estudiantiles, en la inexistencia de políticas de expansión”.

Agrega que “también se revela ese retroceso en la paralización del desarrollo de la infraestructura y en los intentos permanentes de avanzar sobre la autonomía universitaria y desprestigiar la producción científica y académica de las instituciones públicas”.

En relación con la ciencia y la tecnología, la declaración denuncia que el gobierno “ha incumplido leyes y reglas, han producido ahogo presupuestario y han dado lugar una vez más en la historia argentina a la fuga de cerebros, especialmente de los/as jóvenes investigadores e investigadoras más calificados/as”.

Afirma que “con esas políticas han pretendido degradar las instituciones de la ciencia argentina, que se han sostenido durante estos últimos cuatro años exclusivamente por la dedicación y el esfuerzo de quienes trabajan y estudian en ellas”.

“Ejes de trabajo”

El documento indica que, “en este marco, el Frente de Todxs asume ejes de trabajo” que empiezan por “recuperar la inversión y las políticas de expansión del sistema universitario para ampliar el derecho de todos/as a continuar estudios superiores, a mejorar sus trayectorias y sus condiciones de graduación y de trabajo futuro”.

Otro de los ejes señalados es “lograr una mayor articulación de las políticas universitarias con los sectores de la política pública, la producción y el trabajo, para construir conocimiento y para proyectar la investigación y la docencia en base a requerimientos científico-tecnológicos y de formación profesional en el mediano y largo plazo”.

Asimismo, postulan “fortalecer los órganos de coordinación de políticas universitarias como el Consejo de Universidades, para trabajar por el desarrollo del país como comunidad, sin resignar la autonomía de la actividad universitaria”.

También proponen “devolver al área de ciencia y tecnología la jerarquía institucional dentro de la estructura del Poder Ejecutivo que ha perdido en estos últimos cuatro años”, y por otra parte “recomponer el presupuesto de las universidades e instituciones de ciencia y técnica, para garantizar el funcionamiento de los institutos y el desarrollo de proyectos”.

Luego define como eje “recuperar la planificación como eje principal para construir iniciativas”, y enumera propuestas específicas referidas, entre otros, a “las oportunidades para que los investigadores/as desarrollen sus carreras”; el “fomento de las vocaciones científicas”; la “reconfiguración del sistema de promoción de proyectos de investigación, desarrollo tecnológico e innovación”; y la “normalización institucional” de los órganos colegiados del sector.

Ese punto, referido a planificación, señala particularmente la necesidad de “impulsar nueva etapa en la producción pública de medicamentos, así como en proyectos de energía nuclear y de servicios satelitales, para recuperar la soberanía del país en esos ámbitos y avanzar hacia la producción de tecnología de avanzada”.

Finalmente, propone “estructurar una agenda de Ciencia y Tecnología a partir de temáticas vinculadas a colectivos y movimientos sociales”, lo cual significa “una universidad con perspectiva de género, intercultural, preocupada por el cuidado del hábitat, el ambiente y por los recursos comunes; atenta a la federalización del poder, del conocimiento y de las oportunidades de crecimiento; que trabaje en garantizar derechos humanos; que propicie la investigación que desarrolla conocimiento sobre los derroteros sociales y culturales comunes”.

“Este es un compromiso de trabajo basado en firmes convicciones”, dicen los firmantes, y puntualizan tres enunciados. El primero sostiene que “la educación garantiza un futuro posible y también el futuro deseable. Sin educación, no hay futuro ni para las personas individualmente, ni para el país como comunidad”.

En segundo lugar, definen que “ciencia y tecnología en un país soberano significa proyectar salud, crecimiento y bienestar para todas las personas que vivan en él”. Por último, aseguran que “una educación de calidad para todos y todas nos permitirá construir una Argentina justa e igualitaria”, según el documento constitutivo de la Mesa del Frente de Todos en la Universidad Nacional del Comahue.