Una montaña de cajas blancas que representaban al patriarcado atravesaba a lo ancho la avenida Argentina. De pronto, un malón de mujeres con peluca fucsia y bengalas verdes, comenzó a correr en dirección a la montaña hasta hacer que las cajas volaran por el aire. Con esta intervención artística del Colectivo feminista La Revuelta, miles de mujeres neuquinas dieron inicio a la cuarta marcha nacional organizada por el Movimiento Ni Una Menos. El mensaje que se buscó transmitir fue el de detonar al actual sistema patriarcal que mata a una mujer cada 33 horas, producto de la violencia machista.

La marcha se realizó en forma simultánea en cientos de ciudades del país. En la capital de Neuquén, pasadas las 17.30, miles de mujeres se encolumnaron detrás de una bandera con la leyenda "Se va a caer. Los feminismos lo estamos tirando", y comenzaron a marchar en dirección al Bajo. La movilización avanzó entre el sonido de los bombos y canciones como "Olé olé, olé olá/ aborto libre, y legal ya/ el feminismo al patriarcado va a tirar".

Algunos de los temas de reciente inclusión en la agenda sobrevolaron la movilización. Uno de ellos fue la primera reunión intersindical en la que mujeres que integran organizaciones gremiales de Neuquén comenzaron a discutir el lugar que tienen dentro de sus organizaciones, donde los cargos directivos suelen estar ocupados por varones.

Además, saludaron el fallo que condenó en Cipolletti al ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra, por incumplir sus deberes de funcionario público al no practicarle un aborto a una joven víctima de una violación en el hospital público de esa ciudad. También se leían pancartas con las consignas "Infancias libres de violencia", "Mi cuerpo mi decisión", "Por Educación sexual Integral en las escuelas", "Niñas, no madres".

La referente del Colectivo La Revuelta, Ruth Zurbriggen, dijo a que "los lugares domésticos, los llamados lugares privados son los lugares de mayor peligrosidad para las mujeres porque es allí donde las violencias se perpetran cotidianamente". Agregó que la actividad fue también en reclamo de "las desigualdades laborales, los travesticidios de todos los días, las muertas por abortos clandestinos inseguros", y aseguró que "nuestra aspiración no es solo que se cumplan las leyes, sino que ocurran cambios culturales profundos, donde los varones entiendan que esta masculinidad debería darles vergüenza como clase".

Julieta Katcoff, referente de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, y de la secretaría de Mujeres del Hospital Castro Rendón, indicó a que a cuatro años del primer Ni Una Menos "las mujeres seguimos planteando nuestras demandas en las calles, que tienen que ver con la violencia pero que también con hacerle frente a una crisis y a un ajuste en curso que nos golpea primeramente a las mujeres, porque somos en muchas ocasiones quienes sostenemos a nuestras familias, quienes tienen los trabajos más precarizados y las que vemos cómo se encarecen nuestras vidas".  Agregó que, además, "después de esa gran marea verde que surgió en 2018, en nuestras demandas está la pelea por el aborto legal, seguro y gratuito, que no estamos dispuestas a bajar".

Liliana Pérez, que marchó junto a la bandera del Comité por la Liberación de Milagros Sala en Neuquén, dijo a que marchaba "por la libertad de todas las presas y presos políticos de este régimen macrista". Amplió que "es imposible no estar presentes hoy acá” si se tiene en cuenta “la violencia que sufren las compañeras que están presas en Jujuy especialmente, mujeres que están presas solo por la voluntad de tres hombres: (el poderoso empresario Carlos) Blaquier, (el gobernador, Gerardo) Morales y (el presidente Mauricio) Macri, y que constantemente sufren torturas físicas y emocionales en la cárcel de Alto Comedero".

"Milagro logró sentar a Blaquier en el banquillo de los acusados por delitos de lesa humanidad y eso es imperdonable, por eso está presa", aseguró.

Entre las agrupaciones gremiales y sindicales que participaron de la movilización, se encontraban la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN), la Federación Universitaria del Comahue, las agrupaciones feministas Pan y Rosas, Mumalá, Libertas, el Comité por la liberación de Milagro Sala en Neuquén. También dijeron presente los movimientos sociales CCC (Corriente Clasista y Combativa), la CTEP (Confederación de Trabajadores por la Economía Popular), Barrios de Pie, el Movimiento Evita y el MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados).

Si bien la columna estuvo encabezada por mujeres y jóvenes, algunos varones dijeron presente. Lejos de los cantos, un hombre de gorra celeste y campera deportiva llevaba un cartel escrito a mano donde pedía "Justicia por Edit Marín", su madre, una mujer de 59 años que en 2016 fue víctima de un femicido perpetrado por su marido, en el barrio Villa Ceferino de la capital neuquina. "Le dieron prisión domiciliaria y ya está libre", lamentó el mayor de sus once hijos, quienes pasaron a engrosar el listado de víctimas secundarias del femicidio.

La convocatoria

Las movilizaciones a cuatro años de la primera marcha con la consigna ¡Ni Una Menos! tuvieron lugar en todo el país. En un fragmento de la convocatoria del Colectivo Ni Una Menos, se indicó que "hoy, 3 de junio de 2019, estamos acá una vez más para tomar las calles y manifestarnos, para decir basta de violencia económica, sexista, racista y clasista contra las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, no binaries, gordes e intersex; de la clase trabajadora: ocupades, desocupades, precarizades, piqueteres y de la economía popular, visibilizando especialmente a las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas y negras en pos de empezar a saldar la deuda histórica para con ellas y todas las identidades vulneradas por el capitalismo patriarcal y el modelo económico de Mauricio Macri y la alianza Cambiemos".

Neuquinas contra la violencia machista