La Madres de Plaza de Mayo filial Neuquén y Alto Valle, Lolín Rigoni e Inés de Ragni, junto a Oscar Ragni, denunciaron un "intento de amedrentamiento" ocurrido el martes a la noche en el local que poseen en la capital neuquina, y lo relacionan al inicio de una nueva etapa del juicio conocido como "La Escuelita". El tramo VI de este juicio, en el que se juzgan crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar principalmente en la región Andina, tiene fecha para el próximo 10 de junio.

El hecho ocurrió el martes, pasadas las 20 horas, en el local de las Madres ubicado en la calle Mascardi, adelante de la casa que habita Inés junto a su marido, Oscar Ragni. Según contó Inés, cuando estaban merendando, escucharon una explosión  muy fuerte. Cuando fueron a ver qué había sucedido, encontraron el vidrio inferior que da a la calle estallado y una pinza que fue utilizada por el agresor para romper el vidrio.

Ayer, las Madres, acompañadas por la abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh) y querellante en el juicio, Natalia Hormazabal, concurrieron a la Ciudad Judicial y realizaron una exposición oral ante la fiscal Soledad Núñez. Aportaron fotografías del local luego de la exposición y la declaración del policía que primero acudió al lugar. La fiscal se comprometió a analizar las imágenes de las cámaras de seguridad de los locales de la zona para averiguar quién fue el agresor.

Para las Madres, el hecho "es una amenaza grande" y está relacionada al inicio del juico. "No nos van a hacer callar, nosotras vamos a estar en el juicio y en todos los lugares que corresponde", aseguró Inés a .

"Los amigos que quedan del año 76 sueltos por ahí han llegado a la casa de las Madres por segunda vez haciendo daño. Pero están muy equivocados. A las Madres no nos van a callar con cuatro balas que nos tiraron hace un par de años y ni por rompernos un vidrio y dejarnos ahí la herramienta que usaron para romperlo".

Hace dos años, en la puerta del salón contiguo a la casa, tiraron cuatro tiros. El hecho no fue esclarecido y la puerta aún hoy conserva los impactos de bala. "Eso queda para la historia", señaló Inés. Y agregó: “acá no fueron a robar nada porque saben que la casa de las Madres lo que van a robar es historia, ese es el valor más grande".

"Esos son todos los buchones que tiene todavía sueltos el gobierno. No les tenemos miedo a ninguno de esos atorrantes que siguen cobrando un sueldo para llevar alcahuetería a sus superiores", advirtieron.

Para Lolín Rigoni, este nuevo ataque "es mucho más que haber roto un vidrio. Es darnos a entender que 'basta', que molestamos. Son cobardes. ¿Por qué no dan la cara? Estoy segura que la persona que rompió el vidrio fue mandada por alguien que no tiene el coraje de venir a decirnos qué es lo que molesta".

Rigoni ratificó que van a estar presentes en el juicio que comienza el próximo 10 de junio. "Vamos sobre todo por los testigos, porque hay que apoyarlos. Es inimaginable que alguien después de tantos años vuelva a relatar todo lo que le pasó. Y si uno lo sufre, ni siquiera puede darse cuenta de lo que habrá sido para esa persona. Entonces por eso vamos, los asistimos y los acompañamos, y repudiamos a los otros, que es lo que corresponde", indicó.