Al cumplirse 12 años del asesinato del docente neuquino Carlos Fuentealba, ayer profesores y maestros; integrantes de organizaciones sociales, políticas y de mujeres; sindicatos y organismos de derechos humanos, recordaron con distintas actividades al trabajador de la educación para exigir "justicia completa", de modo que no quede impune el crimen perpetrado el 4 de abril de 2007 en la ruta 22, a la altura de Arroyito.

En el décimo-segundo aniversario del homicidio que costó la vida del docente nacido en Junín, dos significativos acontecimientos ocurridos en marzo pasado resultaron alicientes a la habitual conmemoración. Uno fue la candidatura a gobernador de la provincia de quien ordenó la represión que terminó con la vida de Fuentealba, Jorge Omar Sobisch, quien en aquel momento ocupaba justamente el cargo para el cual volvió a postularse este año.

El otro, la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de revocar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén (TSJ) en la causa Fuentealba II, que sobreseyó por vencimiento de plazos procesales a los 15 imputados. El máximo órgano judicial del país ordenó a la justicia provincial que dicte una nueva sentencia, por entender que los plazos no prescriben debido a que se trató de una grave violación a los derechos humanos.

Ayer, en un multitudinario acto realizado frente al TSJ, el titular de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN), Marcelo Guagliardo, dijo que "este es un 4 de abril distinto" porque "por un lado el ex gobernador de la provincia, Jorge Omar Sobisch, tuvo la oportunidad de ser nuevamente candidato a gobernador, y por otro lado un fallo de la Corte, donde parecía que estaba todo terminado, vuelve a poner una luz de esperanza en esta búsqueda irrenunciable de justicia completa".

El dirigente dijo que lo ocurrido "no es una cosa del pasado" porque "Sobisch es un socio de los más ligados a Macri. No nos olvidemos que Eugenio Burzaco, quien actualmente es secretario de seguridad de la Nación y segundo en la línea de sucesión de Patricia Bullrich, fue el autor del plan de seguridad integral de la provincia que tenía como objetivo criminalizar la protesta social y armar a la Policía provincial para que reprima cualquier expresión de descontento con las políticas que se aplicaban. Eso, con la realidad de hoy, no tiene ninguna distinción", afirmó Guagliardo.

Sandra Rodríguez

En sintonía, la pareja de Fuentealba, Sandra Rodríguez, expresó que "así como se animó Jorge Sobisch a ser candidato nuevamente y un 10% de la población lo votó, porque quiere seguir un programa de mano dura, una política de represión a los trabajadores, una política de violación a los derechos humanos, también le digo a Sobisch que la joda se va a acabar (parafraseando la frase de campaña del ex gobernador), pero la joda se va a acabar cuando la justicia de Neuquén realmente investigue las responsabilidades políticas que tuvieron los 15 policías y Jorge Omar Sobisch", dijo la viuda del docente asesinado.

Respecto de la lucha por la justicia, Guagliardo cuestionó el accionar de jueces y fiscales de Neuquén porque "han sido los socios perfectos para la impunidad que le permitió a Sobisch ser candidato a gobernador".

Luego, el titular de ATEN se dirigió a "a los jueces del Tribunal que tienen hoy la oportunidad histórica de reparar el triste, lamentable, repudiable desempeño que han tenido hasta ahora", y les pidió "dar señales claras" porque "no es lo mismo cuidar a los manifestantes que no cuidarlos, no es gratuito ordenar una represión criminal como la que ordenó Sobisch hace 12 años, y no tiene ninguna justificación jurídica utilizar la fuerza letal del Estado para reprimir a los trabajadores que salimos a disputar una porción de la distribución de la riqueza cada vez más injusta".

En tanto, Rodríguez precisó que "este 4 de abril logramos que en este país la Corte Suprema de la Nación, con un voto unánime de cinco vocales, que ustedes saben lo que piensan, tengan que reconocer y decir que el crimen de Carlos fue una grave violación a los derechos humanos en democracia".

Para finalizar, Sandra contó que "hoy logramos algo muy importante con mi familia, y es que las cenizas de Carlos hoy están en el Huechulafquen". Y agregó: "Allá está Carlos, mezclado con el aire y con el viento de esta Patagonia. Ahí surge de vuelta la rebeldía de esta Patagonia. Por eso no nos resignamos a lo injusto, a la vergüenza de esta justicia que nos negó siempre el derecho a saber la verdad de ese día".

Tradicional bicicleteada

La jornada comenzó con la tradicional "bicicleteada para no olvidar" que partió a las 8.30 desde el monolito que se encuentra a la vera de la ruta 22, en Arroyito, donde Fuentealba recibió un disparo del cabo de la Policía neuquina José Darío Poblete, cuando participaba de una manifestación.

Unos 400 ciclistas, entre los que se encontraba el hermano de Carlos, Ricardo Fuentelaba, recorrieron 50 kilómetros, en medio del frío y el viento matinal, rumbo a la capital neuquina. Allí, se sumaron a la movilización que partió 11.30 desde el monumento al General San Martín rumbo a la Casa de Gobierno, para concluir con un acto frente al Tribunal Superior de Justicia.

La movilización estuvo encabezada por Sandra Rodríguez, junto con representantes de los gremios ATEN y Adunc (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Comahue). También hubo contingentes de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter), Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) y Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), así como dirigentes de otras provincias, entre ellos del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) y la Asociación de Judiciales Bonaerenses (AJB).

Todos se encolumnaron detrás de una bandera blanca con letras rojas que decía "Carlos Fuentealba presente". Tras ellos, unas 10.000 personas que marcharon con pancartas y guardapolvos pidiendo justicia para el docente asesinado.

La actividad coincidió con una jornada nacional de lucha y protesta de organizaciones sociales como la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), la organización Barrios de Pie y la CTEP, que se sumaron al reclamo y luego volvieron hacia la Casa de Gobierno para demandar que sea declarada la “emergencia alimentaria”.