Trabajadores de los Institutos de Investigación y Desarrollo Tecnológico Para la Agricultura Familiar (IPAF), que dependen del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se encuentran en estado de alerta ante la posibilidad del cierre de tres institutos en el país, entre ellos el correspondiente a la zona patagónica, que tiene su sede en Plottier.

La noticia comenzó a circular el lunes, cuando el titular del IPAF de la Región Patagonia, Marcelo Pérez Centeno, fue informado en forma no oficialacerca de que esta semana, en la reunión del consejo directivo del INTA -que comenzó ayer y culminará el viernes-, se trataría la reducción presupuestaria de un 25% del organismo.

Esta medida implica el cierre de tres centros de investigación: el de Patagonia, el de Noroeste y el de Cuyo; de otras 25 agencias de extensión rural; y de dos institutos que dependen de un centro de investigación de Buenos Aires, destinado a políticas públicas, economía y ciencias sociales.

Perez Centeno dijo a que “esa primera información la recibimos en forma extraoficial a través de nuestra directora del Centro de Investigación Para la Agricultura Familiar (Cipaf), y después tuvimos la confirmación a través de comunicados de dos gremios, de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Apinta). Ambos referían a reuniones que habían tenido con los directivos".

Agregó que “desde el punto de vista de la intención de la institución de reducción de gastos, no está previsto el despido de personal, por lo queestamos hablando del cierre de unidades y la reubicación del personal en otras unidades (N. de la R: se cree que las 16 personas que trabajan en Plottier podrían ser trasladadas 60 kilómetros, hacia la unidad en General Roca). Al mismo tiempo los edificios no van a estar desafectados, por lo tanto desde el punto de vista de la reducción económica es insignificante, pero sí tiene un efecto mayor que es la desarticulación de los equipos de investigación", indicó el directivo del INTA.

Esta información fue confirmada a por el secretario general de Apinta-Alto Valle, Jorge Muñiz, quien aseguró que "la posibilidad del cierre de estos tres institutos y de 25 agencias que están dentro de las estaciones experimentales del INTA, están dentro de un paquete de reestructuración del organismo".

Muñiz precisó que "el viernes pasado empezó a circular un rumor de que probablemente el consejo directivo nacional, donde están las representaciones de la Federación Agraria, Coninagro, la Sociedad Rural Argentina, universidades, entre otros, estarían tratando este tema. Hoy está reunido ese consejo, donde también está el presidente del Cipaf, y mañana (por hoy) se trataría esta reducción".

El presidente del Cipaf es el productor de La Rioja, José Romero, y es quien lleva los avales emitidos por las distintas organizaciones del sector agropecuario argumentando en favor de la continuidad de los institutos.

Pérez Centeno,el titular del Instituto en la Región Patagonia, indicó que entre dichos argumentos "hablan de una reducción en estructura del 25% y no dicen cuál es la valoración económica de la reducción presupuestaria. Tenemos un edificio estrenado hace dos años, de 1.700 metros cuadrados, ubicado en la ciudad de Plottier. Si nos trasladan a nosotros ese edificio sigue existiendo y por lo tanto el costo de su mantenimiento no se reduce", agregó, para concluir que "esto se inscribe en procesos que ya se han iniciado, como el desmantelamiento de la Secretaría de Agricultura Familiar".

Desfinanciamiento del sistema de investigación

La realidad de los IPAF no dista de lo que ocurre en el gobierno de Mauricio Macri con el desfinanciamiento de las universidades públicas del país, así como del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet).

En palabras de Pérez Centeno, "desde hace dos años la institución está desfinanciada. El presupuesto hoy está circunscripto a los salarios que se abonan y al pago de los servicios, aun con relativa dificultad. A mediados del año pasado no podíamos pagar los servicios, y gracias a un aporte que hizo la municipalidad de Plottier se hizo cargo del costo energético del edificio en el que habitamos".

Puntualizó que “el presupuesto asignado para este año aprobado en el Congreso es escaso aún para solventar los gastos operativos que tienen las unidades. Hay 400 millones de pesos menos de lo que se necesita. Hoy nos encontramos con una parálisis total a nivel de las actividades de investigación y de extensión", sostuvo.

Muñiz, desde la asociación de personal del INTA, coincidió con Pérez Centeno al afirmar que "en diciembre desde nuestro gremio nos habían llegado las versiones con respecto al cierre de los Ipaf. Esto es parte de un plan sistemático que se viene dando contra las instituciones que trabajan junto a la agricultura familiar, como fue el caso de la subsecretaría, el año pasado".

"De casi 40 compañeros que teníamos a fines de 2015 hoy tenemos tres técnicos en toda la provincia de Neuquén y algo similar en Río Negro. Lentamente a nosotros, en base a un ajuste presupuestario de personal, nos está ocurriendo lo mismo", indicó el titular de Apinta. Añadió que estas medidas "son emergentes de decisiones y orientaciones por parte del gobierno nacional y en particular del consejo directivo de nuestra institución y de la presidencia y vicepresidencia del Inta".

Para qué están los institutos de investigación

Entre un 50 y un 60% de la agricultura que se realiza en la Patagonia corresponde a la agricultura familiar, según calculó Muñiz.

 "La conformación de equipos de investigación del sector enfocados en el territorio, que hayan generado vínculos con las comunidades para desarrollar sus investigaciones, son procesos de largo aliento", explicó Pérez Centeno.

Señaló que la sede en la Patagonia fue inaugurada en 2011 y "recién estamos en una etapa de maduración de los procesos de investigación. Después de 10 años de trabajo y hoy hay respuestas muy especificas desde la investigación que se han aportado al sector de la agricultura familiar".

Algunas de las investigaciones llevadas adelante por el instituto de Plottier se vinculan a la erupción del volcán Caulle, que generó la muerte de la mayor parte de los animales en la línea sur de la provincia de Río Negro, y "dejó al borde de la crisis alimentaria más grave que sufrió la Patagonia", explicó el investigador.

En esa ocasión, el organismo trasladó cabras criollas del norte neuquino a la línea sur rionegrina y pudo comprobar que se seguían reproduciendo, mientras el resto de los animales oriundos de ese lugar se morían. Propusieron entonces un programa de repoblamiento del sur de Río Negro, y tres años después habían cubierto los requerimientos alimentarios de las familias de la zona y también para comercializar en Bariloche.

"Esto no hubiera sido posible sin los trabajos de investigación que se habían llevado adelante previamente desde este instituto con organismos como la secretaría de Agricultura Familiar de Río Negro y Neuquén, el INTA y otros que permitieron resolver la crisis alimentaria más grave que tuvo la Patagonia", afirmó el titular del IPAF regional.

Otro trabajo importante se vincula al plan de viviendas que se está construyendo en el barrio Intercultural en San Martín de los Andes. "Nosotros hemos aportado la tecnología para el aislamiento de 12 viviendas con el uso de fibras animales de baja calidad que son descarte para la esquila. Mediante un tratamiento se logra reemplazar la lana de vidrio con un valor de coeficiente de aislación térmica enorme. Mediante un recurso que es un desecho de la agricultura familiar se generó un recurso para las autoconstrucción de las viviendas que hoy se están realizando", precisó Pérez Centeno.