Datos oficiales difundidos por el gobierno provincial dan cuenta de que en 2018 hubo un nuevo descenso de las cifras de fallecimientos de criaturas menores al año de edad, con lo cual se ha llegado al índice -o tasa- de mortalidad infantil más bajo de la historia

Fuentes del ministerio de Salud neuquino explicaron que la tendencia es persistente a lo largo de los últimos años, y que los relevamientos realizados hasta diciembre pasado reflejan la continuidad de ese proceso.

La tasa de mortalidad infantil refleja los fallecimientos de menores de 12 meses por cada 1.000 nacidos vivos que se producen cada año. En 2018, los casos de muerte fueron de 5,44 cada mil.

En 2015 había sido de 8,1 cada mil; en 2016, de 7,3; y en 2017 había vuelto a bajar, en aquella oportunidad a 6,7 cada mil. La información oficial señala que ello se debió a “la profundización en las políticas e inversiones que se vienen realizando en materia sanitaria y social”.

Según las cifras difundidas, el índice de mortalidad infantil “bajó en todos sus componentes”, ya que por un lado “se observa la baja en casos de la mortalidad neonatal”, que son aquellos que se producen antes de los 28 días de vida. En 2017 había sido de 4,4 por cada mil, y en 2018 fue de 3,8.

Por otro lado, también disminuyó la mortalidad posneonatal, y en la misma comparación del año pasado con el anterior, el descenso fue de 2,2 a 1,8 cada mil niños o niñas nacidos vivos.

Al dar a conocer las cifras, voceros ministeriales señalaron que “estos indicadores reflejan el constante mejoramiento tanto en la calidad como en las expectativas de vida en la provincia, producto de la continuidad en las acciones de gobierno y la posibilidad de planificar estrategias propias.

A nivel nacional, las fuentes dijeron que el último registro que se tiene es el de 2017, que ubicó al índice en el 9,3 cada mil, es decir por encima del registrado en la provincia de Neuquén.

Destacaron finalmente que “la tasa de mortalidad infantil es uno de los indicadores más sensibles de la realidad socio-sanitaria de una región, y tanto la independencia política como la autonomía económica permiten destinar un mayor flujo de inversiones para profundizar o corregir estrategias” dijeron desde el ministerio de Salud de la provincia.