Los problemas de las familias, las pymes y las instituciones sociales para pagar las tarifas de los servicios públicos, se traducen en continuas expresiones de reclamo y descontento por parte de distintos sectores. Las cooperativas eléctricas advirtieron que para esas entidades y los usuarios que representan “será insostenible” el pago del suministro, y por otro lado son cada vez más importantes los “ruidazos” de los viernes en la Capital Federal y otras ciudades contra el tarifazo en los distintos servicios.

Una de las instituciones que más abiertamente planteó el problema esta semana fue la neuquina CALF (Cooperativa de Agua, Luz y Fuerza), que es una de las más grandes del país en su rubro, y cuyo presidente, Carlos Ciapponi, declaró que la entidad no abonará el último aumento a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, Sociedad Anónima (Cammesa) porque no está en condiciones de trasladar ese ajuste al usuario final.

La institución de Neuquén, que presta el servicio en la zona de la capital provincial, recibió ayer el respaldo de la Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas (FACE), la cual agrupa a unas 250 asociaciones de ese tipo situadas en 14 provincias y que distribuyen la luz a unos 4 millones de hogares.

El presidente de FACE, José Bernardo Álvarez, dijo en una conferencia de prensa (en Buenos Aires) que esas entidades “sufrimos un alto grado de morosidad por los aumentos de estos últimos años, y con este nuevo incremento dispuesto por Cammesa, tendremos aún más morosidad”.

Puso como ejemplo a CALF, de la cual refirió que “no le va a poder pagar” a la administradora mayorista del suministro, “que ya le aplica altos intereses”.

Al lado de Álvarez estaba presenta Ciapponi, el titular de la institución neuquina, y junto con ellos se encontraban otros directivos. Ricardo Airasca, coordinador de la Comisión de Política Energética y Tarifaria de FACE, aclaró que la federación “no está proponiendo la desobediencia” en el pago, sino advirtiendo que por la suba de costos, no podrán afrontar los compromisos con Cammesa.

Dijo que “estamos financiando a nuestros usuarios, que no es que no quieran pagar sino que no pueden hacerlo”. Airasca remarcó que “no es una cuestión de rebeldía” sino que con los aumentos “no habrá dinero para pagar la energía”, y le reclamó al gobierno “abrir un diálogo” con la federación.

En Neuquén, 1.700% de aumento 

Luego, durante la conferencia de prensa tomó la palabra el presidente de CALF, quien ratificó que la cooperativa neuquina no puede trasladarle los nuevos costos a sus usuarios, quienes en los últimos años sufrieron aumentos del 1.700% (mil setecientos por ciento).

“El vecino de Neuquén, que en marzo de 2016 pagaba 300 pesos por un consumo normal, en una vivienda de clase media baja, hoy debe pagar 5.400 pesos, y sin considerar el incremento que se viene ahora”, advirtió.

Puntualizó que en el caso de CALF “el aumento determinado por Cammesa tiene un impacto tremendo, porque no solamente ha aumentado el concepto de energía, sino también el cargo por potencia, el 800% (ochocientos por ciento) y además el aporte al Fondo nacional”.

Luego aclaró que “ninguna de las cooperativas” de electricidad ni tampoco “las distribuidoras del sector privado, son quienes “determinan el precio de la energía.

El dirigente neuquino sostuvo en tono crítico que “hay un solo lugar de la Argentina donde se determina” dicho precio, y es “en la secretaría de Energía de la Nación y su brazo administrativo, que es Cammesa, y que la gente no sabe qué es”.

Más adelante aseguró que “a este gobierno nacional no le interesan las organizaciones cooperativas, porque es un modelo de gestión económica con el que ellos desacuerdan. Piensan que no podemos administrar, que somos incapaces”.

Pero “sí podemos hacerlo”, enfatizó. “CALF estuvo antes que la municipalidad y que el gobierno de Neuquén, es verdaderamente un movimiento cooperativo, los vecinos lo interpretan así”. Además, “damos otros servicios, que nadie daría”, aseguró Carlos Ciapponi.

“Ruidazos” contra todos los aumentos tarifarios

El anochecer de ayer reiteró, con participación más numerosa aun, los “ruidazos” en Buenos Aires y otras ciudades para repudiar los incrementos tarifarios no solo en electricidad, sino también en agua corriente, gas, combustibles y transporte.

Las protestas comenzaron varios viernes atrás, y se realizan fundamentalmente en barrios de clases medias. “Basta de tarifazos”, “No podemos pagar” y “Fuera Macri” resultaron ser algunas de las consignas más frecuentes en las pancartas y demás elementos visibles para expresarse.

Los “ruidazos” se realizan en cercanías del domicilio de los participantes y son en general auto-convocados, con mayor protagonismo de vecinos que salen a la calle a manifestarse o que se suman a convocatorias a través de las redes sociales.

Ese tipo de protestas tienen la misma orientación de reclamo que otras más organizados, como las “marchas de velas y antorchas” convocadas por referentes sindicales y de otros sectores, que comenzaron este jueves y se repetirán en las semanas venideras, también los días jueves.