Marcelo Rucci, de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Jorge Rodríguez, de la Asociación Bancaria y ClaudioSalazar, del Sindicato de Empleados Judiciales de Neuquén (Sejun) coincidieron en afirmar que “el salario no es ganancia”, los dirigentes de los sindicatos con ingresos más altos de la región se preparan para resistir el proyecto del gobierno libertario de restablecer el impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría, que se calcula exclusivamente sobre la renta del trabajo personal.

“Antes de implementar un nuevo impuesto, me corto un brazo” había dicho Javier Milei con rostro desencajado frente a una cámara de televisión. No pasó mucho tiempo de esa frase cuando la emprendió con un gravamen que, siendo diputado, votó en contra de su aplicación: el impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría.

El también llamado “Impuesto al Trabajo” fue derogado por el Congreso por iniciativa del por entonces candidato Sergio Massa en 2023. Milei aprobó entusiasta ese proyecto.

Esa sanción llevó alivio a los bolsillos de los trabajadores pertenecientes a la clase media y los gremios la celebraron. Pero dividió aguas entre los gobernadores porque dejaron de percibir fondos coparticipables de ese impuesto.

A poco más de cinco meses desde su asunción, Milei propone reinstalar la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. El proyecto incluido en la nueva “Ley Bases” establece un nuevo mínimo no imponible para empleados solteros de 1.494.000 pesos sin tener en cuenta deducciones por cónyuge o hijos.

Y de inmediato los gremios “fuertes” comenzaron a hacer números. Varios de ellos, bancarios, camioneros, petroleros y judiciales, advirtieron que lo resistirán.

“El salario no es ganancia”

Uno de los dirigentes que anunció dar pelea a la restitución del tributo fue Claudio Salazar, secretario general del Sindicato de Empleados Judiciales de Neuquén (SEJUN).

“Como lo hemos denunciado siempre, el salario no es ganancia. Es la compensación por la tarea que realizamos. Hoy nuestros salarios están siendo parte de un ajuste brutal, y con este proyecto, apenas arriba de la Canasta Básica Total, podrían ser alcanzados por esta retención de carácter confiscatorio”, consideró Salazar en diálogo con .

“Por eso exigimos a nuestros representantes en el Congreso el voto en contra de esta iniciativa que afectará no sólo a miles de trabajadores, trabajadoras y sus familias sino al circuito económico provincial, impactando negativamente, con una baja aún más pronunciada del consumo local”, agregó.

El Poder Judicial neuquino tiene una particularidad. En 2017 de sancionó la ley que estableció que quien ingresa a partir de ese año, debe tributar Impuesto a las Ganancias. Hay dos vocales, Gustavo Mazieres y Germán Busamia, que lo pagan mensualmente. Esa misma ley, dejó afuera del pago a jubilados que se habían retirado con anterioridad a ese año. Busamia había declarado, en 2018, que unas 290 personas, entre empleados, funcionarios y magistrados, estaban en condiciones de abonar el impuesto.

“De retrotraerse esa situación, todos vamos a quedar incluidos en el pago. Incluso el resto de los vocales”, sentenció Salazar.

En la Bancaria no se salva nadie

“El impuesto a las ganancias nos parte a la mitad. Nos destroza. Alcanza al 90 o 95 por ciento de la población bancaria”, confió a Va Con Firma Jorge Rodríguez, titular de la Asociación Bancaria de General Roca.

Razones no le faltan. La Bancaria, que a nivel nacional está conducida por el combativo Sergio Palazzo, es uno de los pocos gremios que en las negociaciones paritarias, casi siempre logra un suculento porcentaje de incremento en los salarios. ”Arrancamos con un básico de 1 millón 200 mil pesos” destacó Rodríguez, para dar a conocer que ese es el sueldo de un empleado ingresante a cualquier entidad bancaria. Pero aclaró que en la actualidad “en la familia bancaria no hay nadie que ingrese, porque los compañeros se retiran o se jubilan y no hay recambio. Se los reemplaza con tecnología”. En síntesis, todos los empleados bancarios cobran por encima de 1 millón 200 mil pesos.

“La Bancaria viene trabajando muy fuertemente. Primero para conseguir que se anule la cuarta categoría y ahora para defender esa conquista. Seguramente, de haber una reposición de ese tributo, nos va a encontrar con una medida de fuerza bastante fuerte. Palazzo tiene un pensamiento y una línea de acción muy clara. Es un radical único”, señaló.

El dirigente también se refirió a lo que mejor han negociado: las paritarias. “Nosotros lo que hemos logrado es una revisión permanente en paritarias. En marzo se actualizaron enero y febrero. Estamos en un lote de gremios en que mantenemos un poder adquisitivo relativo”.

Vaca Muerta en pie de guerra

En una situación similar se encuentran los trabajadores petroleros. Al igual que los bancarios, sus acuerdos salariales superan el de cualquier otro gremio y, por lo tanto, sus remuneraciones son más altas y el riesgo de pagar Ganancias es elevado.

Marcelo Rucci, sucesor de Guillermo Pereyra en el Sindicato de Petroleros de Neuquén, La Pampa y Chubut, advirtió sobre lo que podría ocurrir en caso que el gobierno nacional reimplante la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. “Por supuesto que estamos en contra de su restitución” porque “se trata de un impuesto claramente confiscatorio”.

Explicó que esa medida significaría que “el 70 por ciento de los 28.000 trabajadores petroleros vuelva a pagar Ganancias”. Ante ese panorama, Rucci instó a “los diputados y senadores nacionales de Neuquén a que voten en contra” cuando sea convocada la sesión. Sin embargo, señaló que su gremio no tiene en mente mantener reuniones con los representantes neuquinos en el Congreso. “No hace falta hablar con ellos; saben que tienen que defender los derechos de los trabajadores que fueron quienes los llevaron al lugar en el que están”, agregó.

Y reiteró una frase que lanzó durante una de las últimas asambleas desarrolladas al pie de un yacimiento: “Nos quieren confiscar el esfuerzo. Cuando venimos acá y les hablamos no es para la tribuna. Cuando yo dije que a estos yacimientos los íbamos a transformar en un campo de batalla si le quitaban derechos a los trabajadores, lo dije en serio”.