Chubut, la provincia que gobierna Mariano Arcioni, cumple hoy tres meses de atrasos salariales a estatales y Neuquén empieza a mirarse en el espejo de un distrito de características similares ya que ambos tienen alto stock de deuda y se disputaban, hasta antes de la pandemia, el liderazgo en producción de petróleo.

El gobernador Omar Gutíerrez, el mes anterior pagó los sueldos en forma escalonada a un sector de los estatales, entre ellos a los docentes, y estiró los plazos de cancelación de las obligaciones salariales hasta el 12 de mayo, una estrategia que le sirvió para poder reunir los fondos.

Este mes Neuquén aún no tiene aún fecha de pago y Gutiérrez dijo esta mañana, en una conferencia junto al intendente de la ciudad de Neuquén, Mariano Gaido, que el calendario se conocerá "en las próximas horas", sin brindar mayores detalles. Después de ese pronunciamiento, los consejeros gremiales del Instituto de Seguridad Social de Neuquén pidieron al gobierno una "urgente" definición sobre el calendario de pago a jubilados y pensionados.

Ayer a la tarde, el gobernador firmó en Buenos Aires con el ministro de Economía Martín Guzmán un préstamo de Nación por 5.000 millones de pesos, que lo comenzará a pagar a partir de enero próximo en 36 cuotas. Los recursos forman parte de un Fondo Fiduciario de asistencia a las provincias que administra 60 mil millones de pesos. Chubut ya recibió el salvataje de Nación a fines de mayo y  es posible que Neuquén, con este oxígeno, ahora difunda el calendario de pago a los empleados públios.

En Chubut, "el retraso en los pagos salariales se debe a que el gobierno provincial sigue pagando la deuda y además no genera nuevos ingresos para aumentar la recaudación de Chubut", dice una publicación de hoy de "El extremo sur". Los datos oficiales que brinda el gobierno nacional, agrega esta publicación, "no reflejan el derrumbe de ingresos en la escala que esgrime la administración de Arcioni para justificar la crisis".

En Neuquén también se combinaron los factores de una gestión que venía comprometida con la deuda desde antes del coronavirus y que ahora tiene que honrar sus compromisos de pago con los acreedores, además de enfrentar salariales y otros costos, todo con caída de ingresos por la crisis que provocó la Covid-19.

La provincia recaudó en abril casi siete mil millones de pesos entre coparticipación federal, impuestos propios y regalías de gas y de petróleo. Pero con esos números se empieza a estrangular el flujo de dinero que necesita para funcionar sin chocar el barco. Y la salida que ofrece es la emisión de deuda vía colocación de Letras.

El programa al que accedieron Chubut y Neuquén se creó a través del Decreto 352/2020, y dispone de 120.000 millones de pesos para destinar a las provincias, repartidos en 60.000 millones a través de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), canalizados por el ministerio del Interior, y una cifra igual por el Fondo Fiduciario.

Gutiérrez también mantuvo ayer en Buenos Aires una reunión con el presidente de YPF, Guillermo Nielsen, y con el gerente general de la empresa Sergio Afrontti. ¿El motivo del viaje que rompió la cuarentena provincial? Hablar de la crisis de la industria petrolera y de la reactivación de Vaca Muerta, según publicó el gobernador en un tuit.