"La gente está metida en su casa sin hacer nada, eso aumenta todo: el tema de la violencia, la falta de guita. La poca que hay, porque han llegado algunas cosas del gobierno nacional, no alcanza. Encima los precios de alimentos siguen subiendo. Iba a haber un aumento en los bonos de gas y tampoco fue así. En esta situación, si no nos mata un virus nos vamos a morir de hambre", dijo a el referente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Diego Mauro, para explicar las razones por las cuales romperán la cuarentena.

Hoy a las 10, integrantes del FOL, del Polo Obrero, la CTEP, del Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y trabajadores ceramistas romperán las medidas de aislamiento para marchar a la Casa de Gobierno, al ministerio de Desarrollo Social y al municipio de la ciudad de Neuquén. Reclaman un aumento en los montos de los programas provinciales, más alimentos y bonos para la compra de garrafas.

La situación socioeconómica de los sectores populares se complicó aún más con el aislamiento social, obligatorio y preventivo. Personas que antes se las rebuscaban haciendo changas para llegar a fin de mes, ahora no pueden hacerlo. 

"Nuestro principal eje siempre es alguna posibilidad de trabajo en obras chicas, en los barrios. El año pasado cuando, cerramos algún acuerdo con la provincia, uno de los puntos era retomar eso. En febrero nos volvimos a sentar, nos dijeron que sí, pero todo quedó en la nada", agregó el referente.

Desde las organizaciones vienen proponiendo a la provincia que las personas que están dentro de los Programas de Capacitación o Programas Transitorios puedan ser empleados como mano de obra en pequeñas obras de infraestructura, por un monto superior a los 5 mil pesos que cobran normalmente.

"En febrero (Omar) Gutiérrez firmó convenios con Nación para que las organizaciones sociales pinten las escuelas. A cambio de eso nosotros recibíamos 17 mil pesos. El Estado provincial tenía que poner la pintura nada más. No hicieron nada y quedó como que el laburo se hizo", señaló Mauro, quien afirmó que "la pandemia les viene como anillo al dedo para plantear que estamos en crisis y que no podemos reclamar esto".

Demanda de alimentos

"Desde antes que empezara la cuarentena la situación era complicada. En la provincia de Neuquén nunca hubo el aumento que nos habían prometido para los comedores y los merenderos", aseguró Mauro.

"Los compañeros de CTEP y del PO tuvieron que implementar los merenderos todos los días, de lunes  a sábado. Nosotros tuvimos que incrementar los comedores y duplicar las raciones. Antes eran tres comedores, ahora son cinco. Y tuvimos que pasar a hacer 2.500 raciones de comida cuando el gobierno provincial nos sigue bajando para 450", indicó.

Los tres comedores que venían funcionando se localizan en los barrios Cuenca XVI, Valentina Norte Rural, y en Peumayén y 7 de Mayo. En el último mes comenzó a funcionar uno más en Valentina Sur y otro en Espartaco.

Las organizaciones sociales piden ser incluidas en el comité de crisis que la provincia creó con motivo de la pandemia, para articular el reparto de alimentos e insumos sanitarios.

"La provincia decía que tenía 35 mil bolsones de mercadería para entregar y a las organizaciones no llegaban. Nosotros somos las que trabajamos en los barrios y sabemos cómo es la vida de las compañeras y los compañeros y nunca nos dieron bola. Queremos que nos incluyan, pero no para que nos escuchen, sino para ser articuladores con todo lo que tiene la provincia y poder bajarlo. Pero ellos tienen diferencias políticas y hacen como quieren", se quejó Mauro. 

Con respecto al Ingreso Familiar de Emergencias (IFE) que entregó la Anses en abril a trabajadores informales y monotrobutistas sociales, sostuvo que no todas las personas que estaban en condiciones de recibir esa ayuda pudieron hacerlo.

"Las que tienen la AUH, lo cobran de una. Después hay requisitos, por ejemplo, que en la casa donde vivís nadie tiene que cobrar un plan nacional ni nada en blanco, ni una pensión, entonces queda limitado. Y después, cuando fue al inscripción hicimos un montón de laburo para que las compañeras puedan inscribirse porque no tienen acceso a internet, no saben cómo llenar las planillas, además hay rechazados y la página se cuelga y después no los vuelve a tomar", indicó Mauro.

Leña y garrafas: un reclamo que se reedita cada año

"El tema de las garrafas es histórico, de todos los inviernos, y ya nos preparamos porque sabemos que va a pasar", dice Mauro para indicar que "no hay interés de la provincia ni de nación" en que se solucione.

Desde las organizaciones piden que el gobierno provincial les entregue una mayor cantidad de bonos de gas con los cuales los vecinos que no tienen acceso a la red natural puedan comprar una garrafa a un precio menor que el del mercado. 

Actualmente, el precio oficial de las garrafas ronda los 450 pesos, pero en los barrios se consigue a 600 o 700 pesos. Una familia, solo para cocinar, necesita entre 3 y 5 garrafas por mes. A esto se suma la escasez de garrafas y que cada una cuesta alrededor de 4 mil pesos, una cifra inalcanzable para la mayoría de las familias.

Mauro indicó que "la provincia dice que YPF les da esa cantidad de bonos". Pero agregó que "nosotros decimos que si se jactan de que el 50 por ciento de gas que se produce en el país sale de Vaca Muerta y que estaban exportando a Chile, pero no pueden ponerle el cuchillo en la panza a YPF para que den más bonos de gas, entendemos que no tienen interés de hacerlo".

Los bonos se entregan en centros comunitarios. Las organizaciones las reparten entre las delegadas que a su vez los distribuyen en los barrios. 

Con respecto a la entrega de la leña dijo que "nunca hubo cronograma de entrega. Nosotros a veces desistimos de reclamar porque es tanta la tomada de pelo. A veces nos bajan una camionada para las organizaciones, para 250 personas. Yo viví en la cordillera. El municipio de Aluminé entregaba una camionada por familia. Estamos cansados de que nos tomen el pelo. Las compañeras se las terminan rebuscando por otro lado. Prefieren hacer una changa, aunque ahora ni siquiera eso".