La ministra de Educación de Neuquén, Cristina Storioni, afirmó que "no es necesario modificar el calendario" escolar pese al aislamiento social, preventivo y obligatorio, y aclaró que "tendremos que buscar las maneras para cubrir entre el año 2020 y el 2021 todos los contenidos necesarios". Consideró que "no hemos perdido" días de clases porque, con otra modalidad "la escuela sigue enseñando". 

En diálogo con , la ministra dijo que en la provincia se priorizaron dos ejes de trabajo en clave de derechos, que son el derecho a la alimentación y al conocimiento. En ese marco, sostuvo que cotidianamente trabajan para "no promover más inequidades" y apuntó que a fines de la semana que viene se entregará un segundo módulo con 20 raciones de alimentos a alumnos que asisten a comedores escolares. 

Sobre la vuelta a clases, dijo que "va a ser una decisión que va a tener que ver con una política de Salud" y que "la escuela se abrirá cuando los expertos en salud lo indiquen". Señaló que cuando eso ocurra, el rol de la escuela será de "contención" y de "informar científicamente" sobre la pandemia.

Además, consideró que esta crisis sanitaria "culturalmente modificó la vida habitual de la escuela y eso hace que la miremos diferente y tal vez la escuela se posicione en un rol central en los tiempos que vienen", al tiempo que remarcó que "los y las docentes son irremplazables".

-¿Qué evaluación hace de la plataforma de educación a distancia? 

-En principio la agenda educativa en la provincia de Neuquén cambió sus prioridades. Veníamos desarrollando una agenda con una planificación pensada para todo el sistema educativo, que a partir de la decisión del presidente y en esta jurisdicción del gobernador,  de priorizar la cuestión Salud, cambió radicalmente la agenda del sistema educativo. Nosotros tomamos la decisión de priorizar dos ejes, que pusimos en clave de derechos, que son el derecho a la alimentación y el derecho al conocimiento. En el derecho a la alimentación tomamos nuestro universo de chicos y chicas que asisten a  comedores escolares y los asistimos personalmente. Al estar las escuelas cerradas no podían ir a comer a las escuelas. Para nosotros el comedor escolar es un momento que no solo se trata de alimentar sino que también hay una conjunción de hábitos, de afectos. Logramos distribuir, en una semana y gracias a los 13 distritos educativos que hay en toda la provincia, 10 mil módulos con alimentos para 20 días, con una dieta que contempla más o menos 700 calorías diarias. Puede haber algunos errores pero estamos muy contentos porque logramos satisfacer este derecho.

-¿Para ello pidieron ayuda del Ejército?

-Sí. Hacer las compras también es un tema porque no siempre los proveedores tienen la cantidad de raciones y demás. Como el proveedor era de General Roca tuvimos que recurrir a móviles con mayor capacidad y en ese caso le pedí al Ejército que nos prestaran camiones para ayudarnos a trasladar la comida de Roca a Neuquén. Concentramos acá y se enviaron los módulos a los 13 distritos que distribuyeron alumno por alumno. Ese fue un trabajo que se cumplió muy bien y que seguramente mejoraremos en esta segunda entrega, que pensamos va a ser a fines de la semana siguiente, dado que se extiende este período de la escuela cerrada.

-¿Cómo garantizan el derecho al conocimiento?

-Tuvimos que recurrir a diferentes herramientas. Concentramos en la página web del Consejo Provincial de Educación, abrimos un espacio que ya estaba con cierta permanencia pero no era tan utilizado, que es "Aprendizajes 2.0, y ahí comenzamos a nutrirlo de contenidos para todo el trayecto obligatorio, desde el nivel inicial hasta el último año de la escuela secundaria. Tuvimos una muy buena repercusión, porque en el término de 5 días hubo más de 67 mil visitas. Creemos que hay que seguir alimentando de contenidos ese lugar. Pero también tenemos enlaces con toda la propuesta nacional, porque esta es una crisis que atraviesa a todo el país y estamos en permanente trabajo en el ministerio de Educación de la Nación y con el resto de las jurisdicciones. Hoy tuve una teleconferencia con ministras y ministros de la región Patagonia, para trabajar y compartir algunas decisiones y es una experiencia muy enriquecedora porque nos permite tomar decisiones en temas comunes, como por ejemplo, cómo vamos a mediar entre los cuadernos que llegan de la Nación y nuestras propias producciones.

 -¿Cómo piensa que va a ser la vuelta a clases?

-La vuelta a clases va a ser una decisión que va a tener que ver con una política de Salud. Así como Salud indicó que las escuelas se debían cerrar, Salud y los expertos en esta epidemia tienen que decir cuándo se puede abrir. La escuela se abrirá cuando los expertos en salud lo indiquen y con las medidas que se indiquen desde ese lugar. La vuelta a clases hay que ir pensándola siempre vinculándonos con las familias de los chicos y las chicas, y es una decisión que no depende sólo de las autoridades educativas.

-¿Consideran que se han perdido días de clases?

-Son días distintos y que están un poco desordenados. Son días que nos pueden llevar a la inequidad, o sea, a quienes tienen más acceso al conocimiento y quienes no y para esto estamos trabajando cotidianamente para garantizar este derecho al conocimiento y no promover más inequidades. Son días diferentes, es una escuela diferente y en ese sentido nos requiere más esfuerzo al equipo educativo para estar atentos a este tipo de situaciones. Creo que no hemos perdido porque las escuelas se cerraron el 16 de marzo y ya ese día estaba dispuesto todo un dispositivo para hacer a tareas y contenidos desde la conectividad. En el interior, donde hay problemas con la conectividad o estudiantes que viven en el interior muy profundo, llegamos con cuadernos en formato papel, con tareas y demás, que fueron repartidos junto con el módulo alimentario.

-Es más difícil hacer un seguimiento en esos casos.

-Sí. Ahora la idea es que cuando llegue el segundo módulo de alimentos, recoger las tareas que ya hicieron. Vamos a ver si nos sale bien, pero la idea sería que ellos nos puedan entregar esa primera parte de tareas y que sea vista por los docentes.

-¿Se podría modificar el calendario escolar?

-No. Nosotros pensamos que no es necesario modificar el calendario. Sí tendremos que buscar las maneras para cubrir entre el año 2020 y el 2021 todos los contenidos necesarios. Pero no modificaría el calendario. Esto es una conversación que ya se ha tenido a nivel federal y no habría una propuesta de modificación del calendario, por el momento.

-Esta semana se reunió en forma virtual el Consejo Federal de Educación, ¿qué conversaron?

-Cada una de las provincias hicimos nuestro estado de situación. Luego se conversó sobre los próximos pasos de cuadernos para que lleguen a estudiantes; sobre el incremento de horas en la televisión pública para trabajar las clases del nivel inicial, primario y secundario; se incrementaron las clases en el canal Encuentro y en Paka Paka; y se fueron asociando las diferentes plataformas a una página central que se llama "Seguimos estudiando", que depende del ministerio de Educación de la Nación. Nuestra página por ejemplo está asociada a esa y todas se enlazan y van orientando hacia nuevos y más contenidos.

-¿Qué va a pasar con las escuelas privadas?

-El ministro de Educación Nicolás Trotta el miércoles se reunió con las cámaras y las asociaciones de escuelas privadas y claramente expuso que no se impulsarían incrementos en las cuotas, no pondrían en riesgo la situación laboral de los docentes. Las clases continúan, en un formato diferente, pero hay clases y por lo tanto las escuelas están prestando sus servicios. De cualquier manera en Neuquén no hay gran cantidad de escuelas privadas como en otras provincias, donde superan el 50 por ciento. Acá es un pequeño número y las que están con subvención estatal no tendrían esa dificultad del planteo de la cuota y demás.

-¿Cree que esta crisis va a generar un cambio en adelante en el sistema educativo?

-Lo primero que hay que tener en cuenta al regresar al aula es que hay que hablar de lo que pasó, siempre con la verdad. No hay generación que yo recuerde que haya pasado semejante situación donde la escuela se ve obligada a cerrarse pero además a mantenerse viva en su institucionalidad, porque la escuela sigue enseñando. Entonces el regreso al aula tiene que ser de contención, de informar científicamente, porque también está pandemia nos ha expuesto a miedos e incertidumbres. La escuela tendrá un rol que es la información científica. Y por supuesto que culturalmente modificó la vida habitual de la escuela y eso hace que la miremos diferente y tal vez la escuela se posicione en un rol central en los tiempos que vienen. Quiero destacar que los recursos didácticos que estamos incorporando no reemplazarían al maestro. Los y las docentes son irremplazables. Que las familias no sientan que son maestros suplentes, sino que sin justamente familias que ayudan a que sus chicos y chicas cumplan con una habitualidad que es desarrollar las tareas, aprender y que también tenemos el permiso de equivocarnos todos. Estamos trabajando con algo desconocido, tanto las autoridades como las familias, los estudiantes y los docentes. Este permiso a equivocarnos tiene que también darnos el coraje para seguir trabajando en un contexto diferente.