El concejal del Frente de Todos, Marcelo Zúñiga, se refirió al problema de acceso al hábitat en la ciudad de Neuquén a partir de las tres nuevas tomas que se registraron en las últimas semanas y dijo que "el responsable de generar permanentemente una burbuja que alimenta expectativas de la población neuquina y de la que viene a instalarse a Neuquén con demanda de trabajo y vivienda, es el gobernador de la provincia".

Respecto del crecimiento del mercado inmobiliario, el concejal señaló que "acá hay una alianza que está compuesta por elementos del ámbito público y privado, del ámbito provincial y municipal". En diálogo con , y, sin nombrarlo, cuestionó al intendente Mariano Gaido por hacer promesas durante la campaña que generan un "cóctel conflictivo" que quedó expuesto en las recientes usurpaciones. 

El ex candidato a intendente por el Frente de Todos, sostuvo que "hay que volver a planificar la ciudad desde el Estado, no desde los privados" y señaló que la demanda de vivienda en la ciudad es diversa y heterogénea, por lo tanto necesita que el Estado la aborde con herramientas diversas y con la "decisión política de regular el suelo urbano".

Además, criticó la falta de una "mesa de diálogo" que incluya a los poderes Ejecutivos, al Concejo Deliberante, al Obispado, a la Defensoría del Pueblo y a los ocupantes, para buscar una verdadera solución a la coyuntura.

-¿Cuál es la situación de la demanda habitacional que hay hoy en Neuquén capital?

-La demanda hoy tiene 5 características, no es homogénea. Hay un pequeño fragmento de nuestra ciudad que tiene población con discapacidad, adultos mayores, que necesitan de forma inmediata un lote social para poder vivir y no tienen capacidad de pago. Después hay un segmento que son familias jóvenes nacidas y criadas en Neuquén, tercera y cuarta generación, muchas de ellas son las que están ocupando hoy y necesitan acceder a un lote con servicios, no a la vivienda, y además quieren pagar la tierra. Hay un segmento amplio de familias que tienen su lote con servicios, lo han adquirido de forma privada o cooperativa, como el Foro de la Meseta, y necesitan una mano del Estado para acercarlos al crédito que les ayude a construir lo que va arriba. Y hay otras familias jóvenes que llegan a la ciudad atraídas por las gigantescas campañas publicitarias de Vaca Muerta, las bondades de "Neuquén la mejor provincia" y demás, y no tienen el sueño de la casa propia; son inquilinos y demandan alquileres razonables. Nuestra propuesta es constituir un banco de tierras para determinar públicamente y fehacientemente cuál es la tierra que existe en nuestra ciudad. Cuánta tierra queda ha sido secreto porque convenía a quienes manejan el negocio inmobiliario. Acá hay una alianza que está compuesta por elementos del ámbito público y privado, del ámbito provincial y municipal. En segundo lugar, dotar de instrumentos reales de financiamiento concreto. Creemos que por primera vez hay que echarle mano a los excedentes de la renta petrolera porque esto es una matriz desigual que ocurre como parte del fenómeno de Vaca Muerta. Y dar soluciones a la demanda

-¿De cuánto calculan ustedes que es el déficit habitacional en la ciudad de Neuquén?

-Ruiz dijo entre 28 y 30 mil. No hay un registro municipal de eso. Hay un registro único del Ruprovi, a nivel de provincia. Por eso es que nosotros hemos presentado un pedido de informe solicitando que el IPVU desglose y haga público cuántos son efectivamente la demanda de familias registradas en la ciudad. 

-¿Pero cree que esa cifras estarían bien?

-Creo que son superiores. La estimación que teníamos era de 70 mil en toda la provincia y el 60% de la población vive en Neuquén Capital.

-¿Cómo se empieza a buscar una solución al problema?

-Nosotros planteamos que hay que abrir una nueva etapa. Todos estamos de acuerdo en que este es el tema de la agenda pública de la ciudad. En las elecciones pasadas el oficialismo anterior y el oficialismo de ahora copiaron propuestas de nuestra agenda que tenían que ver con loteos con servicios. Eso fue en una instancia electoral. Ahora hay un cóctel conflictivo que conjuga una demanda y una necesidad latente muy grande en materia de acceso al hábitat, con un compromiso electoral de quienes ganaron y quienes perdieron en un mismo sentido. Eso es complicado porque no se respeta la palabra. Se planteó irresponsablemente hacer un barrio grande de Neuquén en cercanías de Mari Menuco, con lo caro que es dotar de infraestructura y llevar los servicios. Frente a eso planteamos que hay que volver a planificar la ciudad desde el Estado, no desde los privados,  y hay que tomar una decisión firme que es intervenir en la regulación del suelo urbano. 

-¿Qué creen que habría que hacer con etas tres tomas que se dieron en las últimas semanas?

-Sobre la coyuntura hay, primero, que armar una mesa de trabajo y diálogo que establezca la paz social como marco, que escuche el reclamo, que es diverso, tanto de quienes son eventualmente los dueños de las tierras como de quienes eventualmente están ocupando. Esa es la actitud del Estado. Ni hacer como que nada ocurren dejar que una toma se consolide con el tiempo, a la buena de dios, y a lo largo de los años tener que pagar 10 veces más cara la urbanización, ni desalojarlos violentamente con la fuerza pública negando que existan ciudadanos y  vecinos con este tipo de necesidades.

-Sería lo que se hizo ahora, esta mesa de diálogo con el Ministerio Público Fiscal.

-No, porque esta mesa  es solamente una mesa de mediación a través de la fiscalía. Lo único que se les planteó a los ocupantes es que tienen que irse del predio y que no hay posibilidad de hablar nada hasta que no desocupen. La experiencia de quienes han ocupado en una y otra oportunidad es que si se produce el desalojo, después no hay respuesta alguna. Salvo los socios de la empresa Rincón Club de Campo, que están ocupando 8 hectáreas de tierra ilegalmente y allí no hay fiscal, ni jueces, ni intendente ni gobernador que salga con la misma dureza. Yo digo una mesa de diálogo pero de trabajo: que escuche el reclamo, que es heterogéneo; que sume al Concejo Deliberante, al Ejecutivo provincial y municipal; al Obispado y a la Defensoría del Pueblo como mediadores; y a las instituciones y organizaciones dueñas de las tierras en conflicto y las familias ocupantes.

-Ruiz señaló que algunas personas que están tomando actualmente tienen autos caros y que podría haber trabajadores estatales.

- Eso es así pero es equivocar la caracterización de la situación. Se intenta deslegitimar un reclamo. Me hace acordar a cuando se plantea que un pobre no puede tener un celular, o que en un casilla hay una antena de Direct TV. Es un error de diagnóstico porque hay trabajadores en relación de dependencia, del ámbito público y privado, que están atravesados por esta problemática. Ahora, ¿no poder acceder a un terreno que hoy sale un millón de pesos implica que no podés tener un auto para moverte para trabajar? Están errando a la caracterización de la demanda, que es heterogénea.

-¿Qué debería hacer el Estado municipal?

-No hay una solución única. Hay distintas herramientas con las que cuenta el Estado porque la demanda es heterogénea. Lo principal es que el Estado intervenga en la planificación de la oferta y la demanda y en la regulación del mercado del suelo. Esto es muy importante porque ninguno de los que han gobernado y gobiernan tienen la decisión de hacerlo porque tocan intereses y nosotros estamos dispuestos a hacerlo. Hay que regular el mercado del suelo.

-¿Qué opina de la propuesta del oficialismo de crear el Instituto municipal de la Vivienda?

-Hay otra propuesta del Consejo Asesor Económico y Social de Planeamiento presentó hace un año para la creación de un instituto de Vivienda, con lo cual en principio  va a haber 2 o 3 propuestas, sumados los aportes que nuestro equipo viene elaborando. Los vamos a poner en la mesa para analizar. A priori, no se trata de tener la razón, sino de tener la voluntad de abrir una nueva etapa acorde con mayúscula a la situación que tiene nuestra ciudad y la que va a tener en los próximos días y años. Las primeras observaciones que hemos hecho sobre el proyecto del Instituto, que presentaron el 13 de diciembre, es que no prevé en qué tierras construirá las viviendas o los loteos que dice que van a hacer; no prevé la creación de un banco de tierras (relevamiento de todas las tierras urbanizables en la ciudad), no aparece la función de planeamiento ni ningún tipo de intervención en el mercado del suelo, por lo que de salir así solo agravaría los problemas que la ciudad tiene.

-Algunos decían que estas tomas están movilizadas por sectores del propio MPN. ¿Tiene información sobre eso?

-Frente a una campaña electoral donde se asumieron compromisos públicos de resolver la problemática del acceso al hábitat, utilizar la necesidad de las familias para resolver disputas políticas... Detrás de cada ocupación hay una necesidad legítima y también hay móviles políticos. Hay una responsabilidad mayor de la provincia que repercute en la municipalidad porque la está gestionando el partido provincial. El responsable de generar permanentemente una burbuja que alimenta expectativas de la población neuquina y de la que viene a instalarse a Neuquén con demanda de trabajo y vivienda es el gobernador de la provincia. Acá tienen una responsabilidad política central porque después miran para el costado. Hay una demanda, además de heterogénea y diversa, voluminosa que no se corresponde con la decisión y capacidad del Estado de ir generando respuestas a la demanda habitacional.