En la voz de Guillermo Pereyra, secretario general de gremio de los trabajadores del gas y del petróleo, el MPN se atribuyó ayer como triunfo propio el freno a los despidos en Vaca Muerta, una medida que no hubiera sido posible implementar sin la decisión política del gobierno de Alberto Fernández que abrió el espacio adecuado para arbitrar en un conflicto planteado en medio de una redefinición de la política energética.

La mirada endógena sobre lo ocurrido esta semana en dos encuentros que se llevaron a cabo en la cartera de Trabajo de Nación, y que desembocaron el miércoles en la firma de un acta acuerdo entre los representantes de las empresas, del gobierno y de los sindicatos, es la habitual en un partido que necesita permanentemente reafirmar su identidad local. En el caso de Pereyra, además, la salida al problema planteado es relevante en un año en el que habrá elecciones para renovar la comisión directiva del sindicato que conduce desde hace más de 30 años.

"A Pereyra, que está viejo, hay que sacarlo", dijo ayer ante una numerosa asamblea de afiliados en Añelo, en alusión a un sector del sindicato que intenta armar, una vez más, una lista para presentarse en la interna que se llevará a cabo después de mediados de año. “Que presenten propuestas”, los desafío.

El dirigente gremial incorporó en el discurso un elogio tras otro hacia el gobernador Omar Gutiérrez, que se encuentra en España en una feria de turismo y con una agenda de reuniones programadas para hoy con tres empresas petroleras que operan en Vaca Muerta. "Me llamó ayer cuando allá eran como las dos y media de la madrugada para preguntarme sobre el acuerdo", dijo con la intención de destacar la preocupación del mandatario por la resolución del conflicto.

Los despidos en suspenso de las empresas petroleras se dieron en medio del cambio de gestión y en el contexto de un fuerte lobby de las empresas contra el gobierno de Fernández, respaldado por la provincia y el sindicato, para dolarizar el precio de los combustibles y el de las tarifas del sector energético. 

El dirigente de los trabajadores petroleros volvió a criticar el congelamiento del precio del barril de crudo y dijo que el proyecto de una nueva ley de hidrocarburos llegará para "blindar a Vaca Muerta y para que ningún decreto cambie las reglas de juego".

Ayer Pereyra convocó a "defender a nuestro presidente elegido por la mayoría del pueblo", y dijo  que tiene un camino "difícil" con la renegociación de la deuda externa, una medida desafortunada que tomó el gobierno de Mauricio Macri y que contó con el aval explícito e implícito de sus aliados, entre ellos el MPN.  El dirigente gremial sostuvo ayer que si la Argentina cae en default "tenemos que entregar las llaves e irnos todos". 

Todo estará bien con el sindicato mientras no vuelva a repetirse un escenario de conflicto. "Vamos a respetar la paz social, pero con todos los trabajadores adentro" de las empresas, advirtió Pereyra en la soleada y calurosa mañana de Añelo.