El exgobernador Jorge Sapag, en un solo movimiento, devolvió ayer las críticas que hizo el senador nacional electo Oscar Parrilli al gobernador Omar Gutiérrez y objetó el prematuro lanzamiento de la candidatura para el 2023 del vicegobernador saliente Rolando Figueroa. Al primero le dijo que "no son tiempos de criticar al gobernador", y al segundo que "son momentos de ponerle el hombro (a Gutiérrez), no de serrucharle el piso". 

Sapag viajó ayer a la ciudad de Buenos Aires por razones de trabajo y particulares, según dijo en una extensa exposición por radio AM 550 que tuvo formato de monólogo.

Parrilli había dicho que Gutiérrez está "más pendiente de defender los intereses de las petroleras que de gobernar en favor del pueblo de Neuquén", y Figueroa, en una despedida secuenciada al estilo de Los Chalchaleros, expresó en diferentes entrevistas, una de ellas con , que va a encabezar la oposición "al gutierrismo" en el MPN y que quiere ser el candidato a gobernador de su partido en el 2023.

"Los argentinos tenemos que aprender a hablar bien, no estar rosqueando y viendo de qué manera podemos dañar al otro, y menos si se trata del gobernador de la provincia", expresó Sapag en un barrido que incluyó al senador electo y al vicegobernador saliente.

"Para el 2023 falta una eternidad, tenemos entre manos problemas que resolver que son serios y concluyentes", sostuvo el exmandatario neuquino, quien no obstante apuntó que es "legítima" la aspiración de Figueroa.

La mayor parte de su exposición estuvo referida a cuestiones de la política energética (telegramas de despidos, caída de equipos de este año en Vaca Muerta y proyecciones para el 2020). Volvió a criticar el decreto que congeló los precios de los combustibles durante 90 días y habló de la desocupación, pero sólo de la que afecta a los trabajadores del petróleo. Y dijo que él defiende a las empresas petroleras porque son las que invierten y generan empleo. "Tenemos que defender a las empresas porque es defender a los trabajadores", sentenció Sapag.

El también consultor del gobierno de Gutiérrez, volvió a exponer la propuesta que tiene el MPN (Movimiento Popular Neuquino) para sostener dolarizada la actividad en Vaca Muerta, con un desenganche de precios en el mercado interno. Es la idea con la que trata de llegar a Alberto Fernández, pero el punto de fricción está en ver quién paga la diferencia, porque Neuquén no quiere resignar el precio de boca de pozo del gas ni el del barril de crudo (ambos dolarizados), y propone que Nación, bajando impuestos internos que forman parte de su recaudación, regule el precio de las naftas en los surtidores.