La antropóloga, investigadora y escritora Rita Segato, referente del feminismo a nivel internacional, estuvo ayer en la Legislatura de Neuquén, en lo que fue su "primera exposición pública" luego de sus dichos sobre la situación en Bolivia, que le valieron críticas de diversos sectores incluido gran parte del arco que componen los movimientos feministas. Señaló que fue "víctima de algo que (el portal digital de noticias) Infobae hizo", remarcó que "yo sí digo que hay un golpe en Bolivia, sólo que digo que es un golpe de nuevo tipo, que es un golpe oportunista".

En el hall del edificio legislativo, Segato brindó una titulada "Repensándonos en perspectiva de género: género y política en Latinoamérica", junto a la politóloga e investigadora y docente de la Universidad Nacional de Río Negro, María Esperanza Casullo, y a la vocal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Neuquén, Soledad Gennari.

Luego de las disertaciones, alguien del público le preguntó a la intelectual visitante "si no es lo mismo decir que 'no hubo golpe, Evo cayó por sus propios errores', que decir 'ella se lo buscó por llevar una pollera corta'".

La antropóloga comenzó a responder señalando que este tema "me ocupa gran parte de mi tiempo en los últimos días", y sostuvo que fue "víctima de algo que Infobae hizo". Amplió que "yo di una declaración oral muy bien pensada, grabada, por solicitación a una radio de La Paz, para la cual pensé cada palabra. Lo que hizo Infobae fue sacar una parte de lo que yo dije, ponerla como un titular, sacarlo de contexto y absolutamente tergiversar" sus expresiones, señaló. 

La intelectual feminista que "yo sí digo que hay un golpe en Bolivia, sólo que digo que es un golpe de nuevo tipo, que es un golpe oportunista porque también por visitar mucho ese país, vivir una parte de mi tiempo en Jujuy, más cerca de La Paz que de Buenos Aires, entonces tengo una información sobre un país muy opaco", afirmó.

"Nosotros estamos leyendo la situación de Evo Morales y la situación boliviana a partir de la óptica argentina, que es muy distinta. Estamos hablando de un país de mayoría indígena muy diversa entre sí", destacó, y luego afirmó que se trata de "un país muy diferente del nuestro, con mucha potencia del mundo indígena y lo sabemos leer muy poco".

Segato remarcó que "si ustedes acceden a la transcripción que hizo (el sitio web) ‘La Vaca’ de lo que dije en la radio paceña, yo estoy diciendo que soy plenamente consciente de que hay una lectura argentina de Bolivia que es muy distinta a la lectura boliviana de la propia Bolivia".

Agregó que "yo no recibí ninguna agresión de Bolivia. Recibí una carta crítica de una amiga mía que me llamó por teléfono a los gritos, llorando, tristísima, que es Julieta Paredes, que es la persona que escribe la única carta contraria a mi afirmación escrita en Bolivia. Es mi amiga y lo sigue siendo hasta hoy pero ella es fanáticamente evista (que adhiere a Evo)", señaló.

"Es otro mundo. Nosotros lo estamos filtrando desde nuestros problemas y nuestros antagonismos, y hay una lectura desde acá de lo que pasó en Bolivia y de lo que estoy llamando ‘la mochila del mundo de la Guerra Fría’, que en Argentina la llevamos muy fuertemente, también le llamo a eso ‘el bolcheviquismo tardío’, el ‘estalinismo tardío’, que pienso que nos afecta mal porque nos afecta la capacidad crítica", disparó.

Evo y Bolsonaro

Segato dijo conocer el país vecino por haber ido en muchas oportunidades y señaló que "otra cosa que es chocante y les va a caer muy mal", es que a partir de su interacción con diversos sectores de la sociedad boliviana, "nunca encontré un único boliviano que tuviera simpatía por (el vicepresidente, Álvaro García) Linera".

Destacó que "hay un primer período de la presidencia (de Morales) de lo que se llama el proceso de cambio en Bolivia, que fue extraordinario. La Asamblea Constituyente, la lucha contra la devastación del racismo boliviano, que era tremendo, fue un proceso extraordinario. Ese proceso empieza a decaer claramente, por ejemplo, con la ley de Deslinde de 2011, que prácticamente cancela el proceso de una sociedad plurinacional".

La antropóloga agregó que luego viene el hecho "más escandaloso de todos", en referencia a la actuación del gobierno de Evo Morales “frente al incendio de la Chiquitania” (por los “llanos de Chiquitos”, situados en territorio boliviano). 

Sostuvo que "tristemente, aunque son dos gobiernos de signo absolutamente opuestos, porque el gobierno de Evo fue un gobierno de bienestar social, de expansión de consumo y de protección de la gente, y el gobierno de Bolsonaro es lo contrario, es un gobierno racista, (pero) en el caso de incendio del bosque se comportaron de forma idéntica porque ninguno de los dos gobernantes reclamó emergencia nacional (...) para expandir el área de la industria agropecuaria y hubo muchísimas víctimas en los dos países".

Por último, reiteró que "yo no dudo en decir, porque lo he visto, que hubo un desgaste tremendo en la figura de Evo frente a su propia sociedad y ahí hubo un golpe. Yo nunca negué que hubo un golpe, pero es un golpe de un nuevo tipo. Es un golpe que aprovechó el desgaste del presidente para ocurrir y ahí frente a ese desgaste, su impopularidad, ahí se dan vuelta", finalizó Segato.