El presidente del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), Alejandro Giuliano, dijo que el gobierno de la provincia de Neuquén aún no compró los sismógrafos que permitirían conocer si los sismos registrados en Sauzal Bonito están relacionados con la actividad del fracking en la región de Vaca Muerta. 

"Se ha hecho muy poco", dijo Giuliano a , al ser consultado por los avances del gobierno neuquino. En junio pasado se anunció la instalación de dos aparatos, que pertenecen al Inpres. En el paraje ubicado a dos kilómetros de Fortín de Piedra, dentro de la formación geológica rica en gas y petróleo no convencional.

"Para determinar la posición de un sismo, el epicentro y la profundidad, uno necesita por lo menos tres sismógrafos porque tiene que triangular. Y tenemos dos. Quiere decir que no tenemos precisión", dijo el funcionario que dirige el organismo especializado.

"Por otro lado, el sistema automático, que es el que levanta la página web del Inpres, necesita por lo menos que ocho estaciones registren el sismo. Si no, registra pero no lo sube automáticamente y si nadie nos avisa que ha temblado, no lo podemos determinar. Esto tiene que quedar claro porque no hay precisión", agregó.

En agosto pasado, un nuevo temblor se sintió en cercanías de Sauzal Bonito. El movimiento tuvo una magnitud de 2.6 grados en la escala de Richter y una intensidad nivel III. Hace un mes casi justo, el 12 de octubre, se registró un sismo de 3.7 de magnitud en la escala de Mercalli, con epicentro a unos 80 kilómetros al noroeste de Neuquén capital, cerca de Añelo y Sauzal Bonito. Ambos fueron corroborados por el Inpres y publicados en la tabla de su sitio web oficial.

Giuliano, quien preside el mencionado instituto desde hace más de dos décadas, dijo que "nosotros habíamos proyectado la instalación de 26 aparatos para monitorear la zona", los cuales permitirían tener "una precisión de más menos cinco kilómetros, que es la ubicación del epicentro". 

Así quedó establecido en el proyecto que fue elaborado especialmente para el gobierno neuquino en febrero pasado, el cual "está aprobado" y solo "falta que la provincia compre los sismógrafos y los instale". 

"Debido a lo que ha pasado en la zona era importante tener algo que pudiera registrar y eso es lo que hicimos, pero está lejos de lo que se pretende para un proyecto de esa naturaleza", destacó.

El funcionario presume que la provincia sigue adelante con el proyecto y aclaró que "esto no es de un día para el otro". Indicó que "nosotros creemos, tenemos la sana intención, de que entre el primer y segundo trimestre del año que viene, se adquieran los sismógrafos. Lo que pasa es que usted sabe cuál es la situación que tiene el país ahora, está complicado, así que puede demorarse un poco".

intentó comunicarse con funcionarios del ministerio de Energía de la provincia para corroborar la información pero no obtuvo respuesta.

El director del Instituto Nacional dijo que “hay problemas administrativos, supongo. No es sencillo porque hay que importarlos, hay que esperar que los fabriquen. Lleva su tiempo. Son aparatos que no tienen una salida usual porque solo lo utilizan los centros sismológicos como los nuestros, uno por país", explicó. 

Alejandro Giuliano preside el Instituto Nacional de Prevención Sísmica desde hace más de dos décadas.

Un proyecto de más de un millón de dólares

Un sismógrafo cuesta alrededor de 40.000 dólares. "Del sismógrafo al proyecto total hay un buen tramo", señaló el funcionario, y estimó que "estamos hablando de más de un millón de dólares” teniendo en cuenta que solo la compra de los 26 sismógrafos representa "aproximadamente la tercera parte" del costo total del proyecto.

Desde comienzos de año ha habido algunos avances en el proyecto que permitiría monitorear la zona donde se ubica Sauzal Bonito, a unos 48 kilómetros de Añelo. El titular del organismo estatal de prevención sísmica señaló que desde allí "se han relevado los sitios donde van los sismógrafos, primero en el laboratorio y después se han verificado las cosas in situ". Y aclaró que no se trata solo de comparar los sismógrafos, sino que "después hay que instalarlos, hay que hacer una obra civil. Es un proyecto muy grande", detalló.

La instalación de los aparatos será verificada por el instituto pero también resta hacer la obra civil donde se instalan los sismógrafos. Se trata de un pequeño receptáculo donde va el sensor y el sistema de adquisición de datos. "Hay que hacer 26 de esos. Además hay que dotarlos de energía, que pueden ser paneles solares, y hay que ver la conexión porque tiene que llegar la información en tiempo real al Inpres", detalló. 

Luego resta contemplar el gasto de energía, que según el funcionario especializado es mínimo, y el gasto del servicio de conexión satelital, que sí es significativo. También hay que sumar el trabajo de mantenimiento, tanto para operar y mantener la red como para la recepción y análisis de la información obtenida.

En Argentina funciona la red global del Inpres pero actualmente no hay en ningún lugar del país un proyecto similar al que se pretende instalar en Sauzal Bonito. 

Días atrás, Gran Bretaña suspendió el fracking hasta nuevo aviso. Según el departamento de Energía de ese país, "no es posible predecir con precisión la probabilidad o magnitud de los terremotos relacionados con las operaciones de 'fracking'".

El titular del organismo argentino explicó que las autoridades británicas “han suspendido el fracking porque han registrado un sismo de magnitud 2. Hay lugares en el mundo donde ocurren y hay lugares en el mundo donde no ocurren", explicó. Luego señaló que "si usted monitorea durante un tiempo determinado, tiene precisión en las determinaciones, puede saber si ha aumentado o disminuido la actividad sísmica". 

Consultado acerca de en cuánto tiempo se podría empezar a tener algunos resultados, Giuliano indicó que "un año es el tiempo mínimo para poder tener una conclusión preliminar", y agregó que "esto va a quedar en Neuquén durante mucho tiempo".