Según el registro que elabora desde 2015 la agrupación feminista Mumala (Mujeres de la Matria Latinoamericana), Río Negro y Neuquén tienen, en lo que va del año, tasas de femicidios similares. La primera alcanza el 0,8 cada 100.000 mujeres, y la segunda 0,9 cada 100.000 mujeres contabilizadas en el último censo nacional. En lo que va de 2019 las provincias que registran la mayor tasa de femicidios son Chubut y Chaco, que registran el 2,6 cada 100.000 mujeres.

Stefanía Villa, integrante de Mumala Río Negro, explicó a que el año pasado Neuquén tuvo una de las tasas más altas del país, al registrar 2.46 femicidios cada 100.000 mujeres, mientras que Río Negro llegó al 1.24.

Villa detalló que "el año pasado en Río Negro tuvimos 4 femicidios y ahora, hasta octubre, tenemos 3: el de Valeria Coppa (ocurrido en Bariloche), el de Sofía (una nena de 3 años que fue abusada y asesinada por su madre y su padrastro en General Roca), y el de Vanesa De la Torre (ocurrido en Río Colorado)". 

La integrante de Mumala Río Negro dijo que en la provincia no hay una línea telefónica provincial destinada a denunciar casos de violencia de género, como sí existe en Neuquén la Línea 148. A nivel nacional, en tanto, existe la Línea 144, donde se pueden realizar denuncias desde cualquier punto del país. 

La reciente actualización del registro nacional de femicidios de Mumala, reveló que en lo que va del año (hasta el 31 de octubre) fueron asesinadas 226 mujeres víctimas de violencia machista. Esto significa un femicidio cada 32 horas, un promedio muy similar al registrado durante 2018. 

Según Villa, "además de esos 226 casos, hay otros 38 que están siendo investigados por la justicia y todavía no están enmarcados como femicidios. Sería una cifra bastante mayor, mucho mayor, si esas investigaciones avanzan", indicó la militante, en base a los datos que arroja el Observatorio con que cuenta la organización.

Para Villa, que la cantidad de casos se mantenga constante "tiene que ver con el bajo presupuesto para las instituciones que se encargan de erradicar la violencia, con el desmantelamiento del ministerio de Salud, y con cosas que se vienen arrastrando  y que esperemos puedan mejorar con el nuevo gobierno”.

Sin embargo, remarcó que "algo importante que va más allá de las cifras es el vínculo que tiene el femicida con las víctimas. Nueve de cada 10 víctimas es asesinada por un integrante de su entorno familiar: una ex pareja, una pareja, un novio, ex novio. Por eso, queremos hacer foco en que la solución no es poner más policías o gendarmería en la calle, como se hizo en Plottier después del femicidio de Laura "Cielo" López. No va por ese lado sino por tomar medidas de prevención y erradicación de la violencia".

La integrante de Mujeres de la Matria Latinoamericana indicó que uno de los principales reclamos que mantienen desde la organización es la declaración nacional de la “Emergencia en violencia de género”. Sostuvo que "le exigimos al Estado dos cosas: que se destine el 10% del presupuesto nacional para programas destinados a erradicar y prevenir la violencia machista, y seguimos insistiendo en que ese presupuesto tiene que estar atravesado por la perspectiva de género y debe contemplar medidas concretas y efectivas".

Sobre el primer punto, señaló que "en el caso de crearse ahora el ministerio de la Mujer -propuesta promovida por el Frente de Todos-, ese sería el organismo encargado de administrar ese presupuesto". Agregó que "además pedimos que cada una de las provincias también generen mecanismos de presupuestos" para abordar el problema, y enfatizó que "las instituciones tienen que apuntar a crear conciencia de la violencia en el entorno familiar".

Respecto del segundo ítem, Río Negro adhirió en septiembre de este año a la Ley Micaela, una norma sancionada por el Congreso a principios de año donde se establece la obligatoriedad para los trabajadores y funcionarios de todos los organismos del Estado, de capacitarse en violencia de género. 

Para la militante feminista, "comienzan a verse algunas jornadas y capacitaciones para algunos sectores pero falta, porque por ejemplo, después de que se dio una capacitación en el Poder Judicial, una de las chicas se acercó a ese organismo a hacer una denuncia y la misma señora que había estado haciendo la capacitación la desestimó. Entonces hay que trabajarlo bastante, no es algo que se haga una sola vez, sino que tiene que tener continuidad, hay que monitorearlo y las organizaciones feministas estamos atrás de esto a ver si se cumple", indicó.