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12/06/2018

Apuntes de un plan estatal

Los pioneros

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El Plan de Salud de Neuquén cumplirá 50 años de vigencia. Medio siglo de una institución de servicio público en la Argentina parece algo infrecuente. Sobre todo, porque atravesó múltiples vicisitudes que hicieron temer por su continuidad.

Osvaldo Pellin

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En dos años más el tan ponderado Plan de Salud de Neuquén cumplirá cincuenta años de vigencia. Medio siglo de una institución de servicio público de salud estatal en la Argentina parece algo infrecuente. Sobre todo, porque en tantos años el plan atravesó múltiples vicisitudes que hicieron temer por su continuidad.

Claro, no quedó incólume porque sufrió los vaivenes propios de su evolución y de las presiones impuestas por entorno tan variado.

Remontándonos a sus orígenes y con voluntad de mencionar en la evocación a aquellos que a mi entender fueron columnas en el momento de su fundación. Y a esos debemos encontrarlos en el plano político porque bien ha sostenido Florencio Escardó, “la salud es primero un problema político y luego apoyado en decisiones de ese carácter, un problema técnico”.

En 1970 se produjo en Neuquén la intervención de la provincia durante el gobierno de facto del general Juan Carlos Onganía. Esta inesperada decisión era el inicio de la progresiva democratización que pretendía el régimen al apelar a gobernadores con predicamento popular para con esa base intentar su propia legitimación en las urnas.

Don Felipe Sapag fue el primer ungido para ese programa y llevó como ministro de Bienestar Social a un médico cirujano radicado en Cutral Co. Formado en el Hospital Durand de Buenos Aires en la cátedra del profesor Juan Michans, Antonio Del Vas creía que el sector salud debía jerarquizarse a efectos de superar la precaria etapa en la que estaba. En ella ni siquiera manejaba su propio presupuesto ya que este estaba en jurisdicción del ministerio de Bienestar Social.

Del Vas designó como asesor a Antonio Gorgni, un médico ambulante, que fue llevando a su sola inspiración, los alcances de la prestación pública de servicios de salud cada vez más al norte de la provincia. Primero se radicó en Andacallo y cuando ese puesto sanitario fue ocupado, se trasladó y se radicó en Las Ovejas. Cuando ocurrió lo propio en Las Ovejas se radicó, más al norte aún, en Varvarco.

Desde esos lugares hacía sonar la alarma de la desprotección en salud de esas poblaciones y Del Vas se lo llevó a su lado para dar una señal clara hacia dónde se dirigían prioritariamente las acciones de la Salud: poblaciones rurales y grupos humanos dispersos y en ellos a madres, embarazadas y niños.

Y el tercero de estos personajes fue el Aldo Maulú, graduado en la  Universidad de Córdoba y ex militante de la Juventud Universitaria Peronista.

Maulú fue el eslabón que Del Vas necesitaba para darle racionalidad técnica al área de Salud de su ministerio, porque en un acto de generoso desprendimiento, ya que el cargo se le había ofrecido primero a él, propuso a Néstor Perrone para la Dirección General de Salud, “porque es muy capaz”, argumentó en su negativa.

Perrone había sido médico rural en Los Menucos, muy querido por esa población que ha celebrado que se bautizara, recientemente, con su nombre al hospital de esa localidad. Diplomado en Salud Pública y entrañable amigo de Aldo Neri, que por entonces era presidente del Consejo de Salud de Río Negro.

Perrone no era conocido por Sapag ni por Del Vas, su nombre surgió por indicación de Maulú, como queda dicho, que lo conoció en un curso para administradores hospitalarios que Perrone dictó y coordinó a fines de 1969 en la ciudad de Viedma.

Sobre la decisión de tecnificar el sector por parte de Del Vas, se apeló a un hombre con buena formación como Néstor Perrone, a la pertenencia por el interior profundo de Neuquén que aportaba Gorgni y al apoyo político, con influencia de Maulú, de Felipe Sapag.

Así comenzaron las primeras acciones del que poco después se denominó Plan de Salud de la Provincia del Neuquén.

Cabe preguntarse ¿por qué este plan terminó siendo valorado por todo el campo político de la provincia y por los propios ciudadanos, cuando comenzó durante la gestión de un gobierno de facto y atravesó nada menos que la dictadura cívico militar entre 1976 y 1983?

Fue la aplicación de políticas de salud cuando se manifestaba la vigencia de lo popular. Su continuidad se sostuvo, en base a los logros manifiestos del sector. Además, se le veía una clara intencionalidad por mejorar la salud sin discriminación alguna de la población, asentado como estaba, en una gran solidez técnica que por ese entonces ofrecían emergentes imitables, como la organización de la salud en Cuba y la declaración de Alma Ata ”Salud para todos en el año 2000”.

29/07/2016

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