02/10/2016

Río Negro

Di Giácomo: “La violencia verbal está llevando a Soria al aislamiento”

Di Giácomo: “La violencia verbal está llevando a Soria al aislamiento” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El ministro de Gobierno rionegrino criticó frontalmente al jefe comunal roquense, a quien consideró “una caricatura” de su padre, Carlos Soria. También cuestionó a los fiscales que investigan el asesinato en Bariloche del policía Lucas Muñoz.

El ministro de Gobierno de Río Negro, Luis Di Giácomo, lanzó categóricas afirmaciones contra el intendente de General Roca y presidente del Partido Justicialista provincial, Martín Soria. “Yo creo que muestra violencia verbal, una actitud general de desborde, de poca posibilidad de lo que significa gobernar en democracia”, y eso “lo está llevando al aislamiento”, dijo el integrante del gabinete rionegrino.

En diálogo con Va Con Firma, Di Giácomo criticó a los funcionarios judiciales que tienen a cargo la causa por el asesinato del policía Lucas Muñoz, desaparecido en Bariloche el 14 de julio pasado y encontrado muerto 27 días después. “La actitud de los fiscales que investigan deja bastante que desear”, afirmó el ministro.

Nacido en Avellaneda y radicado en Río Negro desde 1988 para ejercer su profesión de médico psiquiatra, Di Giácomo fue diputado provincial y presidente del Concejo Deliberante de Roca. Hoy, como hombre de confianza del gobernador Alberto Weretilneck, reafirma que el mandatario podría aspirar a su reelección en 2019 sin necesidad de reformar la Constitución, aún cuando opina que la misma debe ser “aggiornada”.

-Hablemos de la idea de reformar la Constitución de la provincia, que a pesar de haber sido sancionada en 1988 hay quienes piensan que quedó relegada en varios temas, e incluso es anterior a la Constitución Nacional del 94...

-Sí, fue sancionada en el siglo pasado y si uno se pone a mirar lo que han evolucionado las cosas solamente en estos últimos 10 o 15 años se dará cuenta que hay una serie de cuestiones no contempladas que hacen necesario un “aggiornamiento”. Pero además estamos en una provincia diferente, con reformas en el ámbito de la justicia que requiere nuevos enfoques. Por ejemplo que alguien para ser juez deba tener una cantidad de años de residencia, nos impide tener gente con mayor formación o mayor experiencia, y otra infinidad de cuestiones que deber ser discutidos y debatidos. Hoy hay, lógicamente, una nueva visión de provincia que ha ido madurando a pesar de ser una provincia joven. La cuestión de las regiones, la integración y todo lo que hace a un desarrollo provincial presente y futuro, deben estar contempladas en ese cuaderno de navegación que es una Constitución. Efectivamente, sí se requiere sin duda alguna de reformulaciones.

No hay lugar o espacio para pensar alianzas con alguna vertiente de tipo nacional

-¿Esta vez se ha generado suficiente consenso sobre la necesidad de la reforma?

-Hay una coincidencia en la necesidad de los cambios pero no hay una voz monocorde que diga que hay que ir hacia determinado lado. Habrá que debatirlo, elegir a los convencionales, que serán en definitiva los que determinarán qué proyecto se dé esta sociedad como provincia. Han cambiado muchísimas cosas, esa provincia de los años 80 donde el aislamiento, los localismos, algunos regionalismos, eran motivo de luchas y confrontaciones y limitaban incluso pensarse como una unicidad. Hoy en día hablamos de una identidad rionegrina, que hay que seguirla conformando, no se hace de un día para el otro y está en plena etapa de formación.

-Cuando se habla de reformas siempre se la liga a re-reelecciones. Usted ha dicho que en la situación actual no haría falta, ya que Weretilneck tiene el camino allanado para ser reelecto en 2019 sin cambiar la Constitución.

-Esta es una interpretación que para nosotros es factible y viable. De todas formas, la continuidad o no de un determinado proyecto o liderazgo no depende solo del deseo de quienes lo quieren impulsar, sino de la posibilidad de que esto cuaje en lo que es el eje central de las decisiones en democracia, o sea que ese proyecto pueda tener continuidad en una elección. Entendemos que nuestra pretensión se va a dar porque se ha instaurado un nuevo proceso. A partir del triunfo de Carlos Soria (en 2011), en principio, se produce el quiebre de una hegemonía, de un modelo y una forma de gobernar la provincia. Es una primera etapa de transición que comienza con Soria y tiene continuidad después con Weretilneck. Eso le ofrecimos a los rionegrinos el año pasado, y lo aceptaron masivamente con un número histórico de votos en las urnas. Allí empezamos a pensarnos en un proyecto de tipo provincialista basado en el encuentro y el reforzamiento de la identidad rionegrina, como un elemento que está puesto por encima de cuestiones ideológicas y partidarias nacionales. Así nace Juntos Somos Rio Negro.

- ¿Ustedes entienden que el entonces vicegobernador Weretilneck, al reemplazar por las circunstancias conocidas al gobernador (Soria) encabezó una transición hasta una nueva elección que fue la del 2015, y que recién a partir de allí asume su primer mandato?

Es un nuevo mandato, una nueva fórmula y es la primera vez que, en ese sentido, Alberto Weretilenck es ungido como gobernador.

-Entendemos que no hubo continuidad de la fórmula. Es un nuevo mandato, una nueva fórmula, y es la primera vez que, en ese sentido, Alberto Weretilneck es ungido como gobernador. Entonces, entendemos que a partir de aquí, hay una posibilidad de un segundo mandato. Pero por supuesto el anclaje legal es absolutamente imprescindible, y también es cierto que un anclaje legal y nada más, no pasa de ser una formalidad, si no hay una posibilidad real y un consenso importante en la sociedad para que suceda de esta manera.

-¿Cómo se hace en un país tan poco federal, más allá de las formalidades, para desarrollarse autónomamente sin relación alguna con partidos nacionales?

-Nosotros decimos ser la expresión de la sociedad rionegrina y no somos un partido de una ciudad, no es un partido de una región, no es un partido de una familia, no es un partido de un sector hegemónico, y justamente esa variedad en su composición es lo que respeta las características de la provincia. Este es el esquema que nos mantiene libres de pertenencia con cualquier fuerza nacional de las tradicionales o no, que dicho sea de paso, tanto el peronismo como el radicalismo están en un proceso de transición y de identificación para saber quiénes son y donde están.

-¿Confirma entonces, que Juntos Somos Río Negro irá solo a las elecciones de medio término del año próximo?

-Absolutamente. Nosotros tenemos que ser coherentes y llevar a la discusión de los temas nacionales a nuestra representación de la sociedad desde esta óptica provincialista. No hay lugar o espacio para pensar alianzas con alguna vertiente de tipo nacional.

-Las PASO provinciales están suspendidas y las nacionales en duda, ¿verdad?

No veo al gobierno nacional entusiasmado con las PASO. Particularmente creo que una cosa fue la teoría de las PASO y otra los resultados reales.

-Yo percibo que hay una buena cantidad de provincias que no están entusiasmadas con su aplicación. El gobierno nacional parecería que no quiere forzar situaciones pero tampoco se los ve muy entusiasmado con el esquema de las PASO. Particularmente creo que una cosa fue la teoría de las PASO y otra los resultados reales. De ser internas transparentes se terminaron transformando en una especie de ensayo de elección general. Y en esto, hay que ser sincero, cada uno lo piensa de acuerdo a su conveniencia o del sector al cual pertenece, por lo cual habrá media biblioteca que dice que son bárbaras y otra que dice que hay que suspenderlas o renunciar a ellas.

-¿Y en lo biblioteca de ustedes les conviene que existan o no?

-No sé. Yo creo que es un tema que, a los fines reales, sirvió para resolver internas justicialistas que si no hubieran sido probablemente sangrientas. Pero después de esta parafernalia de listas colectoras, de cosas que en definitiva terminaron torciendo la voluntad popular, no es un tema que esté en el interés de la gente.

Tanto el peronismo como el radicalismo están en un proceso de transición y de identificación para saber quiénes son y donde están.

-Hay una fuerte campaña especialmente desde un sector del justicialismo rionegrino, y que se presume irá creciendo, de desprestigio y de denuncias hacia el gobierno, con la vehemencia que es característica del intendente de Roca, Martín Soria, y de algunos legisladores afines.

-Más que vehemencia, yo creo que lo que está mostrando Martín Soria, es una actitud más de violencia que de vehemencia. La vehemencia se podría asociar con la pasión y una forma de avanzar que se va plasmando en hechos y concreciones, y este no es el caso. Una violencia verbal, una actitud en general de desborde, de poca posibilidad de lo que significa el arte de gobernar en democracia, en conjunto con los otros, el respeto por las diferencias, el poder entender que en política hay aciertos y errores, que desde los años 80 vivimos en esta democracia en la que su construcción se basa en el respeto por las diferencias, y evidentemente nuestra visión de lo que significa hacer política no es la que Soria entiende. Esto lo está llevando al aislamiento, es lo que lo que ha llevado a una situación en Roca que no es más que una mala copia de la verdadera revolución que, en todo caso, significaron las dos gestiones de Carlos Soria.

-También es cierto que muchas de las cosas que hace son similares a las que llevaron a su padre a ser gobernador de la provincia.

-Una cosa es la persona y otra el personaje. El personaje de las personas públicas tiene ciertas características, y muchas de ellas se transforman en mitos o en deformaciones de la realidad de lo que es la persona. A mí me da la impresión de que Martin se ha imbuido del personaje y no ha podido descifrarlo porque sin dudas Soria padre, era un personaje complejo para quienes lo conocimos a lo largo de décadas de militancia y trabajo conjunto, pero otra cosa era la persona. Era flexible, con quien se podía conversar y consensuar.  Un personaje, además, que aprendió de 30 años de derrotas. Que cuando parecía haber llegado al fondo de las derrotas en el 2003, la salida fue comenzar una gestión en su localidad y eso de alguna manera lo catapultó a analizar lo que se podía hacer en la provincia. Yo creo que, sin entrar en cuestiones íntimas personales, el actual intendente de General Roca es una especie de imitación de lo que él cree que fue su padre. Por supuesto que no son comparables. Ni las personas, ni lo que fue la gestión de Carlos Soria y lo que hoy es una gestión que viene en un declive pronunciado, y que desde la política ha significado no poder construir absolutamente nada desde que se inició hasta ahora. En psicología, ya lo decía Freud, uno tiene que superar al personaje del padre y ser una cosa totalmente nueva. Lamentablemente, si alguien no logra salirse del ropaje de su propio padre, cuando uno tuvo un padre poderoso, no logra generar su propio personaje. Entonces, cuando uno quiere ser una copia, se termina siendo una caricatura.

La Constitución de Río Negro fue sancionada en el siglo pasado y es necesario un “aggiornamiento”.

-¿Cómo está la relación del gobierno de Río Negro con la sociedad de Bariloche tras el asesinato del policía Muñoz?

-Bariloche tiene una realidad muy compleja y difícil, y el tema Muñoz es un tema que puso en evidencia toda una serie de cuestiones que están en investigación, por lo que preferiría no ahondar demasiado. Sí debo decir que el gobierno no ocultó nada, no quiso ser cómplice de ninguna cuestión de tipo sectorial, no quiso eludir ninguna responsabilidad, y de hecho inmediatamente separó a todos los policías que la justicia indicó que habían tenido algún proceder negativo, y se procedió con el más absoluto rigor. Se le brindó a la justicia todo lo que pidió y hoy lamentablemente la que va quedando en deuda, es precisamente la justicia, que tiene nombre y apellido porque realmente la actitud de los fiscales que están investigando está dejando bastante que desear. Nosotros hicimos y estamos haciendo todo lo que nos corresponde hacer, hubiéramos querido que con la misma firmeza y rapidez hubieran actuado los sectores que son los responsables de la investigación de los hechos. Más allá del tema puntual, la ciudad y la sociedad de Bariloche tiene sus complejidades y sus fragmentaciones, y el eje central es que en el mismo punto geográfico y socio-político conviven lo más sublime y lo más miserable, o sea la belleza más profunda y determinadas miserias humanas y determinadas carencias que hacen que la inequidad sea un caldo de cultivo para situaciones problemáticas. Eso nos obliga a trabajar profundamente. Si Bariloche no sale de su temporalidad en lo que hace a la explotación de sus propios recursos, fundamentalmente ligadas a la estacionalidad de la actividad turística, siempre vamos a tener esta cuestiones explosivas.

29/07/2016

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