Columnistas
29/04/2020

El rostro de la pandemia en el norte neuquino

El rostro de la pandemia en el norte neuquino | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

En el mundo, la pandemia no ha hecho otra cosa que sacar a la luz lo que no se hizo o no se priorizó. En Neuquén, no se han invertido adecuadamente las inmensas riquezas no renovables en obras para las regiones más postergadas, entre ellas la zona norte, donde ha dejado al descubierto las deudas del Estado.

Carlos A. Lator

La pandemia que azota al mundo y a nuestro país, también han dejado al descubierto en Neuquén las deudas que tiene el Estado con la zona norte de la provincia; especialmente,  las que se vinculan con la salud púbica y el mundo del trabajo.

Los mineros de Andacollo y Huinganco que trabajan en la empresa Trident  Southern  Explorations trasladaron su protesta a la casa de gobierno, en Neuquén Capital, en demanda del pago de los sueldos de marzo. “El gobierno nos obligó a cortar la cuarentena dijeron”, en un desesperado  reclamo que se hizo público y que agrega un nuevo capítulo de promesas y contratos incumplidos. 

Del mismo modo, la empresa Luciano S. A,  que construye el nuevo puente sobre el río Curileuvú en Chos Malal, dejó sin trabajo a 70 familias. Un  despido masivo que según los obreros se debe a que la provincia le adeuda a la empresa 130 millones de pesos”. En el pliego de reclamos también exigieron que se los vuelva a contratar urgente y se terminen los trabajos de una obra fundamental para la conectividad de todo el norte neuquino.

La paralización de la obra del nuevo edificio del Jardín Nº 48 en el barrio Uriburu de Chos Malal, completan un cuadro social muy complicado para los trabajadores de la construcción. 

Estas situaciones que se están viviendo conforman un escenario preocupante para la región si consideramos que Chos Malal es una de las ciudades que desde hace varios años viene liderando  el ranking de desempleo en Neuquén, como lo señala la Encuesta Provincial de Hogares que realiza Estadística y Censos de  la provincia. 

Según esos registros los jóvenes del interior son los más golpeados por la desocupación y el empleo de baja calidad en la franja que va de 18 a 24 años. En Chos Malal  el 33% hace trabajos precarios y casi el 60 % no realiza ningún tipo de aporte jubilatorio.

En los últimos años el gobierno provincial ha invertido más de 100 millones de pesos en canchas de césped sintético a lo largo y a lo ancho de la zona norte de Neuquén, adjudicando las obras a una empresa que figura entre los principales aportantes a las campañas electorales del actual gobernador. 

Es casi el mismo monto de dinero que hoy se necesitaría para acondicionar el aeródromo Oscar Reguera de Chos Malal, una estación que se construyó en una época dónde Neuquén supo tener una empresa aérea de gran impacto social como TAN, que  en los años ’90 el gobernador Sobisch desguazó y malvendió.

Chos Malal no tiene terapia intensiva, y está lejos de tenerla, pero si el aeródromo local tuviera un equipamiento e infraestructura  adecuada  para que opere todo el año, las 24 horas del día, se podría tener un servicio aéreo rápido y eficaz para atender situaciones de emergencia en Chos Malal y toda la zona norte.

En el mes de marzo se interrumpió  el servicio eléctrico en tres oportunidades por trabajos de mantenimiento en la línea Puesto Hernández-Filo Morado-Chos Malal. Una línea vetusta que se emparcha todos los años y que cuando queda fuera de actividad deja sin luz a todo el norte neuquino. La vieja promesa de cerrar el anillo energético ya cumplió más de 30 años entre los proyectos que el EPEN nunca terminó de concretar. 

Si a todo esto le agregamos que el acceso a internet es precario, que el asfalto de las rutas Nº 6 y 7 no figuran en ningún presupuesto, que la falta de viviendas es endémica y que todavía existen familias que carecen de acceso al gas natural, en una zona rodeada de yacimientos  de petróleo y gas, la existencia de un Estado presente se diluye aún más.

La pandemia no ha hecho otra cosa que sacar a la luz lo que no se hizo o no se priorizó. En el caso de Neuquén, no haber invertido adecuadamente las inmensas riquezas de recursos no renovables, en obras que generen beneficios permanentes a los habitantes de las regiones más postergadas.

El Plan de Salud cumplió 50 años y gran parte de su origen tuvo que ver con la necesidad de atacar los graves problemas sanitarios que tenía el norte neuquino. Fue un programa que tuvo la virtud de actuar a tiempo y de pensar en el futuro.

Esperemos que esta crisis vuelva a ser una nueva oportunidad para pensar en los que menos tienen, en  las nuevas generaciones y en una sociedad más justa e igualitaria.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]