Después de 11 años, las autoridades de la Universidad Nacional del Comahue convocaron a la Asamblea Universitaria que, a juicio de la rectora Beatriz Gentile, es “el evento más importante del año”, más aún si se tiene en cuenta que las instituciones del Estado se encuentran en pie de guerra frente la motosierra que amenaza con llegar al hueso de su propia existencia.

La Asamblea se hará en el Museo Nacional de Bellas Artes los días 12 y 13 de marzo y los 275 asambleístas debatirán 19 proyectos que fueron elaborados a lo largo del 2023.

Señaló Gentile que se trata de “una renovación de las bases, principios y derechos plasmados en el estatuto, donde se adecuarán los convenios docente y no docente y se incorporarán tres perspectivas fundamentales que hablan de esta adecuación, modernización, si se quiere actualización de las bases de la universidad, justamente a lo que es el paradigma cultural- científico del siglo XXI: vamos a incorporar la perspectiva de género, la cuestión ambiental y declarar a la universidad como Universidad Intercultural. Son tres ejes que van a atravesar el ordenamiento interno y el quehacer académico y científico de la universidad”.

Y, por otro lado, se buscará “la jerarquización académica de nuestras universidades en Zapala, San Martín de los Andes, San Antonio Oeste y Viedma”, lo que “también habla de la decisión que toma la comunidad académica del Comahue de asentarnos en el territorio, entendiendo la necesidad de que cada una y uno de nuestros alumnos acceda y tenga la posibilidad de estudiar más cerca de su lugar de residencia”.

“Es uno de los eventos más importantes del año. Llegamos a concretarla con mucho acuerdo y consensos para los proyectos, y esto es muy importante para mirarnos en el espejo de un momento político de la Argentina que mientras se habla de cortar, mutilar, o licuar derechos, nosotros estamos abriendo el horizonte para ampliar, construir y para incorporar, no para excluir. Creo que es una senda compleja por el momento que estamos viviendo pero es muy importante que lo haga la Universidad”, agregó.

También comentó que hubo que “superar incertidumbres” acerca de si era o no oportuno convocarla, ya que el debate pasa hoy por como impedir el desfinanciamiento que socava la vida universitaria. “Creo que es el momento indicado porque a la universidad le toca, como parte de sus misiones, adelantarse a los problemas de la sociedad para ver cómo resolverlos. Esta Asamblea tiene esa voz, más allá del momento que estamos viviendo, para definir hacia dónde hay que caminar para lograr una argentina con más derechos, con una sociedad más abierta y que entienda que el otro no es un problema si no lo contrario”, consideró.

Situación actual presupuestaria

Las universidades nacionales están funcionando con la prórroga del presupuesto 2023. Así, lo que se gastó o invirtió en enero de este año, fue a valores del año pasado. Claro que en el medio hubo una inflación del 254 por ciento.

Gentile recordó que el gobierno de Alberto Fernández aportaba a la UNCo una cuota extra a las mensuales para gastos de funcionamiento, por fuera de la cuestión salarial. La última cuota, de 121 millones de pesos, fue usada para el pago de alquileres, servicios y becas estudiantiles y de investigación. “Pero –agregó Gentile- ya hemos gastado 230 millones de pesos; ese desfasaje lo hemos cubierto con remanentes del ejercicio anterior. Hay que ver qué pasa con la cuota de febrero”.

Pero la preocupación esta puesta en el futuro inmediato. “Hasta abril o mayo llegan los ahorros. Si no hay un incremento, estaríamos en serios problemas. Para nosotros no es una opción cerrar la universidad. Por eso estamos trabajando fuertemente desde enero de este año, en reuniones con legisladores nacionales, provinciales, con gobernadores e intendentes, además de llevar una estrategia conjunta con todas las universidades a partir del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)”.

La UNCo tiene la particularidad de contar con asentamientos académicos en las provincias de Neuquén y Río Negro, lo que significa también contar con distintos proveedores de, por ejemplo, energía eléctrica. “Queremos ver cómo podemos, con cada uno de ellos, sentarnos y conversar una baja o quita; en el caso de Neuquén, el municipio nos ha exceptuado de algunas tasas municipales y estamos planteando que en Concejo Deliberante, cuando salga la incorporación de una tasa para saldar la deuda con Cammesa, que eso no esté incorporado a nuestra factura. Son pequeñas estrategias muy importantes en un momento tan difícil como este. Pero esto es solo para pasar el momento, no es una solución”, aclaró.

Gentile opinó que “la educación está bajo el filo de la motosierra, porque no solo se trata del congelamiento de las universidades, sino porque hay universidades que tienen colegios secundarios y el Fondo de Incentivo Docente que no se ha distribuido a las provincias, les provoca un déficit enorme en lo salarial y en el funcionamiento”.

Finalmente se refirió a que en la pelea por una sustancial mejora en el nivel presupuestario cuenta con un aceitado frente interno, ya que los dos gremios docentes y el no docente “coinciden en nuestro diagnóstico”. “Creo que hay una buena predisposición de las centrales sindicales en entender que la cuestión universitaria se pelea de conjunto, con los estudiantes movilizados. La defensa de la universidad pública no admite una mirada sectorial sino colectiva, porque estamos todos y todas en la misma situación”.