En el 48 aniversario del golpe cívico militar de 1976, a 39 del juicio a las Juntas Militares de 1985 y a casi 21 años de agosto del 2003 cuando se anularon las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y se reabrieron los juicios por delitos de lesa humanidad, la sociedad argentina enfrenta la amenaza de un enorme retroceso.

El intento de implantar el negacionismo y la reivindicación de la dictadura genocida llega de la mano de un gobierno antipopular, antinacional y antidemocrático; que niega que haya existido un plan sistemático, afirma que en la argentina “hubo una guerra” y pone en duda el número de los desaparecidos.

En el contexto de esa amenaza, consultó a cuatro destacadas figuras de los derechos humanos de Neuquén. El abogado Marcelo Medrano, querellante por la APDH en los juicios por La Escuelita, el subsecretario de Justicia y Derechos Humanos de la provincia, Ricardo Riva; y los ex detenidos desaparecidos y reconocidos luchadores en este campo Raúl Radonich y David Lugones.

En sus apreciaciones destaca un mismo diagnóstico de la situación actual: la amenaza de un retroceso de la mano de un negacionismo impulsado desde el gobierno. Pero también la confianza en la repuesta masiva de una sociedad que ha incorporado definitivamente las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.

Medrano: “No veo viable un indulto”

El abogado Marcelo Medrano no descartó “nada” en cuanto a lo que “este gobierno pueda hacer” en favor de los genocidas, como por ejemplo indultarlos. Sin embargo, aclaró, “no lo veo viable, porque tengo mucha confianza en el pueblo argentino, en que tiene muy claro que hay cosas que no se tocan”.

Medrano alimenta su confianza en lo sucedido cuando la Corte Suprema de Justicia declaró, en 2017 -pleno gobierno de Mauricio Macri- aplicable el cómputo de la ley del “2 por 1” (sancionada en 1994) para la prisión de un condenado por delitos de lesa humanidad. Fue entonces que poco tiempo después una enorme movilización popular obligó a retrotraer ese fallo.

“Tengo mucha esperanza en que hay cuestiones, como la protección de los derechos humanos en términos integrales -con los juicios de lesa humanidad como conquista-, que hacen que uno lo vea inviable. No creo que el gobierno pueda plasmar en la realidad en caso que quiera avanzar con los indultos” expresó.

Aunque no dejó de señalar que “en términos graduales puede ir haciendo otras cosas a través de los tribunales o en términos políticos; eso exige prestar atención. Estoy pensando en un indulto que es algo de alto impacto y tiene que ver con una decisión unipersonal. Pero si el gobierno quiere desestabilizar lo que se logró con los juicios de lesa humanidad, no lo veo viable”.

“El negacionismo es una construcción compleja. Debe vincularse con la historia, la memoria, la política y con lo social”, expresó Medrano a . “Hoy la discusión se centra en el estado de negación y sus alcances (ello involucra, por ejemplo, el número de desaparecidos). Y otra centralidad se vincula con el derecho de expresarse o directamente con la comisión de delitos al negar hechos evidentes”, agregó.

El abogado indicó que “en las últimas jornadas de Lesa Humanidad Nacionales se discutió el negacionismo: por ignorancia o bien por fines explícitos. En nuestro país y en Neuquén específicamente existen los juicios de lesa humanidad que tuvieron sus sentencias, ya vamos por el octavo. Invalidar el plan sistemático de exterminio conlleva invalidar la verdad concebida en términos de respuesta judicial”, opinó finalmente.

Radonich: “Vivimos un retroceso”

Para Raúl Radonich, ex detenido desaparecido durante la dictadura, ex diputado provincial y de reconocida trayectoria como militante por los Derechos Humanos, “Este 24 de marzo tiene una característica especial en función en que estamos ante un gobierno negacionista”.

“En febrero declaré por quinta vez en los juicios por La Escuelita, en esta oportunidad se están enjuiciando al ex juez Pedro Laurentino Duarte y ex fiscal Víctor Ortíz. Las cuatro anteriores fueron en el contexto de gobiernos que habían llevado adelante políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Ahora es en el de un presidente que en el debate presidencial dijo que había habido una guerra entre dos bandos (la denominada teoría de los dos demonios) y que, si hubo excesos, había que sancionarlos. Y justamente no fueron excesos, porque el ciclo secuestro- tortura- información no era un exceso, sino la política represiva que llevaba adelante el terrorismo de estado”, destacó.

Agregó que cuando Milei –o también su vicepresidenta Victoria Villarruel- habla de excesos “está desconociendo cientos de fallos por juicios de lesa humanidad que sentenciaron al terrorismo de Estado”, pero lo hace no por ignorancia sino “por la concepción negacionista, de él y su vicepresidenta. Todo muy preocupante”.

Recordó que un miembro de la Corte Suprema dijo en una oportunidad que “haber llevado a juicio los delitos de lesa humanidad sigue siendo una experiencia inmejorable, a través de esta política de Memoria, Verdad y Justicia. Decía este miembro de la Corte que la Argentina había ganado un enorme prestigio internacional y que por lo tanto eso debía ser una política de Estado”.

“Hoy vivimos eso como un retroceso, y la preocupación es hasta dónde puede llevar adelante sus convicciones y tratar de generar un indulto que termine amnistiando a los condenados por genocidio. Creo que esto va a tener mucho que ver con lo que los distintos sectores de la sociedad que han apoyado las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, se puedan expresar y movilizarse”, consideró Radonich.

Para el dirigente “este 24 tenemos que tener una masiva presencia en las calles, con una fuerte unidad de todos los sectores políticos, sociales, sindicales y culturales” para “darle sentido a un hecho histórico” y para “defender esta lectura del pasado reivindicando las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”.

Riva: “El negacionismo busca impunidad”

El ex Defensor del Pueblo y actual subsecretario de Justicia, Derechos Humanos y Familia de la provincia, Ricardo Riva, brindó su punto de vista respecto del nuevo escenario nacional que propone no sólo negar el genocidio sino, en muchos casos, reivindicarlo.

Dijo Riva: “cada 24 de marzo es reafirmar el compromiso por mantener viva la Memoria, que es la que nos une en este tiempo, en el que recordamos a las víctimas de la dictadura, en el que reivindicamos la lucha de las madres, las familias y el legado que nos dejó Noemí Labrune, que no se doblegaron en la búsqueda por la Verdad y la Justicia. Y la Verdad se construye a partir de las expresiones de las distintas opiniones históricas, no de la negación”.

Explicó que “el negacionismo no se funda en investigación, en contrastar procesos históricos, sino directamente en negar la realidad”, por lo que “es un posicionamiento político que nada tiene que ver con el respeto de los saberes, vivencias y hechos científicos y concretos que construyen la historia y el presente de nuestro pueblo”.

“Reflexionar sobre el negacionismo nos permite repensar la sociedad que éramos”, pero además “nos invita a hacer frente con un debate público plural” destacó, y añadió que “proteger la Memoria, la Verdad y la Justicia es producto de un entramado de esfuerzo social, construido con los años por la sociedad argentina. Porque también fuimos víctimas de ese genocidio”.

Luego fue contundente al sostener que “el negacionismo intenta garantizar la impunidad y, desde la perspectiva basada en los derechos humanos, entendemos que una conversación social abierta y permanente es lo que nos posibilita seguir sosteniendo y reforzando la defensa que elegimos como sociedad, para no olvidar. Es esa conversación la que el negacionismo y sus impulsores no quieren llevar adelante. Porque el negacionismo no abre: cierra cualquier posibilidad, alojado en su arbitrariedad para imponer un relato sin datos, sin pruebas y sin bases”.

Por último consideró que “en la búsqueda por mantener viva la Memoria, hacer Justicia es parte de la reparación, es rendir cuentas de lo que quedó abierto, es recuperar esos hechos y poner en perspectiva para quienes se posicionan en la negación. La defensa de este proceso social de construcción de Memoria, Verdad y Justicia nos invita, toda vez, a reafirmar el compromiso de reforzar la transmisión a las nuevas generaciones, recuperar el pasado para construir el presente y el futuro”.

Lugones: “Retroceso insoportable”

El periodista, ex concejal y ex delegado de Derechos Humanos de la Nación en Neuquén, David Lugones, aseguró que en virtud del posicionamiento del gobierno de Milei “este 24 de marzo adquiere un significado muy especial”. Esto a partir de las expresiones y acciones del presidente, la vicepresidenta y de otros funcionarios que “han negado terminantemente lo sucedido durante el terrorismo de Estado y junto con ello la peor tragedia de nuestro país desde el 25 de mayo de 1810. Esto es un horror, un retroceso insoportable para todo el pueblo argentino y para nuestra historia como Nación”.

Señaló como “muy doloroso” el hecho de poner en duda a los 30 mil desaparecidos, o de “llamar excesos a lo que claramente fue un plan sistemático”, concepto reafirmado por la Corte Suprema de Justicia, por el Poder Legislativo y el Ejecutivo “de la mano de Néstor y Cristina Kirchner”.

Calificó como “una afrenta” que el actual gobierno “tenga un plan económico igual al de la dictadura, es decir un modelo neoliberal de exclusión para la mayoría de los argentinos. Cuando uno escucha el discurso de Martínez de Hoz, es estar escuchando a Javier Milei, a Luis Caputo o a Domingo Cavallo” que plantean “un modelo que modificó sustancial y estructuralmente la situación económica y social del país hasta nuestros días. Nunca más pudimos recuperarnos del cambio que significó aquel 24 de marzo, en el que de una deuda externa de 5 mil millones de dólares pasó a ser de 45 mil millones de dólares al final dela dictadura; una desocupación que aumentó brutalmente en un país que tenía casi pleno empleo; la inmensa destrucción de la pequeña y mediana empresa y las economías regionales, y ni hablar de la desigualdad que generó en materia salarial”.

Otro de los aspectos que Lugones remarcó como una “preocupante similitud” entre el actual gobierno y la dictadura es “la intolerancia y el odio hacia todo aquel que piensa distinto. Esto no lo habíamos vivido en estos años de democracia de la manera brutal que la estamos viviendo hoy. Este fue uno de los elementos sustantivos durante la dictadura que bajo el apelativo de “subversivo” o aquello de “algo habrán hecho”, implicaba el odio hacia todo aquel que pensara diferente. Hoy pretenden instaurar este mensaje de intolerancia, de no diálogo y de odio, que es una de las características central de la cultura de la derecha en el mundo, con los daños terribles que esto ocasiona en el tejido social”.

Finalmente opinó que “estamos a punto de dar un paso atrás en esta democracia que supimos conseguir a partir de octubre de 1983. Aunque creo que no van a poder avanzar en algunas cuestiones como lo es el negacionismo o indulto porque hay una base en la sociedad que se los va a impedir”.