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Entrevistas
01/06/2025

Beatriz Gentile

“El gobierno está en contra del sistema universitario argentino”

“El gobierno está en contra del sistema universitario argentino” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La rectora de la UNCo advirtió que el problema de las universidades no es presupuestario sino que la alianza gobernante quiere cambiar la matriz social del país. Dijo que en el Comahue se fueron en un año 90 docentes. Valoró el apoyo de los gobiernos provinciales y municipales. Reveló que no buscará la reelección.

Marcelo Castro

La rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Beatriz Gentile, señaló que la única posibilidad para que las universidades públicas puedan salir del ahogo al que las sometió el gobierno de Javier Milei, es que se apruebe el proyecto de ley de financiamiento presentado en el Congreso Nacional. “Y ojalá esa ley no sea vetada”, aclaró.

En diálogo con Va Con Firma, Gentile destacó el apoyo de los gobiernos de Neuquén y Río Negro para que la UNCo tenga “supervivencia”, pero al mismo tiempo un desarrollo territorial, con la apertura de nuevos asentamientos universitarios.

También aseguró que el problema es que el gobierno nacional “descree del sistema universitario y científico argentino” y que, por lo tanto, la no transferencia de fondos “no es por una cuestión de plata”.

-¿Qué panorama se abre si se aprueba el proyecto de ley de financiamiento universitario presentado por el CIN esta semana en el Congreso?

-De aprobarse, sería un paso muy importante para todo el financiamiento de las universidades. Pero además porque también legaliza y ponen en orden los sistemas de becas, las convocatorias a paritarias docentes y no docentes, los fondos específicos para carreras estratégicas, los fondos para ciencia y técnica. Es decir, ordenaría partidas que estuvieron acordadas y que este gobierno no entrega. Sería muy importante contar con un instrumento de estas características porque le daría previsibilidad al desenvolvimiento de las universidades, pero también a lo que hace como deuda exigible para que las propias universidades tengamos un documento del cual partir. Hoy estamos partiendo de una incertidumbre enorme, porque mes a mes tenemos que ver cuál es la resolución que nos llega para saber cómo pagar y cuál es el valor de los sueldos, o con qué dinero de funcionamiento vamos a contar o qué vamos a hacer con las becas. De aprobarse sería un paso enorme, y la expectativa sería que no la vete el presidente, como ya sucedió.

-¿Cómo se financiaría, sin crear nuevos impuestos ni afectar el equilibrio fiscal?

-Tiene que ver con un aumento progresivo de la participación en el presupuesto, de la coparticipación también; de ir incrementando paulatinamente un porcentaje del PBI todos los años, previendo en función de la coparticipación. El crecimiento de la recaudación tributaria fue mucho mayor que lo que se asignó para todas las tareas que están comprometidas por ley. Una de ellas es el financiamiento de las universidades. Por lo tanto no es la creación de nuevos impuestos sino de una redistribución dentro de la propia estrategia que el gobierno nacional ha planteado con un crecimiento paulatino del porcentaje del PBI. En ese sentido, si el gobierno pone blanco sobre negro sobre sus valores ciertos de recaudación, de superávit, de cómo están las cuentas del Estado, claramente no habría que crear un impuesto nuevo.

-Es decir que no es algo extraordinario lo que se le pide al gobierno…

-En absoluto. Se le está pidiendo que cumpla con la ley. No es un problema de dinero lo que hay con las universidades. El problema que tiene esta alianza gobernante no es el problema presupuestario para las universidades. El problema es que no cree en el sistema universitario argentino, descree en el sistema científico universitario, está en contra de ese modelo de gestión de la ciencia, la tecnología y el conocimiento en términos de horizontes equitativos e igualitarios. Es sobre eso a lo que apunta. No es un problema de dinero. No es el problema que las universidades le generen déficit. Nunca tuvo que ver con eso. Lo que pasa es que nosotros seguimos discutiendo el presupuesto y no hablamos de la cuestión de fondo, que es un gobierno que descree de lo público y que además tiene por intención claramente cambiar la matriz social de la Argentina.

-¿Cuál ha sido el impacto del año y medio de desfinanciamiento de las universidades nacionales por parte del gobierno nacional, en cuanto a la migración de docentes y científicos?

-Por las presentaciones en el Consejo Superior, en un año tuvimos alrededor de 90 docentes que han renunciado. Esto se ha acelerado en los últimos meses. En la última sesión del Consejo Superior de mayo, aceptamos 18 renuncias de docentes, siendo la sesión en la que mayor cantidad de renuncias tuvimos que aprobar. También estamos viendo renuncias de no docentes; casos que han ingresado el año pasado por concursos, que son las categorías más bajas. Y también casos de no docentes que tienen como mínimo 7 años de trabajo en la universidad y que solicitan licencia sin goce de haberes por la posibilidad de tener otro trabajo, porque los salarios no les permiten vivir. En ese aspecto el impacto es muy grave. En obras no hay nada. Desde diciembre de 2023 no hay una sola obra, como no la hay en todo el país. Y las que había las han abandonado. Por lo tanto los edificios que teníamos, como el caso del a facultad de Ciencias del Ambiente y la Salud, se van deteriorando porque no tenemos cómo terminarlo. Es una obra que depende de Nación, por lo que también nos es muy difícil rescindir contratos. Está ahí como un testimonio decadente de estos tiempos. Por lo tanto lo único que hay son salarios indignos y una cuota de funcionamiento que nos permite sobrevivir mes a mes y sin posibilidades de expandirnos.

-¿Y con ese escenario cómo es posible que la UNCo logre extender la presencia territorial tanto en Río Negro como en Neuquén?

-La expansión que ha tenido nuestra universidad ha sido gracias al aporte de los gobiernos provinciales de Río Negro y Neuquén con la colaboración de intendentes. Estamos abriendo carreras y sedes, básicamente, a partir del esfuerzo de docentes y no docentes, pero también del esfuerzo de las provincias y las intendencias que saben del valor de la universidad y entienden que es un insumo para el propio desarrollo local. Me parece que eso es la contracara del impacto negativo que tiene una política de ahogo financiero por goteo que nos va secando, hasta que en algún momento se va a hacer insoportable poder avanzar. Cuando el gobierno se dio cuenta que atacando de frente a las universidades la sociedad reaccionó a favor de ellas, ahora la estrategia es ir desfinanciándolas por goteo hasta que se sequen.

-¿Ha habido merma de inscripción de alumnos o abandonos de carreras?

-Sobre la deserción no tenemos aún un registro por la altura del año. En cuanto a inscripciones, este año ha habido más inscriptos, pero eso no quiere decir que se sostenga en el año. Probablemente al cambio del segundo cuatrimestre, es probable que nos encontremos con una deserción que no es la esperada, que tiene que ver con las condiciones socioeconómicas de los propios estudiantes y las dificultades para poder cursar. Por los costos indirectos que tiene estudiar, que tal vez tengan que dedicar muchas horas al trabajo o a algunas changas necesarias.

-¿Cuál va a ser su tarea al frente de la Red Universitaria de Género (RUGE)?

-La RUGE es coordinada por una rectora o rector. Se creó en 2015 y se incorporó al CIN en 2018. Y desde ese año a esta parte la directora fue Sandra Torlucci, rectora de la Universidad Nacional de las Artes. Soy el primer recambio y coincidimos en la mirada social, académica y científica de la universidad. Es una red muy potente cuya forma de trabajo es la forma en que las universidades han incorporado las herramientas y dispositivos para tener instituciones libres de violencia de género y de violencias en general. La RUGE viene trabajando en protocolos contra la violencia sexista; en prácticas para erradicar la discriminación respecto de la diversidad de género, sexual y todas las herramientas a que nos estamos adaptando las universidades a los cambios que hace mucho tiempo se están dando en la sociedad. Para el próximo 3 de junio, nuevo aniversario del Ni Una menos, estamos preparando una declaración que va a salir por la RUGE, pero también vamos a mostrar un relevamiento de cómo se actúa con los protocolos. Y también vamos a publicar un dato muy interesante de este relevamiento, que es de qué manera, cuando el Estado nacional cerró las dependencias que tienen que ver con la atención y acompañamiento a las mujeres y a las víctimas de la violencia (no sólo el ministerio de la Mujer sino otras áreas de atención primaria), eso comienza a impactar en las universidades porque las que tienen áreas de atención comienzan a recibir denuncias que están dando cuenta que la sociedad también busca en la universidad aquellas cuestiones que se les van cerrando en otros ámbitos. Ese es un dato muy importante del relevamiento que realizó la RUGE y que lo vamos a dar a conocer. Hay un fuerte aumento de casos que no solo son propios de la universidad, sino que son casos que están por fuera de la universidad pero que impactan en la vida privada de estudiantes, docentes o no docentes. Es un dato para pensar cómo a medida que se van cerrando otros ámbitos de derechos, la universidad sigue siendo una reserva de contención.

-¿Cuál es su opinión sobre la intervención del gobierno nacional a la universidad de Madres de Plaza de Mayo?

-Tengo una opinión de acompañamiento a la rectora Cristina Caamaño. Creo que todo lo que ha hecho el Gobierno Nacional no es más que intervenir una Universidad que desde siempre fue muy discutida y muy cuestionada. Claramente se ha ido secando a esa universidad como también a la gestión de Cristina Caamaño. Más allá de las cuestiones poco definidas que están circulando, este tipo de intervención es una barbaridad, no solo porque viola la Ley Superior de Educación, sino que además no están dados ninguno de los fundamentos que se esgrimen; están dentro de lo que implica la trayectoria que tiene la Universidad Madre de Plaza de Mayo y la de Cristina Caamaño al frente de ella. La verdad es que lo estamos mirando con mucha preocupación porque el Ejecutivo, a través de la secretaria de políticas, se está arrogando un derecho que no tiene y esto es una cuestión a tener en cuenta para discutir y ver qué estrategia se sigue frente a ello.

-El año próximo habrá elecciones de nuevo en la UNCo. ¿Piensa postularse para la reelección?

-No… yo termino este mandato que finaliza el mayo del 2026 y no me voy a volver a presentar. Me parece muy importante que haya un recambio que tiene que ver también con mucha gente en la universidad que está en condiciones para conducirla. Vengo de muchos años tanto de decana como estos últimos cuatro de rectora; vengo de tareas de gestión de mucho tiempo y me parece que está muy bien poder pensar en la alternancia en este sentido. Dejamos una universidad con un proyecto que se fue construyendo y dando forma en estos años; un estatuto que es un estatuto de avanzada, aprobado por la asamblea universitaria del año pasado, muy fuerte en la consolidación de derechos y también muy fuerte en la perspectiva, más allá de los tiempos tan difíciles que estamos viviendo. Es un estatuto que va ser una carta fuerte para defender la gratuidad, el no arancelamiento, la diversidad, la democratización y la amplitud que tiene la universidad argentina y en este caso la del Comahue. Y también dejamos un plan de expansión territorial en la línea sur de Río Negro, en el interior de Neuquén; un marco de estrategias planteadas con los gobiernos locales que más allá de las gestiones actuales, lo que hemos construido son vínculos muy fuertes en la gestión y hemos logrado que se entienda desde los poderes políticos locales y provinciales el valor que tiene la universidad para toda la ciudadanía. Así que en esos ejes, además de cuestiones internas que hemos trabajado como el cambio en la estructura orgánica funcional y cuestiones que nos debíamos, hace que haya una universidad que ya está caminando con fuerza con contenido y creo que eso está en un momento interesante como para que otros con ganas también puedan aportar lo nuevo y ver en que innovar. El año que viene hay elecciones, realmente ver que otras propuestas aparecen y que tengan que ver con lo que se ha hecho bien no se pierda y mejorar todo lo que haga falta.

29/07/2016

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