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El intendente de San Martín de los Andes Carlos Saloniti, aseguró que no comparte la idea del presidente Javier Milei de denostar al Estado, y tampoco la forma agresiva en la que comunica, ni el ataque a los periodistas. “No compatibilizo en nada con el gobierno de Milei”, afirmó.
Destacó la licitación del Cerro Chapelco que llevó adelante el gobierno de la provincia. Dijo que tenía la misma envergadura que la explotación petrolera o gasífera para Añelo o Rincón de los Sauces. También resaltó las obras que la provincia está realizando en el aeropuerto de esa localidad.
El jefe comunal, además, dijo que con el gobierno nacional “el vínculo, desde el punto de vista institucional, es nulo”. Subrayó que tienen que compartir jurisdicción con Nación como Parques Nacionales, pero que Nación no aporta nada, y esto complica las finanzas del municipio.
Señalo que en San Martín de los Andes se siente la recesión económica, que están viendo una baja gravísima. Agregó que “el tipo de cambio no te beneficia”. Y remarcó que si “al turismo, si no lo empujas, no lo vas a tener”.
A diferencia del vínculo con Nación, Saloniti dijo que con el gobernador Rolando Figueroa tiene “una excelente relación, sincera desde el día uno”, y manifestó que con el mandatario provincial trabaja “sumamente cómodo y bien”.
El intendente, que pertenece al Movimiento Popular Neuquino, también se refirió a la situación actual de ese partido. Dijo que de las derrotas se tiene que aprender. Consideró que el MPN tiene que acompañar al gobernador y a los candidatos que elija para las legislativas.
Por último, habló de la coparticipación provincial que recibe la localidad, dijo que es el mismo porcentaje desde el momento que se aprobó la ley en el año 94 cuando la ciudad tenía 14 mil habitantes.
- ¿Qué representa para San Martín de los Andes la reciente licitación del Cerro Chapelco?
- La verdad es que, lo que para Añelo o para Rincón puede significar el descubrimiento de nuevas áreas de exploración petrolera o gasífera —ya sea convencional o no convencional—, para nosotros esta licitación tiene esa misma envergadura, en nuestra dimensión de lo que es el turismo en San Martín. Primero, por la historia de la ciudad, que tuvo un origen maderero, y luego pasó a tener un desarrollo con base turística gracias al Cerro Chapelco. Es decir, fue el disparador del turismo en nuestra ciudad, más allá de la belleza natural que tiene San Martín. Así que, imaginate que ese nuevo horizonte de 25 o 30 años de concesión implica un montón de cosas que están profundamente ligadas a la historia de San Martín y al desarrollo económico de nuestra ciudad.
- ¿Y qué le pareció el proceso?
- Mirá, primero que el proceso —y lo digo también como integrante de la comisión de adjudicación— fue absolutamente transparente. Todo lo que se está haciendo está avalado por todos los organismos que controlan las licitaciones, y mucho más en este caso, que es tan particular. La verdad es que se presentaron siete empresas. Las dos que se rechazaron en primera instancia fue por cuestiones formales que no admiten prueba en contrario. El sobre uno, siempre, cuando se abre, tiene que cumplir con todas las formalidades. Si no, no se puede pasar al sobre dos. Cuando se detecta una irregularidad objetiva —porque no es algo subjetivo—, se actúa en consecuencia. Por ejemplo, todas las hojas del pliego tienen que estar firmadas. Si no las firmaste, o utilizaste un método distinto al que exige el pliego, se rechaza y queda eliminada. No hay mucha vuelta con eso. Así que, de las cinco empresas que quedaron, la verdad es que, en principio, todas presentaron buenas propuestas. Eso es lo que uno puede adelantar a priori. La verdad es que hubo interés en participar, y eso demuestra que el juego está abierto para que cualquiera pueda terminar siendo el adjudicatario.
- ¿Y en sintonía están realizando obras en el aeropuerto, verdad?
- Sí, vos sabes que se va a hacer una ampliación de casi mil metros cuadrados en el aeropuerto. Va a tener ocho nuevos locales comerciales y un ordenamiento total respecto a lo que hoy conocemos, que es un aeropuerto bastante histórico, chico, de otra envergadura, y que ahora va a pasar a tener otro valor. Estuvimos recorriendo con las empresas que se presentaron: el lunes lo hicieron dos empresas locales, y el martes otras tres o cuatro más. La semana que viene, que ya comienza, se haría la apertura de sobres. Esa obra implica una inversión de más de dos mil millones de pesos, y se suma a lo que tiene que ver con el aparcamiento 3. Eso permite, obviamente, darle otra dimensión al aeropuerto, porque no es lo mismo gestionar vuelos cuando solo tenes dos posiciones de estacionamiento para aviones, que cuando contás con tres. Parece una cuestión técnica menor, pero en términos técnicos y aeronáuticos cambia muchísimo.
- ¿Es una inversión de la provincia?
- Sí, provincia. El presupuesto para eso era de 450 millones de pesos, destinado a lo que es el nuevo aparcamiento 3, que tiene un valor enorme, pensando en este aeropuerto que no solo va a ampliarse, sino que además suma este nuevo estacionamiento.
- ¿Cómo es la relación con Nación desde el municipio?
- La verdad es que el vínculo, desde el punto de vista institucional, es nulo. Lo digo como intendente de San Martín de los Andes. Históricamente, siempre tuvimos relación con los gobiernos nacionales, fueran del signo político que fueran, a través de políticas o programas. Con este gobierno, en cambio, hay un silencio total. En términos de minoridad, habitacionales, ni hablar de vivienda, antes el municipio disponía de la tierra, la provincia hacía la infraestructura, y luego llegaban los planes federales de vivienda. Creo que todos nuestros padres, en algún momento, accedieron a uno de esos planes. Eso desapareció. Hoy todo recae sobre la provincia y los municipios. Ese es solo un ejemplo de tantos. La relación con Nación es nula. De hecho, ya no tenemos una sola razón para viajar a Buenos Aires a gestionar algo, porque no hay programas. Cerraron el ENHOSA, la secretaría de Vivienda, los programas de minoridad; de cultura, ni hablar; de educación, tampoco. No hay ningún tipo de vínculo, por lo menos desde San Martín de los Andes, que nos permita decir: “Vamos a hacer una gestión”. No hay ningún programa en marcha. Es un hecho inédito, que quizá la gente todavía no termina de dimensionar. Nuestra Constitución nacional siempre se basó en tres actores: Nación, Provincia y Municipios. Esa articulación no fue caprichosa, se pensó para que funcionara. En San Martín tenemos una enorme interjurisdicción: Parques Nacionales, Gendarmería, Provincia, Municipio. Esos tres motores permitían el crecimiento de una Argentina. Hoy seguimos conviviendo con esas jurisdicciones, pero hay un actor —el nacional— que no aporta al desarrollo. Parece una queja, como si dijéramos que todo lo de antes estaba bien. Pero no es eso: lo que estamos diciendo es que institucionalmente funcionábamos, porque así lo establece la Constitución. Salvo que mañana se proponga modificarla y cada uno sea totalmente autónomo. Pero hoy es un “manéjense como puedan”, con jurisdicciones que igual hay que compartir. Nosotros, por ejemplo, tenemos una ruta nacional que atraviesa la ciudad, y no he visto ninguna inversión del gobierno nacional. Cero. Y esa es una jurisdicción nacional.
- ¿Esto complica las finanzas de la municipalidad?
- Sí, porque en realidad es el municipio, junto con la provincia, el que termina haciéndose cargo de todo. El gobierno nacional se ocupa de la macroeconomía, y está bien que así sea, pero no puede ser lo único. La salud, la seguridad, la educación, son temas que hoy están completamente en manos de las provincias, pero no porque Nación deba desentenderse. Un problema de salud o de educación es un problema de todos. Hay cuestiones que son puramente jurisdiccionales y otras que nos atraviesan a todos, como el tema habitacional. Y esta nueva etapa implica, claramente, un Estado que se retira. Lo han manifestado abiertamente: “mientras menos Estado, mejor”. Bueno, ¿y entonces cómo hacemos si el Estado no está? ¿Cómo cubrimos las necesidades de la gente? el sector privado solo llega hasta donde hay rentabilidad, y está bien que así sea. Pero, ¿qué pasa con la enorme cantidad de argentinos, neuquinos o sanmartinenses que necesitan del Estado? A veces parece que cuando uno plantea esto lo encasillan ideológicamente. Pero, más allá de lo que cada uno piense, todos conocimos un Estado presente, con una salud pública que brinda cobertura a quienes no tienen obra social, o una educación pública accesible. Todo eso que formó parte de nuestra identidad como país, hoy está puesto en duda. Se lo mira como un gasto, cuando en realidad es lo que hizo grande a la Argentina. Nosotros estamos convencidos del rol que tiene el Estado. Un Estado que sea eficiente, que cumpla su función, claro. Pero no un Estado que se retire, porque cuando el Estado se retira es que un montón de gente quede afuera y nunca más entre a el sistema.
- ¿En general, cuál es tu opinión del gobierno nacional de Javier Milei?
- Primero, no comparto esta idea de denostar al Estado. Me parece injusto, por todo lo que ha hecho el Estado para que mucha gente pueda crear y tener un proyecto de vida. Después, no me gustan las formas. No me gusta cómo se comunican, cómo se dirigen a los demás, esa forma agresiva de hablar. No me parece bien que nos coloquen a todos en el lugar de “la casta”, ni que se vean enemigos en los periodistas o en la política en general. Eso, para mí, es un retroceso. Es un retroceso para quienes entendemos la democracia como un sistema donde todos podemos pensar distinto. No compatibilizo en nada con el gobierno de Milei. En nada.
- ¿Cómo impactan las políticas nacionales en la gente de San Martín de los Andes? ¿Se siente la recesión económica?
- Se está sintiendo, por supuesto. San Martín es una ciudad que acompañó mucho en la última elección presidencial. Pero después, la realidad se empieza a ver en lo cotidiano. Este mes de mayo estamos viendo una baja gravísima en San Martín. ¿Por qué? Porque el tipo de cambio no te beneficia. Al turismo, si no lo empujas, no lo vas a tener. Se nota. Hemos tenido grandes temporadas, y ahora lo que estamos haciendo es sobrellevarla. Esa es la realidad. Y eso que estamos en una provincia que tiene crecimiento. No somos un parámetro de comparación, pero ni quiero pensar lo que deben estar viviendo en otros lugares que no tienen el motor económico independiente que tiene Neuquén, con los hidrocarburos, o en nuestro caso con el desarrollo de obras privadas, el desarrollo inmobiliario y el turismo. Somos unos bendecidos, pero aun así se siente. Se siente. Y creo que tiene que ver con esta política de dejar que el mercado acomode todo. Yo creo que no es así. Creo que el Estado está para encontrar esos puntos de equilibrio. No para intervenir en todo, pero tampoco para retirarse y dejar que esto se acomode solo. Porque, como decía antes, mucha gente queda afuera y no tiene la posibilidad de que el mercado le solucione su situación. Entonces, son miradas que calan profundo. Hoy decir que uno defiende al Estado es quedar como anacrónico. Y quedaré como anacrónico. Pero cuando uno ve las necesidades de la gente, y ve que el Estado está, que está para ayudar, ahí te cambia el concepto.
- ¿En la provincia cómo es la relación con Rolando Figueroa?
- La verdad que es una excelente relación, una relación sincera desde el día uno. Rolando ha sido muy claro en lo que quiere para la provincia: organizarnos y adaptarnos a estos tiempos, y en eso estamos trabajando. Y la verdad es que, de los pactos de gobernanza que hemos firmado, San Martín ha sido una ciudad que los ha llevado adelante. Todo lo relacionado con la cuestión tarifaria, cobramos lo que tenemos que cobrar. En San Martín, cobramos el agua; somos una ciudad que, en los pactos de gobernanza, refleja que ha cumplido con sus obligaciones tributarias. Tenemos claro que el Estado tiene que estar, pero también hay que pagar los servicios que se prestan. En este sentido, creo que San Martín ha cumplido. De hecho, se ha reconocido a nuestra ciudad por haber enfrentado temas difíciles. Por ejemplo, cuando ya no contamos con el subsidio nacional al transporte, trabajamos para salir adelante. Implementamos la Tasa Vial, que nos permite, por un lado, hacer pavimento, por otro, solventar parte del transporte público, y también el estacionamiento medido, que nos ayuda a ordenar la ciudad. Además, gracias a estas medidas, los chicos que estudian en San Martín no sufren deserción escolar, ya que el transporte es gratuito. Son medidas que han permitido que, aunque San Martín tenga una mirada hacia el futuro, no deje de seguir atendiendo a la gente que más lo necesita. La verdad que con Rolando tengo una relación excelente y, como uno viene de un partido como el MPN, que sabe lo que es gobernar y lo difícil que es, no ha sido difícil en absoluto. Sabemos lo complejo que es, y la verdad es que estoy trabajando sumamente cómodo y bien.
- ¿Varios intendentes firmaron un documento en su momento para acompañar a Rolando Figueroa?
- Sí, sí, firmamos acá en San Martín. Fue un acto pensado en lo mismo que te mencionaba antes, más allá de las miradas de nación. Si hay algo que nos une, es que somos conscientes de la fortaleza que tiene Neuquén y conscientes también de que, si a Neuquén no lo cuidamos, cuidar lo que dice la constitución, que los recursos son de las provincias, los recursos naturales son de la provincia y que a partir de ahí la nación no puede inmiscuirse. Tiene que ver con eso. Imaginate un Neuquén sin los hidrocarburos, sin poder disponer de ellos. Más allá de que la política nacional puede establecer valores, imaginate que mañana cualquier decisión sobre una concesión dependa de un ministro de Nación. Entonces, una cosa es lo macro, lo que la gente puede elegir a nivel nacional, y otra muy diferente es entender lo que tiene que ver con la historia de la provincia del Neuquén, que ha sido grande desde los tiempos de Loma de la Lata, allá por los ’70, hasta lo que significó Vaca Muerta y su impacto, no solo a nivel local, sino provincial, nacional e internacional. Por eso, para llevar adelante lo de Vaca Muerta se necesita un gobierno sólido y unido. Es muy importante no solo la conducción, sino la fortaleza para poder dar previsibilidad a los inversores, porque lo que necesita el inversor es tener previsibilidad jurídica, saber que está en una provincia que va para adelante, que quiere tener reglas claras. Y eso se hace con conducción. Y la conducción, no lo digo desde un punto de vista electoralista ni político, sino como un elemento esencial para que esta provincia esté ordenada. Eso es lo que estamos haciendo todos los intendentes, fundamentalmente entendiendo que, aunque siempre habrá vaivenes, estamos fortalecidos política e institucionalmente, y eso es lo que estamos trabajando bien con Rolando.
- ¿Y cómo está el Movimiento Popular Neuquino después de haber perdido las elecciones, justamente frente a Figueroa en 2023?
- El Movimiento, yo lo he dicho, hay que aceptarlo: la misma gente que en su momento lo acompañó, después no lo acompañó. Y eso no tiene que ver con que la gente haya cambiado. Lo que hay que hacer es tomar nota de las cosas que el Movimiento hizo bien a lo largo de su historia, y también de las cosas que hizo mal. En el caso de San Martín, a nosotros nos tocó, en su momento, que ganaran candidatos del MPN o que perdieran a nivel de intendente. Nunca nos sorprendió, porque podés ganar o perder una elección. Si bien nunca había pasado a nivel provincial, yo creo que esto tiene que ver con reconocer los errores cometidos. Creo que la mejor forma de defender un partido es reconociendo qué se hizo bien y qué se hizo mal. No se trata de sacarse el sayo y decir ahora: “Yo no soy del MPN”. No. Yo soy del Movimiento Popular Neuquino, nací en el Movimiento y voy a morir en el Movimiento. Pero eso no quita que, cuando se hacen mal las cosas, uno no deba hacerse el tonto. Me parece que al MPN esto le está haciendo bien, y le va a hacer bien. Porque la vida no es ganar, ganar y ganar. Perder es parte del crecimiento. No se trata de si vas a volver a ganar o no. Lo importante es cuánto aprendiste de la derrota. Y creo que, si un emepenista cree que mañana puede volver a aplicar ese método de decir: “Yo te acompaño, pero si le das una mano a mi hijo o a tal persona”, bueno, eso ya no va más. Eso no está bien. Una cosa es militar de corazón, como fue el origen del Movimiento, y otra cosa es cómo eso se fue desvirtuando. Esos son los costos. Por eso hay que tener vocación y ser de un partido en las buenas y en las malas.
- ¿Cree que el MPN tiene que acompañar al gobierno?
- Yo creo que lo mejor que puede hacer el Movimiento es, primero, acompañar. Porque sería una incoherencia que, después de lo que nos costó gobernar, ahora que está gobernando Rolando (Figueroa), alguno ose decir: “Vamos a poner palos en la rueda”. Me parece un disparate, sin ningún fundamento. Sería una incongruencia. Además, porque Rolando está aplicando un método muy, muy de ADN, no del movimiento, sino de la provincia del Neuquén: no detener la obra pública, seguir con rutas, escuelas, hospitales. Eso es lo que siempre hizo fuerte al Movimiento durante 60 años. Y eso es, en definitiva, lo que quiere la gente. Está ordenando, pero no solo con emepenistas en su equipo, como creíamos que tenía que ser antes. No. Tiene un variopinto de pensamientos, pero todos con claridad de que hay que tirar para el mismo lado, por la provincia. Y creo que eso fue un acierto de Rolando. Vuelvo a decir: Rolando no ganó porque el MPN estaba mal. Ganó por sus propias virtudes, porque supo entender e interpretar lo que la sociedad quería. El MPN no supo hacerlo y cargó con los errores de muchos años de gobierno. Y esos costos, al final del camino, se pagan. Pero, como digo, de las derrotas se aprende, y lo mejor que se puede hacer es tomar nota de eso.
- ¿En las elecciones nacionales cree que deberían acompañar a Figueroa?
- Sí, eso sin duda. Por lo menos los intendentes que firmamos el documento, yo creo que no hay ni que dudarlo. En el marco de este escenario tan, tan, tan nacionalizado que tenemos, creo que no hay dudas: hay que acompañar. Hay que pensar en lo que es mejor para el gobernador, o en este caso, en lo que decida el gobernador. ¿Por qué? Porque es quien conduce la provincia. Entonces, lo que no puede pasar es que ninguna idea termine perjudicando, en la recta final, a la propia provincia. El MPN es un partido orgánico, que nunca puso palos en la rueda. Tiene que acompañar. Y creo que la grandeza de un partido está en que, aun en la derrota, sabe entender qué es lo mejor para la provincia. Acá lo importante no es el Movimiento Popular Neuquino. Lo más importante son todos los ciudadanos de la provincia del Neuquén. Por encima del partido está la necesidad de que el gobernador tenga fortaleza, que pueda tener representantes en el Senado que representen a la provincia. Que podamos tener dos senadores que representen Neuquén. Y ojalá que la mayoría de los diputados también defiendan la provincia, y no intereses nacionales. Porque cualquier otro partido, o cualquier otro que siga un lineamiento nacional, cuando haya que definir cuestiones importantes que afecten a Neuquén, va a votar en contra de la provincia. Porque van a seguir el lineamiento nacional. Entonces, el mensaje es muy claro. No estamos discutiendo dentro de la provincia. Estamos discutiendo qué representantes vamos a tener ante la Nación, que representen los intereses de Neuquén. Eso no es menor. Si mañana entran todos los de Milei, que no nos sorprenda si, en cualquier tema, las opiniones sean a favor de Nación. Es muy simple esto. Entonces, creo que para la gran mayoría de los emepenistas el tema está claro. Y cualquier cosa distinta, para mí, sería un error.
- ¿Cómo están en cuanto a cantidad de habitantes, con el porcentaje de coparticipación que reciben?
- San Martín recibe el 4,6% de coparticipación, que surge de una ley vigente desde 1994, cuando San Martín tenía 14.000 habitantes. Esa es nuestra realidad. Más allá de que el total aumenta con los años, el porcentaje sigue siendo el mismo. Y en esa ley actual, el 70% se basa en el eje poblacional. Entonces, sí influye el crecimiento que ha tenido la zona sur. Todos saben que la región de los Lagos del Sur es la que más ha crecido, tanto porcentual como cuantitativamente, entre las siete regiones que tiene la provincia. Por supuesto, esa es una deuda pendiente con los municipios que han crecido. Los que tienen la misma cantidad de habitantes que en 1994 están bien: tienen resto económico, porque la coparticipación les permite hacer muchas más obras. La dificultad la tenemos nosotros, que cada vez tenemos más habitantes y debemos prestar más servicios. Lo importante es que este es un tema que está en agenda, y sé que en algún momento se va a ir regulando. Pero, como te digo, no es una cuestión solo de San Martín. Yo necesito que también le vaya bien a Junín de los Andes. Acá no se trata de que me salvo yo y que se jodan los de al lado. No. Por eso creo que, si uno analiza la coparticipación dentro de este nuevo escenario de regiones, ahí empezamos a entender cuáles son las zonas que más desarrollo e infraestructura necesitan. Y si lo ves claramente, son la región de los Lagos del Sur y la región de Vaca Muerta. Ahí tenes los dos puntos —los dos extremos— donde más infraestructura se necesita por el crecimiento. Por un lado, el que tuvo Vaca Muerta, con la zona de Añelo y Rincón de los Sauces, principalmente. Y después la zona sur: San Martín, Villa La Angostura, Junín de los Andes, Villa Traful. Ahí están los dos mapas del crecimiento extremo de la provincia.
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