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Entrevistas
11/05/2025

“La estatura de una sociedad se mide por cómo están sus chicos”

“La estatura de una sociedad se mide por cómo están sus chicos” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

La frase pertenece a la educadora Perla Benegas, a la que Va Con Firma entrevistó juntamente con la ex defensora Nara Osés sobre el proyecto del gobierno de Milei y sus aliados de bajar la edad de imputabilidad. Ambas coincidieron en rechazar la criminalización de los niños, muchos de ellos sumidos en la pobreza en la Argentina actual, y en la necesidad de que haya un Estado presente.

Marcelo Castro

Dos especialistas en el tema de la niñez y la adolescencia, la pedagoga Perla Benegas y la ex defensora judicial Nara Osés, cuestionaron severamente el proyecto del oficialismo mileísta y sus aliados del macrismo y el radicalismo de bajar la edad de imputabilidad y coincidieron en la necesidad de que el Estado implemente políticas de contención de los pequeños desde la más temprana edad.

Benegas, una de las coautoras de la ley 2302 de protección del Niño y el Adolescente, que impulsó en la Legislatura neuquina la fallecida diputada del Frente Grande Alicia Gillone, dijo que la ley de la provincia es una de las más inclusivas del país, rechazó de plano la posibilidad de bajar la edad de punibilidad y reclamó un Estado presente.

Nara Osés, quien fue la primera Defensora de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes del Poder Judicial de Neuquén, sentenció que “para pensar con seriedad y criterios de realidad, apoyados en datos y estudios de nuestro país, es necesario comprender que el delito juvenil tiene relación con condiciones de pobreza, exclusión, la violencia familiar e institucional, la falta de oportunidades laborales y educativas, la deficitaria atención a problemas de salud mental y de los consumos problemáticos”.

Va Con Firma preguntó a Benegas si el proyecto que impulsa el gobierno nacional entra en colisión con la Convención de los Derechos del Niño, los tratados internacionales y particularmente con la ley 2.302 de Neuquén

-Como coautora de la ley 2302, tengo que decir que nuestro Himno tiene un pasaje en términos de honrar la provincia que dice: “al soñar lejanías, echó la vida a andar”. Estas palabras expresan aspiraciones de cuando nacimos como provincia y nos piden que sepamos plantar huellas en el devenir histórico de Neuquén. Esto no es poca cosa, porque los sueños fueron un mandato para siempre, y el andar de la vida, como superlativa aspiración de que la adolescencia neuquina, sin excepciones lacerantes, pueda disponer de escenarios propicios para maravillarnos con sus atributos. Voy a nombrar solo algunos porque en general estas cosas no se publican, y si se publican fotografías de niños pauperizados, con esposas, o tomados de los barrotes. Por ejemplo, en la adolescencia, se caracterizan chicos y chicas por su frondosa imaginación, por los sueños que tienen de redención del mundo, por la heroicidad, por los amores gigantescos que trascienden espacio y tiempo, por la sabiduría para crear proyectos de vida, condición gregaria por excelencia al fundar amistades sólidas y duraderas, capacidad para abstraer y formalizar conocimientos, protagonismos de gestos solidarios, arrojo para defender sus ideas y la excepcional inteligencia para descubrir y expresar sin pruritos las fallas estructurales y funcionales del mundo que habitamos. Digo esto porque cuando tamos diciendo todos los objetos de sospechas enfermiza con los que se presenta a la adolescencia, ellos también van internalizando esas imágenes. No solo son sucios, malos y feos, se drogan, juegan con los aparatos y se los vincula a los delitos. Y en esos casos la palabra que nunca aparece, haciendo referencia a la ética y a la estética de la existencia humana, es la palabra adultos. Cuando hay que hablar del hacer o no hacer de los adultos, referido a los marcos legales que son los soportes que deberían funcionar, tanto la Convención como la ley Nacional 26.061 como la nuestra, la 2302, en esos momentos que tendrían que estar activas respaldando la vida de los chicos, no se habla más de la franja etaria de los adultos: se dice el sistema, el Estado, la empresa, la institución, las organizaciones. Ahí ya no hay acusaciones ni se pinta de manera exacerbada y reiterada la falta de cumplimiento de esas acciones. Sí se hace con grandes titulares cuando se trata de hechos tremendos que, en realidad, nos tendrían que paralizar a los adultos. Que han cometido delitos los chicos es cierto, y en ese caso cuando se escriben esas notas, tal vez el primer párrafo haya que dedicárselo a las víctimas y decir que los abrazamos en el dolor, los entendemos y respetamos, y que si trabajos en estos temas es porque queremos que haya cero problemas. Y nosotros tenemos un índice tremendo cuando lo tenemos que dimensionar desde lo individual, pero no en los términos estadísticos como los tiene la ciudad de Buenos Aires o la provincia de Buenos Aires. Y acá tenemos el primer quiebre. Buenos Aires, como dice Germán Martín, el Fiscal Juvenil, Buenos Aires no es la Argentina. Y en este momento tenemos legisladores que están de alguna manera adhiriendo a parámetros y formas de pensar, de percibir la realidad, propias de estos lugares.

-¿Por qué se busca que sean punibles chicos de 13 años cuando las estadísticas criminales dicen que tienen una mínima participación en los hechos criminales?

-Yo agradezco siempre a los sociólogos los trabajos estadísticos. Neuquén podría aportarle al país otra mirada sobre la niñez y la adolescencia porque tenemos la Ley 2302 que se construyó con la provincia entera. En términos estadísticos le puedo decir que uno solo, ya es una tragedia. Cuando se decidió que hasta los 18 años es considerado niño –en ese momento no se hablaba de niñez y adolescencia-, fue para tomar una decisión de un dato cronológico, objetivo, sabiendo que de 0 a 18 años hay una variedad infinita de formas, de desarrollo de inteligencias, de maduraciones o aptitudes. Pero había que tomar una decisión en ese sentido: fue un acuerdo, un convenio, por eso fue una Convención. Es esa palabra que se debería respetar. Hay países que tienen la edad de responsabilidad penal en 18 años, ¿por qué no la tenemos nosotros? Todo el tiempo estamos diciendo “no a la baja”, en lugar de plantarnos en una edad, y así como en la casa nadie le suelta la mano a sus hijos y los deja abandonados antes de los 18 años, coincidente con el término de la escuela secundaria. Ese es un criterio. Cosas tremendas, suceden en todo el mundo, pero hay otras maneras de solucionarlos que no sean barrotes. Y si no las hay, ser adulto supone ser responsable, creativo, indócil. Nos tendremos que juntar y buscar esas formas pero nunca seguir asociando la pobreza material con el destino de delincuencia, no solo porque tenemos grandísimos delincuentes a la vista de todos a quienes jamás les faltó algo cuando eran chicos, sino porque nuestros legisladores, municipales, provinciales o nacionales, tendrían que estar dedicándose a pleno, de manera intensa, justamente a eliminar la pobreza. Salvo que estén afectados por una alergia aguda, crónica, extendida por la igualdad. Hay gente que parece que no puede vivir si no tiene pobreza a mano. La pobreza no solo expresa una gran injusticia, una gran vulneración intencional, sino que también se manifiesta con enfermedades evitables: pasan mucho frío, mucho calor, les falta agua, gas o electricidad, no pueden higienizarse; viven con vergüenza por las ropas que se tienen que poner, por lo que también están sujetos a burlas siniestras, cada vez que se muestra como bello y deseable un tipo de casa, un tipo de ropa, de zapatillas o de andar. Se les refriega por la cara las diferencias que los inferioriza. Pobreza es el no reconocimiento del otro como otro significativo, con capacidades, sensibilidades. Además de pobreza debiéramos hablar de miseria y miserabilidades del pensamiento. Si nuestros legisladores se dedicaran a eso y no a decir que porque en casa hay poco dinero mi destino es ser delincuente, entonces tendrían un razonamiento más fértil y neuquino. Nosotros no somos de esa laya. Honrar nuestra provincia es sacar lo mejor de nuestro desarrollo histórico y ponerlo al servicio de todo el país, y no es eso lo que está sucediendo.

 

-¿Cómo les ha ido a los países que impusieron la edad de punibilidad en los 13 o 14 años?

-Hay países que la tienen en un nivel bajísimo de edad de punibilidad, pero tienen tal vez otros reaseguros. Tener un chico de 10 años preso ¿es justicia? Podrán encerrarlos, enjuiciarlos, encarcelarlos, ponerles barrotes, pero nunca será un acto de Justicia. ¿Cómo les va?, muy mal porque, pensemos cómo se llega a tener una cárcel como la de (Nayib) Bukele (presidente de El Salvador) y está todo respondido. No le puede ir bien, porque si seguimos así vamos a terminar barrios de cárceles en lugar de barrios de casas. En Buenos Aires, las lunetas de los colectivos tienen carteles inmensos que promueven cárcel para os delincuentes. El día que en lugar de publicar esas fotografías de niños pobres agarrados de los barrotes y con esposas o precintos, que pongan casas de chicos impecables; casas bellas, porque la ley es para todos los chicos. Y si las cárceles fuesen privadas, es para hacer negocios con la vida de los chicos. Y cuando no tengan “negritos” para poner adentro, van a llevar rubiecitos de ojos celestes, porque el negocio va a tener que funcionar. Nuestros legisladores están proveyéndoles un futuro de encierro, cárcel y amenazas constantes a sus propios hijos, sobrinos y nietos. ¿Tiene eso algo que ver eso con la idiosincrasia de Neuquén? ¿Tiene algo que ver eso, cuando siempre nos hemos manifestado en contra de los abusos? ¿En qué se distinguen nuestros legisladores si no pueden prestarle al país una imagen posible de algo distinto? Si en otros países encarcelan niños tempranamente, prestémosles culturalmente alguna idea a esos países para que la eliminen porque no vivimos solos en el planeta. La estatura de una sociedad se mide por cómo están sus chicos. Seamos adultos, pero no siniestros.

-Da pie para reflexionar que el rostro de un Estado se ve en el trato hacia la niñez, pero también en el tratamiento hacia los adultos mayores, y este debate sobre la edad de punibilidad no es casual que se de en un tiempo en el que los adultos mayores están siendo castigados con tanta violencia.

-De eso le puedo hablar mucho, porque ya he tragado gases lacrimógenos. Hace tres años que me vine a Buenos Aires y está muy raro el clima de ver tanto vehículo verde. Me conmueve mucho, cada vez que voy los miércoles a estar con jubilados y jubiladas, ver la cantidad de jóvenes policías que parecen robots. No pueden ni mirar a los viejos a la cara. Los están depravando. Les están enseñando a golpear, a despreciar. El miércoles pasado, había cinco policías federales. Uno de ellos muy alto y de muchos años que les gritaba barbaridades a los demás y con gestos amenazantes y revoleando el bastón. Eso es alienación. En Neuquén no tenemos eso. Lo que no se puede perdonar que de lo bueno que hayamos hecho no se la ofrezcamos a los demás y nos pleguemos más subalternas que están en este momento. Por eso insisto: ojalá, cuando hablan de una ley que tiene que ver con la cuestión penal de chicos, saquen esas imágenes porque le están mintiendo a la sociedad haciéndole creer que las cárceles van a ser para un sector marginal. Yo he trabajado con adolescentes, no solo en escuelas o colegios. Los extraño todos los días, porque son vitalidad, son reclamos con palabra permanente. Neuquén erradicó tempranamente las Escuelas Rancho porque tenía que haber un lugar aceptable para nuestros chicos. Cuando pasamos a ser Provincia, nuestras gran satisfacción fue crear la Escuela de Bellas Artes, la de Danzas Contemporáneas, la de Música; el hospital regional pasó a ser Provincial pero con un centro materno infantil. Todo fue crear y crear ¿Ahora vamos a claudicar ese mandato de seguir refundando la provincia? Mi enfoque en todo este tema es laico, pero la Iglesia Católica se ha manifestado. No sé qué pasa con las otras iglesias que también tienen escuelas y que están promoviendo, en lugar de escuelas, un futuro encarcelable para los chicos. Debería ser punible ensuciar el imaginario social con estas iniciativas, porque si no hemos sido capaces de crear una base mullida de alto aprecio por los chicos ¿sobre qué terreno estamos inscribiendo este profundo desprecio? No tienen ni idea de lo que es el proceso para llegar al banquillo de los acusados. El día en el que un chico que esté preso se le diga a quienes tenían que estar con ellos en salud, deporte, arte, educación, que los deben visitar al menos una vez por mes y llevarle algo bueno, abrazarlos y estar con ellos, las cosas se van a dar vuelta. Pero por lo pronto ¡lo quitamos de la vista, no lo vemos más y eso se será una maravilla!

-Como cuando la dictadura quería esconder las villas con paredones para que no se vean.

-Claro, es así.

-Habló con algún legislador de Neuquén para saber cómo votará en el Congreso ese proyecto de ley?

-Cuando llegue a Neuquén voy a hablar con otra gente, no sé cuál es la postura del gobierno provincial, pero hay un legislador (Osvaldo Llancafilo) que fue ministro de Educación. Si hubiera dicho, antes de ser ministro, que quería enviar a los chicos a la cárcel ¿lo hubieran nombrado?


 

Entrevista a Nara Osés


 

¿Preguntamos a Nara Osés si cree, como dice el gobierno, que es necesario bajar la edad de imputabilidad a 13 años como medida para combatir la inseguridad? ¿Qué incidencia tienen los adolescentes en los índices de criminalidad?

-La propuesta de bajar la edad de punibilidad para solucionar el problema de la inseguridad es una idea vigente en nuestro continente. Según el Informe Violencia, Niñez y Crimen Organizado, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, año 2016, esta propuesta aparece en nuestros países, aún contra las estadísticas que demuestran la baja incidencia de los delitos cometidos por adolescentes. En la Provincia de Buenos Aires, los delitos cometidos por personas menores de 18 años, en el año 2009, representaban el 4.2%, mientras que en el año 2023, la cifra se redujo al 2,2 %. Esta información surge de un trabajo de la Universidad Nacional de la Plata ¿Qué muestran las estadísticas judiciales sobre el Fuero Penal Juvenil en la Provincia de Buenos Aires? Sin embargo, y aún con las opiniones de organismos universales como la Unicef, o el Comité de los Derechos del Niño, que confirman la baja incidencia y la necesidad de diseñar respuestas efectivas, el proyecto de baja de la edad de punibilidad, progresa en la Cámara de Diputados. Progresa ese proyecto y desparecen líneas de Políticas Públicas destinadas al mejoramiento de las viviendas en sectores muy excluidos económicamente, se han recortado programas de acompañamiento a los jóvenes con consumo problemático, y en muchos casos han dejado de existir.

-¿Hay factores que influyan en los adolescentes para poder analizar el porqué del delito juvenil?

-Para pensar con seriedad y criterios de realidad, apoyados en datos y estudios de nuestro país, es necesario comprender que el delito juvenil tiene relación con condiciones de pobreza, exclusión, la violencia familiar e institucional, la falta de oportunidades laborales y educativas, la deficitaria atención a problemas de salud mental y de los consumos problemáticos. A esta multiplicidad de factores, cabe sumar desde hace unos años, la presencia de bandas ligadas al narcotráfico. Si nuestro país no busca soluciones verdaderas, profundas, que atiendan al conocimiento que existe en el tratamiento de estas dificultades que tenemos como sociedad toda, no ayudaremos a vivir dignamente a los adolescentes que lo merecen y tampoco acercaremos respuestas a la cuestión de la inseguridad.

29/07/2016

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