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La ex candidata a presidenta del Frente de Izquierda Myriam Bregman aseguró que con la presentación del presupuesto el domingo anterior, y el asado para celebrar el veto en contra de los jubilados, “Javier Milei y su entorno están perdiendo el pulso de la sociedad”.
La dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), que brindó una charla en Neuquén, señaló que el veto en contra de los jubilados “es una muestra de autoritarismo” y de cómo “la dirigencia política tradicional se vende al mejor postor”.
Bregman, también se refirió al recorte a las universidades por parte del gobierno nacional, dijo que “la universidad se volvió un gran antagonista para Milei” y que el presidente quiere avanzar con todo contra ella.
La ex diputada nacional habló del protocolo anti piquetes de la ministra Patricia Bullrich. Subrayó que “logró imponer la brutalidad en las calles”. Mencionó que “la movilización está presente, y las ganas de enfrentar a Milei no faltan”, pero denunció que hay sectores que no quieren movilizarse.
Del comando que la ministra anunció para Vaca Muerta, Bregman ironizó que “a Bullrich si la dejas te pone un comando en la Luna”, y agregó que “es inconstitucional” y que no se puede permitir que se convalide.
Bregman, además, expresó que es muy importante “construir una fuerza que enfrente estas políticas”. También llamó a defender a Aerolíneas Argentinas.
-¿Qué opina del veto del Presidente al aumento de los jubilados?
-Es una muestra de autoritarismo. Se usó un mecanismo que la Constitución Nacional prevé, pero que es totalmente medieval, donde una persona decide sobre la voluntad construida por mayorías. Además, una muestra de cómo la dirigencia política tradicional se vende al mejor postor. Lo que se vio con el veto tiene dos aspectos. Por un lado, la gravedad de que Milei lo utilice contra una ley que les daba un mínimo beneficio a los jubilados. Por otro, cómo se consigue que ese veto quede firme a través del intercambio de favores con diputados que habían presentado el proyecto de ley. Estos diputados, en un momento, reflexionan y dicen: “Me di cuenta de que afecta el déficit fiscal, entonces voy a votar en contra”. Algunos de ellos aparecen mencionados con puestos en la Comisión Mixta de Salto Grande, donde cobran, como el diputado (Pedro) Galimberti, 10 mil dólares por mes. Otros, como el diputado (Pablo) Cervi, están en la línea de sucesión para el Senado. A cada uno se ve cuáles serían los canjes que hicieron, en perjuicio de todos los jubilados. Creo que es una de las cosas más terribles que hemos visto en el último tiempo, hasta dónde puede llegar la dirigencia política tradicional de nuestro país.
-¿Y el asado? Porque después se juntaron a celebrar con esos diputados. ¿Cree que marca un quiebre con la sociedad y con su propia base electoral?
-El asado es una muestra obscena de todo lo que mencionaba antes, pero también demuestra que el Gobierno Nacional, Javier Milei y su entorno están perdiendo el pulso de la sociedad. Lo noté claramente en ese acto político que hizo para presentar el presupuesto, donde inexplicablemente algunos diputados y senadores fueron a escucharlo, incluso para que los agreda, una cosa muy llamativa, ir a ahí como algunos diputados de Unión por la Patria, para que encima los agreda. Ni siquiera los enfocaron, no les daban ni el beneficio de mostrarse. Los pusieron ahí solo para que Milei dirigiera sus agresiones y diatribas. Ese día, con un recinto semivacío y la calle ocupada por la Gendarmería, se empezó a notar que el gobierno no le estaba encontrando el ritmo a la sociedad. Por más que le robara el horario a Susana Giménez, el rating no funcionó. Y esto se completa con el asado en la Quinta de Olivos, donde cada botella de vino valía más que el aumento de menos de 20 mil pesos que no le quisieron dar a los jubilados. Entonces muestra un gobierno que alentó el discurso anti casta, pero que está muy compenetrado con lo más rancio de la casta, con lo más rancio del capital financiero internacional, como (Luis) Caputo y (Federico) Sturzenegger, claros voceros de esos sectores. Estos sectores que no tienen un gobierno, esos sectores van pasando y tratando de llevar adelante sus políticas, gobierne quien gobierne. Y eso se expresó claramente en ese asado, que generó un rechazo enorme, enorme.
-¿Qué piensa del recorte a las universidades?
-El presupuesto que presentó Milei es muy sencillo. Está ordenado de principio a fin para pagarle al FMI y a los acreedores internacionales. Si sobra algo, se cae alguna miguita, si se recauda un poco más de casualidad, se verá qué otra cosa se atiende. Pero la clave es pagarle al FMI esa deuda ilegal, ilegítima y bochornosa que dejó Mauricio Macri, que convalidó Unión por la Patria durante su gestión, y que ahora Milei quiere pagar con el hambre del pueblo, cueste lo que cueste. Ese es el secreto del presupuesto. Ya están ajustando mucho en jubilados, y van a continuar. Además, le piden a los gobernadores que profundicen el ajuste. Mientras tanto, Milei planea recortar en la universidad pública, en la educación pública y en la salud. Pero la universidad volvió un gran antagonista para Milei, y quiere avanzar con todo en ese ámbito. Por eso es tan importante que organicemos la pelea, que la universidad se una a la lucha contra la privatización de Aerolíneas Argentinas, en defensa de las jubilaciones, y que demos una verdadera pelea para enfrentar y derrotar el plan de Milei.
-Hay menos movilizaciones a pesar del brutal ajuste del gobierno. ¿Cree que Patricia Bullrich logró imponer su protocolo anti piquetes?
-Sí, te podía decir que logró imponer una brutalidad sin igual en las calles. Nosotros tenemos un compañero, Matías Aufieri, del Ceprodh, asesor en la banca de diputados, que perdió la visión de un ojo. Conocemos de cerca esa brutalidad porque siempre hemos estado en la calle, y no hemos abandonado la calle. Estamos cada miércoles con los jubilados. Sin embargo, también hay muchas ganas de dejar de movilizarse. Por un lado, está Bullrich con su política de represión, pero, por otro lado, hay sectores que piensan que hay que dejar que Milei haga algún tipo de ajuste, para luego tener una justificación para “volver mejores”. Ahora, esa idea de “volver mejores” nos lleva a elegir entre gobiernos con 25 o 30% de pobreza frente a uno con 52%. A mí no me parece que ese tenga que ser el único destino de un país que produce alimentos, energía, y que podría estar brindando un futuro a toda la juventud y hoy, solo ofrece desocupación, precariedad laboral y bajos salarios, y pocas perspectivas de estudiar si sigue el ajuste en Educación. Así que tenemos las dos situaciones: por un lado, Bullrich y su política de represión, y por otro, sectores con ganas de quedarse en la casa, que no quieren movilizarse. Sin embargo, la sociedad respondió en las convocatorias unitarias, como la marcha del 23 de abril en defensa de la universidad, el paro de enero de la CGT o la marcha del 24 de marzo. La movilización está presente, y las ganas de enfrentar a Milei no faltan. La mitad de la población no lo votó, pero Sergio Massa, en vez de estar encabezando eso, se puso de abogado de los fondos buitres. Es una tomada de pelo tras otra, a las mujeres, a los trabajadores, a los jubilados, a la juventud. Por eso es tan importante poner en pie una fuerte organización, salir a pelearla, y construir una fuerza política que pueda enfrentar esto. Desde el PTS en el Frente de Izquierda estamos poniendo todo nuestro esfuerzo en esta construcción, una nueva fuerza política, que no es la izquierda, es en relación con todos estos sectores de trabajadores y trabajadoras, es con los jubilados, con los estudiantes que quieren enfrentar las políticas del gobierno de Milei y al FMI. La tarea es construir algo que, en mi perspectiva, tiene que ser un partido que pelee por el socialismo y por transformar esta sociedad desde de raíz, en función de los intereses de quienes trabajan todos los días, y no de un grupo de parásitos que aparecen para beneficio personal, para defender sus propias ganancias.
-¿De qué depende que la izquierda o el Frente de Izquierda se convierta en una opción electoral?
-Mirá, falta mucho tiempo para las elecciones. No estoy pensando en términos electorales, e incluso me llama un poco la atención que algunos digan: “Yo en 2025 voy a ser diputado y voy a hacer tal cosa”. Bueno hermano, falta más de un año y medio. No le podés decir a los jubilados: “No coman por un año y medio, que yo voy a venir y voy a ver si intento”. No es así. Ya vimos lo de los “salvadores individuales”. O construimos algo colectivo, con la fuerza para enfrentar a este gobierno, o no hay salida. Seguiremos en el ciclo que llevamos desde hace 40 años de gobiernos constitucionales, y que en el último tiempo se ha vuelto un círculo bastante trágico: porque gana un gobierno de derecha, luego vienen otros que dicen que van a enfrentar a la derecha, pero gobiernan desastrosamente, y luego vuelve a ganar un derechista peor. O rompemos ese círculo, o la situación para los sectores populares, las mujeres, los jóvenes y los trabajadores será crítica. Creo que no tiene por qué ser así, porque hay fuerza, porque el gobierno está atacando sectores que tienen mucha fortaleza para poder resistir, si se organiza y se pelea y no seguimos cada uno por su lado.
-¿Qué piensa del comando antibloqueo que anunció Bullrich para Vaca Muerta?
-Si a Bullrich la dejas te pone un comando en la luna también. Creo que los gremios petroleros y todos los que rodean el sector de Vaca Muerta tienen la fuerza y pueden conseguir la solidaridad para impedir esto. Además, te lo digo como abogada, es inconstitucional. Bullrich no puede intervenir en las provincias. Lo vemos en la ciudad de Buenos Aires, donde ella ocupó la calle, y actúa como si fuera la jefa de gobierno. Está bien, Jorge Macri es un títere, no sabe dónde está, para mí no sabe ni dónde queda el obelisco, viste que lo trajeron de Vicente López y lo pusieron ahí porque tenía el apellido Macri, y no tiene idea. Pero Bullrich quiere llevar esta política de ocupación e intervención federal sin que se vote en ningún lado, que hizo en la ciudad de Buenos Aires, la quiere llevar a las provincias, centralmente a los sectores donde desde el Fondo Monetario le dicen, concéntrate ahí, donde las grandes corporaciones económicas le dicen, ahí están mis negocios, cuidámelo. Bueno, no podemos dejar que eso se convalide.
-¿Qué opina del anuncio del gobierno de privatizar Aerolíneas Argentinas?
-Creo que es uno de los grandes sectores que debemos defender. Creo que hay que volver a hacer una causa nacional en defender Aerolíneas Argentinas. El proceso de privatizaciones ya lo vivimos y lo sufrimos en los 90. Yo trabajé en una empresa que fue privatizada, el Banco Hipotecario, y nadie puede decir que hoy el banco otorga viviendas o planes de vivienda social. Se convirtió en una financiera. Con Aerolíneas pasa lo mismo. Esta película ya la vimos. Durante la gestión privada, se quedó hasta sin aviones en la gestión privada, porque no les importa. Acá está Macri y sus amigos ven esto como un gran negocio para quedarse con las rutas y desguazar la empresa. No podemos permitirlo. La defensa de Aerolíneas Argentinas, aquella famosa frase de que "Aerolíneas somos todos", la tenemos que volver a poner en el primer plano y defender verdaderamente la aerolínea de bandera.
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