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“Lo tremendo fue haberle dado facultades delegadas a un presidente que manifiesta que odia el Estado y que la mejor forma de desarmar el Estado y destrozarlo, es estando adentro como un topo y odiarlo”, dijo la senadora nacional Silvia Sapag como parte de una categórica crítica a la “ley Bases” y al paquete fiscal aprobados durante la semana reciente por el Senado, y aseguró tener la sensación de que dicha ley “es el fin de la Argentina como República”.
Apuntó que “lo peor de todo” es el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), el cual incluye artículos “inconstitucionales” que “pasan por encima de la Constitución, de las leyes nacionales y las provinciales”. En el ejemplo de la explotación de petróleo las cláusulas “van a durar los 30 años que les dan los yacimientos”, y en caso de litigios resolverá un organismo del Banco Mudial donde “los países nunca ganan, siempre ganan” las empresas. “Es una succión” de los recursos naturales aunque “el espejito de colores sea la palabra ‘inversión’”.
La legisladora neuquina de Unión por la Patria expresó que con esta norma “en Vaca Muerta se abrió el chorro” y “gracias al aporte de los votos” el gobierno provincial “va a tener algunos recursos que Nación, en agradecimiento, pueda darles”. Pero “en cuanto a los recursos naturales la ley es mala, y no hay un solo artículo para beneficiar a alguna provincia” o al país.
Reveló que le mandó “un mensaje” (“nunca” contestado) a la senadora Lucila Crexell, cuando trascendió que ella votaría los proyectos del gobierno de Javier Milei y sería nombrada embajadora. “Creo que el gobernador (de Neuquén, Rolando Figueroa) dio la indicación” de que los legisladores que le son fieles apoyaran las leyes del oficialismo, pero aclaró que si él mismo ha “negociado algo, ha sido para la provincia”, dijo Sapag. Evaluó en cambio que el caso de Crexell “ha sido una negociación personal”.
En diálogo con , la senadora Sapag calificó de “tremendo, espantoso” al accionar represivo afuera del Congreso mientras sesionaba el Senado, y que el gobierno “lo hizo para amedrentar”, por lo cual “salieron a la caza de brujas después de los actos de violencia que provocaron ellos mismos”.
-¿Qué sensación le dejo la aprobación de la ley Bases en el Senado?
-Me dejó una sensación desoladora porque como he estudiado mucho la ley, he recibido a todos los exponentes (especialistas, dirigentes, organizaciones, etc. que expusieron en las comisiones de la Cámara donde se analizo el proyecto), más de 70 horas escuchando a cada sector que esta ley toca, y que no beneficia a ninguno. La sensación es que es el fin de la Argentina como República. Pienso en esas piedras que uno las toma y parecen rocas, pero cuando las aprieta se desgranan y se convierten en polvo. Bueno: esa es la imagen que tengo de la Argentina bajo el régimen de esta ley.
-¿Puede haber una vuelta atrás?
-No, ya no. Es difícil porque Diputados puede, ahora, rechazarla o aprobarla. Como nosotros (en el Senado) no pudimos rechazar los artículos por dos tercios, ellos (Diputados) con simple mayoría pueden volver a la redacción original. Eso es la ley Bases. En la ley Fiscal(el proyecto del gobierno tratado junto con la ley Bases) pudimos introducir algunas modificaciones por los dos tercios, por lo cual se van a mantener. No creo que en Diputados alcancen los dos tercios como para poder reformar eso. De todas maneras el presidente dijo que iba a utilizar el veto de todo lo que sea necesario. Lo tremendo fue haberle dado facultades delegadas a un presidente que manifiesta que odia el Estado y que la mejor forma de desarmar el Estado y destrozarlo, es estando adentro como un topo y odiarlo. Y los dos requisitos los cumple. Entonces haberle dado facultades delegadas para que pueda desguazar el Estado, que no es solamente la administración, sino que somos todos y este territorio. El Estado también es nuestras creaciones. De este Estado, que es la República Argentina con todas las dificultades, con las idas y venidas, con satisfacciones y amarguras, nosotros formamos parte de él. Por eso tengo esa sensación de tierra movediza o de tierra desgranada. Hay desprecio hacia las personas, hacia los recursos naturales que se entregan tan fácilmente y no nos van a dejar ningún rédito. El desprecio por las creaciones nuestras como es la cultura, la educación, ciencia y técnica, o por instituciones que tienen prestigio internacional como la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), o que funcionan muy bien como el área nuclear, nuestra empresa de bandera YPF, o Aerolíneas Argentinas, que son un orgullo y tan necesarias, pero las quieren desguazar.
-¿La sorprendió el nivel de violencia represiva que hubo afuera del Congreso? ¿Cómo lo vivieron desde adentro?
-Fue tremendo, espantoso. Y fue justamente para amedrentar. Ese día de la sesión lograron su objetivo, porque esperábamos una plaza llena. Ese día se llenó, venía mucha más gante pero la corrieron. Fueron tan violentos y desalmados que la gente se asustó y se fue. La plaza quedó vacía, amurallada, llena de Robocop que inspiran miedo. Después salieron a esa caza de brujas, tras los actos violentos que provocaron ellos mismos. Nosotros tenemos experiencia en manifestar un descontento. Y en este tiempo lo hemos visto, especialmente en las plazas de los dos Congresos, o en Plaza de Mayo, también con la manifestación por la Universidad Pública, con la de las Mujeres. Ha habido un montón de manifestaciones sin fuerzas de represión y sin que haya desmanes. Pero esta vez (por el miércoles, 13/06)) vinieron a provocar lo que finalmente pasó.
-Incluso con un ataque a diputados, a los que luego la ministra Patricia Bullrich calificó de delincuentes que encubrían actos delictivos, y así justificó el ataque con gas pimienta.
-Todo eso está filmado. Ellos se dirigieron a una de las barreras, hablaron con los policías y por detrás aparecieron brazos que les tiraron gas pimienta. Estaban dialogando, no tirando piedras ni empuñando un arma. Somos terroristas y sediciosos y todo esto está organizado por el kirchnerismo, dicen ellos. De todo nos echan la culpa. Es más, al día siguiente escuchaba en un programa de televisión que estaban enojados con nosotros que votamos en contra, que hicimos lo posible para que esta ley no sea aprobada, y nos decían que ¡cómo no presentamos un dictamen! El tema es que a nosotros no nos quiere seguir nadie en el Congreso. Los radicales no quieren seguir una idea kirchnerista o peronista. Ninguno que esté medianamente a favor quiere ser interpelado porque le puso una firma a un proyecto hecho por nosotros. Somos mala palabra. Un dictamen nuestro no iba a ser apoyado por nadie, y menos en esta situación de tanta presión, entonces nos pareció mejor apoyar ese dictamen de minoría. Y esa fue nuestra estrategia, que parece que de afuera se vio mal.
-¿Cómo analiza el voto de Lucila Crexell, que quedó en medio de una nebulosa por su negociación que terminó con su nombramiento para la embajada argentina ante la Unesco con sede en París?
-Yo manifesté mi preocupación cuando apareció en los medios, le mandé un mensaje. Intenté comunicarme con ella para preguntarle si era verdad lo que se estaba diciendo. No me contestó nunca. Así que supuse que estaría pensándolo… pero bueno, después vi que el día antes de la sesión, apareció el escrito mandado por el Ejecutivo al Senado pidiendo el acuerdo, porque nosotros (la Cámara alta) damos los acuerdos para los embajadores, los ascensos militares y los nombramientos de los jueces, en un proceso complejo donde se analizan los antecedentes del postulante. Y el mismo Poder Ejecutivo fue el que divulgó este pedido de Lucila. Ahí no quedaron dudas. Fue muy burdo: yo te doy lo que me pedís, pero no lo guardo en secreto, lo muestro un rato antes de la votación. Y la verdad es que no me alcanza la cabeza para poder analizar qué significa eso, si es prepotencia, te muestro lo que hago y vas a ver que gano. Algo así. Pero todavía no he terminado de analizarlo.
-¿Cree que ese voto favorable se consensuó con el gobernador Rolando Figueroa?
-Ella manifestó durante todo este último tiempo, desde que se fue del bloque y formó uno unipersonal y se acercó a Figueroa, y este último mes en todos los reportajes ha dicho que iba a hacer todo lo que le indicara el gobernador. Creo que el gobernador, como los diputados nacionales que le son fieles a él votaron a favor, creo que la indicación ha sido en ese sentido. Pero también creo que si el gobernador ha negociado algo para la provincia, fue para la provincia. Pero esta es una negociación personal. Apenas salió la noticia de que ella era candidata a la embajada, el gobernador viajó a Buenos Aires a un encuentro con Guillermo Francos. Y después de eso declaró que todo volvió a la institucionalidad, que las soluciones que nos va a dar la Nación es institucional, como poniendo distancia de ella. Esa sensación me dio.
-Teniendo en cuenta el eslogan del gobierno provincial que habla de neuquinidad y de defender a Neuquén. ¿Es posible defender una provincia, votando la ley Bases, cuando desde la Nación, todo indica y así se ha considerado, hay un avasallamiento al federalismo y hacia las economías regionales? Así se dijo, por ejemplo, con el supuesto blindaje a Vaca Muerta.
-Con esta ley en Vaca Muerta se abrió el chorro. Es todo lo contrario. Eso significa que gracias al aporte de los votos para que salga la ley, van a tener algunos recursos que Nación, en agradecimiento, pueda darles. Porque en cuanto a los recursos naturales te puedo decir que toda la ley es mala. No hay un solo artículo que sea para beneficiar a alguna provincia, a la explotación de algún recurso o a cualquier actividad de la República Argentina. No hay nada en la ley que sea beneficioso. Pero lo peor de todo son los capítulos que corresponden al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), porque es indiscutiblemente inaceptable. No se le exige a las empresas que vengan a invertir que liquiden las divisas, o sea pueden venir inversiones a partir de 200 millones de dólares, pero en realidad con 80 millones, según la ley, pueden hacerse cargo especialmente de las actividades extractivas. Sin depositarlos en la Argentina ya pueden hacerse cargo de los yacimientos. Pueden traer su gente, no comprarle a las pymes locales, pueden traer bienes de capital que pueden ser usados, no pagarán impuestos porque se les condona un 45 por ciento de lo que pagan nuestra pymes. Por ejemplo, de Ganancias, en lugar del 35 pagan el 25 por ciento; el IVA no lo van a liquidar. Pero lo peor de todo es que pasados dos años estarán liberados de liquidar los dólares en la Argentina. Entonces se llevan el petróleo y después de dos años no necesitan pagar lo que hayan recibido por la exportación. En síntesis, es peor que si nunca vinieran, porque entran con poca plata que no tendrán que depositar acá, no pagan casi impuestos y después del segundo año podrán llevarse el 100 por ciento de las divisas. No se puede ser tan entreguista, porque esto va a durar los 30 años que les dan los yacimientos y encima si uno está disconforme y quiere litigar lo tiene que hacer en el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones, dependiente del Banco Mundial), que es un organismo creado por las grandes empresas para cuando tenga algún conflicto con algún país de los que van a succionar, se tenga que dirimir allí sus litigios. Los países nunca ganan, siempre ganan ellos. Por eso digo: perderemos Aerolíneas Argentinas, pero la volveremos a crear; perderemos el Correo, pero lo volveremos a crear. Pero los recursos naturales que se lleven y no nos dejen nada, ¿cómo se recuperan? ¿de qué va a vivir nuestra gente?. Cuando (el ex diputado nacional por el Pro de Neuquén y actual secretario de Culto de la Nación) Francisco Sánchez se fue con el presidente a España a esa convención de la ultraderecha, habló. Su discurso no fue bueno, pero dejó un concepto al decir que desde el año 1492 que los conservadores vamos perdiendo terreno. Es decir que cuando Colón llegó a América. Esto es más o menos lo mismo: Colón trajo espejitos de colores con los que deslumbró a los pueblos originarios y, a cambio de eso, se llevó nuestro oro y nuestra plata, que era lo que Europa codiciaba. Ahora lo que el mundo desarrollado codicia de nosotros es el petróleo, gas, litio, tierras raras, el agua. Y el espejito de color es la palabra inversión. Porque no hay inversión de nada; no se va a desarrollar nada; no van a usar los insumos que en Argentina se fabrican, no van a necesitar a la gente de acá porque la van a traer de afuera, no habrá transferencia de tecnología, de conocimiento, de ciencia y técnica, no van a pagar impuestos y no tienen que liquidar los dólares en el país. Esto es una succión.
-¿Y el pasivo ambiental tampoco se les va a pedir que lo remedien?
-El artículo 163 es inconstitucional, porque en nuestra Constitución dice que Nación dictará los presupuestos mínimos ambientales, y corresponde a las provincias ampliarlos de acuerdo con las características de la producción, las necesidades y los intereses de los habitantes. Bueno: ese artículo dice que toda provincia, municipio o CABA (ciudad autónoma de Buenos Aires) que quisiere insistir con alguna norma diferente a esta ley Bases, será nula de nulidad absoluta. Pero no solamente por leyes u ordenanzas que se dicten a partir de ahora, sino que lo que ya está legislado será nulo de nulidad absoluta. Y sabemos que por Constitución los recursos naturales corresponden a las provincias. Un ejemplo: las luchas del pueblo de Chubut en contra de la minería a cielo abierto, lograron que no se pueda hacer minería a cielo abierto en esa provincia. Ahora sí se puede hacer, porque pasan por encima de la Constitución, de las leyes nacionales y las provinciales.
-¿Hay algún aspecto de esta ley que beneficie a los argentinos?
-Ni uno. Además, toman instituciones y recursos importantísimos, como por ejemplo, elimina la organización de los viajantes de comercio, que no le causan ningún gasto al Estado. ¿Por qué en contra de los viajantes? Aerolíneas Argentinas, que ahora da ganancia y no le pide nada al Estado, la quieren desguazar. Se puede colegir que hay tras aerolíneas que quieren entrar, tener rutas o poner precios más bajos, pero ¿qué les molesta de los viajantes? Todo esto es muy doloroso y tremendo.
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