-?
 
 
 
Entrevistas
28/05/2023

Enrique Mases

"Kirchner actualiza los núcleos identitarios de la tradición nacional popular peronista"

"Kirchner actualiza los núcleos identitarios de la tradición nacional popular peronista"  | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El historiador y docente de la UNCo Enrique Mases analizó los principales rasgos de la presidencia de Néstor Kirchner, al cumplirse 20 años de su llegada al poder.

Laura D' Amico

En diálogo con Va Con Firma, el doctor en Historia y docente de la Universidad Nacional del Comahue Enrique Mases, sostuvo que "Kirchner actualiza los núcleos identitarios de la tradición nacional popular peronista". Agregó que suliderazgo "lo va construyendo a partir de decisiones fuertes, de poner nuevamente en el centro de la escena al Estado con medidas que ayudan a mejorar la calidad de vida de buena parte de los argentinos".

Mases analizó los principales rasgos de la presidencia de Kirchner, al cumplirse 20 años de su llegada al poder, el 25 de mayo de 2003. Consideró que en los 4 años de gobierno, hubo dos transformaciones que fueron centrales: la "restitución" de las antiguas instituciones del mundo del trabajo, que históricamente fueron la columna vertebral del movimiento peronista, y una política de "desagravio" respecto de los derechos humanos, a través de una "reinterpretación del pasado".

Sobre el gobierno actual, sostuvo que "la falta de un programa es uno de los temas importantes del déficit del último gobierno que estamos transitando" y sostuvo que "el gobierno de Alberto Fernández no creó ningún derecho social laboral que se institucionalice y permanezca en el tiempo. Es un caso único dentro de los gobiernos peronistas. Naturalmente, ahí se cercena la posibilidad de un liderazgo".

-¿Qué rasgos de la presidencia de Kirchner te parecen fundacionales?

-En esta etapa que es post Estado de bienestar, el gobierno de Néstor Kirchner actualiza los núcleos identitarios de la tradición nacional popular peronista. Son varias las transformaciones pero hay dos que me parecen importantes: una, que podemos denominar restitución y otro de desagravio. La restitución tiene que ver con el retorno a las antiguas instituciones del mundo del trabajo como las convenciones colectivas de trabajo, el salario vital y móvil, en un escenario caracterizado por el crecimiento del empleo y, como contrapartida, una drástica reducción del desempleo. Había llegado a cifras notables, el 21 por ciento en 2002, y lo baja drásticamente. En el ciclo kirchnerista, en 2015, llega al 5,9 por ciento. Además, de alguna manera, también avanza en eliminar la reforma laboral del 2000, la derogación de la ley de flexibilidad laboral. Es decir, hay una nostalgia por la vuelta a esos gloriosos '30, que los historiadores denominamos al periodo de 1945 a 1979, de plena vigencia del estado de bienestar y en el peronismo, particularmente, la primera etapa. Esa nostalgia es el intento de volver al tiempo feliz de la sociedad que ese primer ciclo del peronismo que abarcaba el pleno empleo, un Estado fuerte, sindicatos poderosos y empresarios nacionales. A la vista de ahora, queda poco de él.

En cuanto a desagraviar, hubo una fuerte política que se emparenta con los derechos humanos. Hay rápidamente una reinterpretación del pasado y contra la mirada de los primeros gobiernos democráticos, que avanzaron con el punto final, la obediencia de vida o los indultos de Menem, todo lo contrario. La política de derechos humanos plantea juicio y castigo a los represores o a los responsables de la dictadura cívico militar y la incorporación simbólicamente de la ex Escuela de Mecánica de la Armada como sitio de memoria, bajar los cuadros de Videla y de Bignone del panteón de héroes del Colegio Militar, incluso ese pedido de perdón en nombre del Estado a la sociedad argentina. Después hay otros momentos de la gestión del gobierno de Néstor Kirchner que también tienen que ver en lo económico con el desendeudamiento, el pago al Fondo Monetario Internacional, una serie de medidas que van acompañando esto. En el marco de restituir y desagraviar, hay una nueva centralidad de la política. Nosotros venimos de un escenario anterior donde habían dos puntos principales: una sociedad totalmente descreída y crítica de la política y los políticos, por un lado, y por otro lado, la mega devaluación de Duhalde, una decisión crítica que le permite a Kirchner no tener que hacerlo, entonces puede llevar adelante estos cambios.

-¿Cómo caracterizarías al tipo liderazgo que ejerció Néstor durante su presidencia?

-Es un liderazgo muy parecido a los liderazgos del peronismo que se van construyendo como parte de la gestión del Estado. Él es un candidato débil y viene de una provincia que no tiene una incidencia electoral importante (Santa Cruz), y apenas es legitimado con cerca del 22 por ciento de los votos. Sin embargo, ese liderazgo lo va construyendo a partir de decisiones fuertes, de poner nuevamente en el centro de la escena al Estado con medidas que ayudan a mejorar la calidad de vida de buena parte de los argentinos. Igualmente tiene límites: la pobreza sigue siendo importante y muy desigual a lo largo del territorio argentino. Por otro lado, todo el pleno empleo, la base en las convenciones colectivas de trabajo, etc., igualmente no alcanzan ante una debilidad que ya se viene mostrando en el mundo del trabajo y que afecta a los trabajadores que es el trabajo no registrado. Aún en 2015, uno de cada tres trabajadores no está registrado. Y otra cosa: una sociedad donde económicamente revierte la situación anterior también hace crecer las organizaciones que representan a los trabajadores pero si antaño representaban a buena parte de los trabajadores incluidos, ahora, durante el gobierno de Kirchner aparece otro fenómeno importante que es el otro movimiento obrero, como bien dice Paula Abal Medina, que son los piqueteros, la economía informal, que terminan nucleándose en la CTEP. Dicho de otra manera, las famosas conducciones peronistas del movimiento obrero organizado y las conducciones de izquierda clasista, antiburocráticas de algunos gremios o de agrupaciones de base en esos gremios, ahora empiezan a convivir con otro movimiento obrero que es el que está integrado por quienes forman parte de la economía informal. Hay profundas mutaciones en el mundo del trabajo y ahí hay un escenario muy diferente al de aquellos gloriosos 30.

-La convocatoria de Cristina Fernández al acto del 25 era "Imitemos el ejemplo". ¿Qué sería lo que hay que imitar, en un escenario actual tan diferente?

-A mi juicio, el mensaje es recuperar lo colectivo. ¿Cómo lo asimila? Con un programa. Y me preocupa que la respuesta de los que están cerca es "Cristina presidente". Por eso dice que hay un problema de comprensión. No trato de ser un exégeta de la palabra de Cristina pero entiendo que cuando ella dice hay que hacer un programa es construir colectivamente nuevamente una fuerza política y no depender de los liderazgos coyunturales. Más allá de los atributos como cuadro político de Cristina Kirchner. La falta de un programa es uno de los temas importantes del déficit del último gobierno que estamos transitando a nivel nacional y de la oposición también en la provincia.

-Al comienzo decías que Néstor reforzó rasgos identitarios con el peronismo. ¿Inventó además una identidad relacionada a lo patagónico, al menos desde lo semántico?

-No creo en Hipólito Tayne, que dice que el clima y la naturaleza determinaban las condiciones de una persona. Pero Argentina, en muchos momentos de la historia, fue una carrera abierta al talento. Pienso en Roca, que viene de Tucumán, que era esa elite de la pampa húmeda o de la región centro, no tienen el monopolio, como Prat Gay insinúa, de que no deberíamos tener presidentes de Santiago del Estero. Todo lo contrario. Creo que en Néstor Kirchner, venir de una provincia patagónica también construyó cierta épica de provincias que se integraron tarde al Estado nacional. Tal vez la característica principal es que durante mucho tiempo Santa Cruz, como Neuquén, fueron territorio nacional, donde la participación política estaba cercenada para los habitantes del territorio nacional entonces cómo esa parábola avanza y se recupera. No solo la provincialización plantea la recuperación de los derechos políticos y de igualdad ciudadana a los habitantes de la Patagonia sino que también los iguala en la posibilidad de conducir el país.

-¿Crees que para que en una sociedad emerja un nuevo líder político deben existir condiciones objetivas específicas? ¿Qué rol juega el azar?

-Puede ser en algún momento una coyuntura especial, no sé si el azar. Creo que la emergencia de un liderazgo ahora, que tiene que ver con los partidos políticos tradicionales, es un punto de discusión fuerte y mucho más en el peronismo. Si analizás esa nostalgia que decíamos de un pleno empleo peronista, un estado fuerte, sindicatos poderosos, empresarios nacionales, nada de eso tenemos en el escenario actual. Incluso, cierto abandono. El gobierno de Alberto Fernández no creó ningún derecho social laboral que se institucionalice y permanezca en el tiempo. Es un caso único dentro de los gobierno peronistas. Naturalmente, ahí se cercena la posibilidad de un liderazgo y si además la amplificación para consolidar un líder tiene que ver con el sustento -como antaño- de la columna vertebral, hoy esa columna vertebral tampoco existe. El 1 de mayo último, el rasgo principal es la fragmentación de la clase trabajadora dentro del propio sindicato peronista. Dicho de otra manera, si el liderazgo en el peronismo implica representar los intereses de la clase trabajadora que fue lo que amplificó el primer peronismo, hoy estamos lejos de ese liderazgo por la propia constitución y fragmentación de la clase trabajadora y de los que la representan. En el escenario actual, la clase trabajadora no va al paraíso, me parece que está más cerca del infierno.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]