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Entrevistas
08/09/2021

“Milei no es original, es un calco de Trump”

“Milei no es original, es un calco de Trump” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El filósofo y asesor presidencial, Ricardo Forster, sostuvo que el referente de los libertarios “no es un invento argentino” y aseguró que como el ex presidente estadounidense “buscan el impacto para apelar a un núcleo afectivo impulsivo de la sociedad”. Aseguró que los “grandes medios” buscan “reducir la vida política a un nivel zócalo”.

Diego Colao

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Ricardo Forster, asesor presidencial y filósofo analizó la discusión de cara a las PASO y sostuvo que “la oposición no quiere dar un debate integral” sobre “el presente y el futuro” y “mucho menos hacerse cargo de lo que fue su gestión de gobierno entre el 2015 y el 2019”.

A esto le sumó, el hecho de que “los grandes medios de comunicación, que son la caja de resonancia de la oposición política”, lo que hacen es trabajar “todos los días para reducir cualquier posibilidad de debate y convertirlo más bien en un intercambio de gritos, de insultos, de descalificaciones”

“Hay mil cosas para hablar en la Argentina y sin embargo no se pueden discutir porque entre otras cosas lo que se hace es reducir la vida política y el lenguaje político a un nivel zócalo, a un griterío infernal y a una lógica del escándalo”, definió Forster en este diálogo con Va Con Firma.

En cuanto al fenómeno de Milei, señaló que “está claro que no es un invento argentino” y emparentó su aparición en la política con “la llegada de Bolsonaro”, la “campaña de Trump” o “el modo como se construyen las extremas derechas en Europa”.

“Milei no es en absoluto original, es casi un calco por ejemplo de Trump, incluso los pelos como los usa, los insultos, el uso de la descalificación, de la violencia retórica”, explicó el docente universitario y agregó que “lo que buscan es el impacto, el amarillismo y apelar a un núcleo afectivo impulsivo de la sociedad”,

En cuanto al nivel de apoyo que recibe el precandidato libertario por parte de los jóvenes, Forster indicó que “leen como rebelde a un personaje como Milei en un momento donde la política puede parecerles muy gris”, y sostuvo que “el gobierno necesita, no solamente interpelar a los jóvenes como sujetos de derecho, sino que tiene que poner en claro que los jóvenes son el actor político decisivo del presente y del futuro”.

-¿Cómo ve la discusión, el debate antes de las Primarias Abiertas?

-Está claro que la oposición no quiere dar un debate integral, profundo, argumentado en relación al presente y al futuro de la Argentina y mucho menos hacerse cargo de lo que fue su gestión de gobierno entre el 2015 y el 2019. Está claro también que los grandes medios de comunicación, que son la caja de resonancia de la oposición política y la que marca la agenda de esa misma oposición, trabajan todos los días para reducir cualquier posibilidad de debate y convertirlo más bien en un intercambio de gritos, de insultos, de descalificaciones o de escandaletes. Esto implica reducir lo que es clave para la vida democrática, que las distintas fuerzas políticas de cara a la sociedad puedan debatir que tipo de economía, de qué manera puedo organizar la vida que se abre en la salida de la pandemia, cuestiones de derecho, cuestiones ambientales. Hay mil cosas para hablar en la Argentina y sin embargo no se pueden discutir porque entre otras cosas lo que se hace es reducir la vida política y el lenguaje político a un nivel zócalo, a un griterío infernal y a una lógica del escándalo. Es clave para la vida democrática generar las condiciones para un debate diferente, es claro que el gobierno nacional y desde la campaña del oficialismo se busca colocar sobre la mesa los ejes fundamentales a discutir pero es difícil esa interpelación cuando la caja de resonancia son los medios y esos medios en general tienen una perspectiva de reducir el debate de ideas, de propuestas, los modelos de país que están en pugna, a un nivel de espectacularización y escándalo.

-¿Cree que la ciudadanía está dispuesta a escuchar y debatir?

-No hay “la ciudadanía” en general y en abstracto. Como siempre hay una parte significativa de la sociedad que le interesa la política, le interesa participar y se expresa de distintos modos. También es cierto que más de un año y medio de pandemia, la ruptura de los ámbitos públicos de intercambio debilitan la capacidad de la ciudadanía de manifestarse, expresarse, reunirse, eso es clave para la vida democrática, clave para la política. Después hay otros sectores de la sociedad que en general se desentienden de la política, que no les preocupa, que están metidos en otras cosas, y más bien pueden tender a una mirada despolitizadora o incluso a una franca tendencia antipolítica que suele ser exacerbada por los sectores más de derecha de la oposición, y muchas veces los medios de comunicación, que incentivan ese proceso de despolitización o esa perspectiva de la vida distanciada de la política. La vida democrática necesita de la política, necesita de la participación, necesita de una ciudadanía muy intensa, esto es clave. A la derecha, a los establishments, a los poderes económicos en general lo que les interesa son sociedades despolitizadas, profundamente distanciadas del modo de construir el país y entonces trabajan para debilitar la política. Por eso no hablaría de ciudadanía en general porque sigue habiendo un sector muy significativo que participa, se expresa y seguramente va a ir a votar con ganas de votar.

-¿Le preocupa la irrupción de estos fenómenos como Milei, con discursos antipolítica, antiestado? ¿Es una tendencia global?

-Está claro que Milei no es un invento argentino. Si uno ve la llegada de Bolsonaro a la presidencia de Brasil o antes, la construcción de la figura y la campaña de Trump que le permitieron ser presidente de los Estados Unidos, y ve el modo como se construyen las extremas derechas en Europa, el caso de Vox por ejemplo en España, se da cuenta que Milei no es en absoluto original, es casi un calco por ejemplo de Trump, incluso los pelos como los usa, los insultos, el uso de la descalificación, de la violencia retórica, el tratar de generar espectáculo, la política como espectáculo, un espectáculo casi circense donde no hay pudor a la hora de utilizar determinadas frases porque lo que buscan es el impacto, el amarillismo y apelar a un núcleo afectivo impulsivo de la sociedad. Milei en ese sentido es parte de esa misma estrategia, de esas derechas cada vez más radicalizadas que en algún caso se nombran a sí mismas como libertaristas, en otro caso son nacionalistas étnicas como en Europa, pero todas tienen en común esta mirada muy turbia sobre la vida democrática, sobre la idea de igualdad, sobre el rol del Estado, sobre la libertad en un sentido genuino del término. Y es preocupante que crezcan y que haya un sector de la sociedad que los apoyen. De todas maneras creo que es un fenómeno localizado, circunscripto en gran medida pero que hay que prestarle atención.

¿Cómo ve lo que pasa con los jóvenes, prenden en este sector el discurso de Milei?

-Milei lo que hace es expresar a un sector que no es simplemente de jóvenes, que incluye a otras generaciones de ciertos ámbitos de clase media urbana, incluso se vinculan con lo que fue el procesismo y el negacionismo en la Argentina, que es una derecha más radical que antes tenía cierto problema para expresarse públicamente y ahora se le han abierto algunos canales. Hay algunos jóvenes que leen como rebelde a un personaje como Milei en un momento donde la política puede parecerles muy gris. Ahí hay un problema sobre el que hay que actuar y pensar. Estoy convencido que el gobierno necesita, no solamente interpelar a los jóvenes como sujetos de derecho, sino que tiene que poner en claro que los jóvenes son el actor político decisivo del presente y del futuro y que la interpelación hacia los jóvenes y de los jóvenes hacia el gobierno es fundamental. En mil temas. Hay temas que les preocupa a una parte importante de los jóvenes, como la cuestión ambiental, para dar un ejemplo, donde el gobierno, o la política o la democracia deberían tener mucha más potencia, mucha más capacidad de interpelación e incorporar fuertemente las demandas de los jóvenes y las jóvenes en relación a la cuestión del planeta, del cuidado, de la vida futura, del cambio climático, etcétera. De la misma manera que está claro que este es un gobierno que amplía derechos que involucra fundamentalmente a los jóvenes, el más importante, el de la decisión libre sobre el cuerpo de las mujeres, pero hay que profundizar en ese camino.

29/07/2016

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