La especialista en Tributación, Norma Noya, que esta semana fue convocada por el bloque del Frente de Todos a exponer en el Concejo Deliberante de Neuquén sobre el proyecto de participación municipal en las valorizaciones inmobiliarias, dijo que "si el municipio se pusiera las pilas y cobrase más contribución por mejoras creo que mejoraría la justicia del sistema tributario municipal".

Sobre el Impuesto Inmobiliario, afirmó que deberían poder cobrarlo los municipios en lugar de la provincia, y remarcó que el modo en que se realiza la valuación catastral de los inmuebles es "la punta del ovillo" para ir hacia un sistema de menor especulación.

En diálogo con , Noya sostuvo que en la provincia de Neuquén la ley de Coparticipación es "muy vieja" pero el gobernador Omar Gutiérrez la quiso modificar y "nunca pudo porque necesita el acuerdo de todos los municipios".

Describió que "una forma de destrabar este anquilosamiento" sería que la provincia, en vez de distribuir un 15 por ciento de la coparticipación federal entre todos los municipios, aumente uno o dos puntos el monto total que se reparte.

"Aumentar esta distribución primaria hace que todos cobren más y en esa repartija a lo mejor se pueden actualizar más los coeficientes de distribución secundaria. Si hay más para repartir, a lo mejor están ávidos a cambiar los coeficientes", dijo Noya, que es Contadora, Especialista en Tributación por la Universidad Nacional del Comahue y profesora jubilada de Finanzas Públicas en esa Casa de estudios.

-¿Cómo es el sistema tributario de la municipalidad de Neuquén en cuanto a la justicia tributaria?

-El sistema tributario, no solamente de Neuquén, de la provincia, del país, en general de los países de América Latina, es un sistema tributario regresivo. Esto significa que los que aportan más en proporción a su capacidad contributiva son los sectores que menos tienen. El municipio no vive de sus recursos propios porque recibe, a través de la coparticipación provincial, el producto de lo que a su vez recauda la provincia. La Ley de Coparticipación de Neuquén es de 1995. Si bien hubo parches, es una ley que está muy vieja porque los municipios de Neuquén son muy activos. Por ejemplo, Añelo no llegaba a los dos mil habitantes mientras que a fines de 2019 se calculaba que dormían ahí como 8 mil personas. Así pasa con otras localidades como Villa la Angostura, por ejemplo. Eso hace que se produzcan inequidades. Si bien el gobernador planteó muchas veces, incluso a principios de su primer mandato incorporó en la agenda la modificación de la Ley de Coparticipación, nunca pudo porque necesita el acuerdo de todos los municipios. Nunca lograron tener consenso para modificar la ley provincial. Como es una ley convenio, se tiene que sentar en una mesa la provincia y todos los municipios. Las realidades municipales hacen que nunca alcancen los recursos que tienen. Cuando la frazada es corta, te tapás los pies y no te tapás la cabeza.

-¿Cuáles son los municipios que se benefician con el actual reparto de coparticipación? ¿Qué pasa con Neuquén?

- Los municipios que crecieron menos, del 91 a hoy, son los municipios más beneficiados. Por ejemplo, Cutral Co, que no creció tanto porque durante la década del '90 estuvo la privatización de YPF y mucha gente emigró de Cutral Co y Plaza Huincul. Se vendían casas por una compra en el supermercado y un tanque de nafta como para irse. Cutral Co tuvo un proceso de emigración. Con Vaca Muerta, los municipios que más recibieron gente, fundamentalmente trabajadores, son Añelo, San Patricio del Chañar, Centenario, Neuquén. No creo que Neuquén esté entre los que más se benefician. Hace años hicimos un estudio analizando los coeficientes en función del Censo 2010. En ese entonces nos daba que el rey de los perdedores era Rincón de los Sauces.

-¿Cómo se solucionaría el problema de la coparticipación?

-Está la coparticipación primaria, que es cuánto se queda la provincia y cuánto se reparte en todos los municipios, y la distribución secundaria, que es cuánto recibe cada uno. En la distribución primaria, en Neuquén, el 15 por ciento se reparte entre los municipios. El otro 85 queda para la provincia para poder solventar sus gastos. Pienso que la forma de destrabar este anquilosamiento sería que la provincia, en vez de distribuir un 15 por ciento, distribuya un 16 o un 17 por ciento. Aumentar esta distribución primaria hace que todos cobren más y en esa repartija a lo mejor se pueden actualizar más los coeficientes de distribución secundaria. Si hay más para repartir, a lo mejor están ávidos a cambiar los coeficientes.

-Recientemente usted expuso en el Concejo Deliberante de Neuquén sobre el Impuesto Inmobiliario. Tal como está previsto, ¿apunta a la justicia tributaria?

-De acuerdo a la Constitución y a las leyes provinciales, el Impuesto Inmobiliario tendrían que recaudarlo los municipios. Pero lo recauda hoy la provincia. Para la provincia, el Inmobiliario es muy poco si lo ves en el conjunto de recursos. Por otro lado, es más coherente que este recurso lo cobren los municipios porque la base imponible son los inmuebles (terrenos, casas, departamentos). Eso es inamovible. Entonces es más eficiente que el gobierno local pueda cobrar tributos sobre esa manifestación de capacidad contributiva. Un problema que tenemos los argentinos y argentinas es que por un lado exigimos al Estado que nos brinde buenos servicios educativos, de salud y demás, y por otro lado no queremos pagar impuestos. Esto es una falacia porque en realidad el Estado vive gracias a los impuestos que pagamos. Entonces tratemos de defender el sistema tributario y de mejorarlo para que sea más justo.

-¿Qué se debería modificar para que el sistema tributario de Neuquén sea más justo?

-Neuquén capital vive fundamentalmente por la coparticipación (39%). Recauda por sí misma el 28% de todo lo que recibe. Dentro de ese 28%, la mayor recaudación se da en licencias comerciales (26%), las patentes (31%), y servicios a la propiedad inmueble (13%), que es una tasa por el alumbrado, barrido y limpieza. Después hay un tributo, que no llega al 1%, que es la contribución por mejoras. Entonces, ¿cómo mejorás los recursos municipales? Por un lado, si Neuquén y todos los municipios reclaman el pago del Impuesto Inmobiliario. Por otro lado, si mejora la contribución por mejoras, sin crear otro tributo. La contribución por mejoras es algo justo porque la paga aquel contribuyente que tuvo un beneficio producto de una obra que hizo el municipio. Si el municipio se pusiera las pilas y cobrase más contribución por mejoras creo que mejoraría la justicia del sistema tributario municipal.

-El Frente de Todos presentó en el Concejo Deliberante un proyecto donde proponen cambiar las reglas del juego, que actualmente benefician a desarrolladores inmobiliarios, y que el municipio capture parte de la valorización inmobiliaria que produce con la obra pública e indicadores urbanísticos. ¿Qué la parece la propuesta?

-El proyecto tiene algunos problemitas que es que el cálculo se hace sobre la base imponible del tributo, que es el valor que tiene una propiedad después de la intervención estatal menos el valor que tenía antes de la intervención estatal. Sobre ese plusvalor es que se aplica la alícuota. El tema, con mayúscula, es quién calcula y a qué valor se calcula: si es al valor del mercado o al valor catastral. Hoy el valor catastral es ínfimo respecto del valor del mercado. Pero bueno, hoy es el valor catastral que existe e implica una Dirección Provincial de Catastro que hace eso, que valúa, y además la carta orgánica dice que para las valuaciones catastrales se tienen que poner de acuerdo provincia y municipios. Entonces el proyecto hoy es inaplicable porque cómo calculás el plusvalor.

-¿Qué se podría implementar con el fin de lograr el objetivo que persigue esa iniciativa?

-Eso hay que estudiarlo pero por el lado de las instituciones. O sea, ¿quién va a valuar, la Dirección de Catastro o el municipio? La punta del ovillo está en modificar la cuestión de catastro y ahí hay que hacer una movida provincial. Me parece excelente que se empiecen a discutir estas cuestiones porque hacen, no solo a la fiscalidad sino también a la regulación del mercado inmobiliario, que sabemos que en Neuquén es terriblemente injusto y opaco.