Hugo Yasky, diputado nacional por el Frente de Todos planteó que el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, “se quiere posicionar como uno de los duros de Juntos por el Cambio” y como “quiere ser más duro que los otros, juega con la vida de la gente, juega con la vida de nuestros niños y nuestros jóvenes”.

“Las medidas que toma Larreta lo que hacen es retrasar la adopción de acciones de índole sanitaria que no se pueden tomar mirando las encuestas”, indicó sobre la discusión de las clases presenciales en esta entrevista con y remarcó que “carga con una responsabilidad criminal por lo que está haciendo en la ciudad”.

Sobre la judicialización del DNU del presidente, Yasky sostuvo que es “una actitud repudiable y obscena por lo que implica, querer utilizar la pandemia en términos de la especulación electoral”.

Para el secretario general de la CTA de los Trabajadores, el procurador interino de la Nación, Eduardo Casal, “es un stopper que puso el macrismo para que rechace todas las pelotas que le vienen en contra en el terreno judicial”, y su resolución “tiene que ver con el compromiso, con el maridaje, con la connivencia casi escandalosa entre la justicia y el poder político”.

Yasky calificó como “necesarias” las medidas anunciadas el viernes por el presidente Alberto Fernández y consideró que “el Estado tiene que garantizar los recursos necesarios para que nadie viva esto como un padecimiento”.

“Los sectores más humildes ven estas medidas muchas veces como una especie de castigo porque si no hay recursos del Estado, no hay posibilidad de ganar la plata que se gana día a día, y para la gente que tiene un trabajo informal, cualquier restricción empieza a ser asfixiante”, reflexionó.

El gremialista opinó que el acuerdo del 35% de incremento para el Salario Mínimo, Vital y Móvil, “tendría que haber llegado un poco más alto”, ya que fueron con “la expectativa de un 40%”, aunque indicó que “significa que va a estar por arriba de la inflación”.

En cuanto a la inflación, Yasky señaló que “los grandes grupos económicos de este país están dispuestos a dinamitar la meta inflacionaria del gobierno” porque “hay una acción deliberada de remarcación de precios”.

-¿Qué análisis hace de las medidas anunciadas por el presidente?

-Son necesarias. Habrá que tener los ojos bien abiertos y puestos en la evolución de los índices de contagio en CABA, en el AMBA y en algunas grandes ciudades de nuestro país, porque no podemos dejar que la curva de contagios siga ascendiendo de esta manera. Vamos a ir a la saturación de los centros hospitalarios, cosa que ya empieza a ocurrir por ejemplo en el AMBA y podemos llegar a tener en la Argentina las imágenes que hemos visto con horror en Perú, en Ecuador y ni hablar en otras partes del mundo. De manera que creo que son medidas necesarias, que tenemos que tratar de que se cumplan estrictamente en todos los lugares donde las curvas de los contagios está indicando que se enciende la luz de alarma, porque primero está la vida, hay que salvar la vida de nuestra gente. Después todo lo demás se puede discutir pero lo que no se puede discutir una vez que se pierde es la vida.

-¿Qué opina de la discusión sobre las clases presenciales y de la judicialización del DNU del presidente por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires?

-La judicialización me parece directamente una actitud repudiable y obscena por lo que implica, querer utilizar la pandemia en términos de la especulación electoral. Larreta se quiere posicionar como uno de los duros de Juntos por el Cambio, ahí están a los codazos tratando de dirimir el liderazgo, aunque nadie hable de las divisiones al interior de la oposición, la gente no es tonta y lo ve. Desde las barbaridades que dice Patricia Bullrich a las medidas que alienta Mauricio Macri. Y Larreta quiere subirse a ese pony. Quiere ser más duro que los otros y juega con la vida de la gente, juega con la vida de nuestros niños y de nuestros jóvenes, juega con la vida de los ciudadanos de CABA porque en CABA es donde más se extiende la pandemia. Las medidas que toma Larreta ubicado por los jueces que son empleados suyos, en última instancia lo que hacen es retrasar la adopción de acciones de índole sanitaria que no se pueden tomar mirando las encuestas, las encuestas de opinión sirven para muchas cosas pero no sirven de nada para resolver el tema de la pandemia y de las medidas que hacen falta para que no siga avanzando. Y en ese sentido para mí, Larreta carga con una responsabilidad criminal por lo que está haciendo en la ciudad.

-¿Cómo ve el dictamen del procurador interino Casal? 

-Todos sabemos que Casal es un stopper que puso el macrismo para que rechace todas las pelotas que le vienen en contra en el terreno judicial, de manera tal que uno no tiene que tiene que hurgar mucho en argumentos jurídicos para darse cuenta que la resolución es nula en términos de fundamentos jurídicos, tiene que ver con el compromiso, con el maridaje, con la connivencia casi escandalosa entre la justicia y el poder político y todavía ahí tenemos un resabio. Habrá que cambiar eso y pelearla mucho porque hay grandes focos de resistencia. La justicia es como la gran infantería que utilizó el macrismo y que trata de defender, porque no solamente tiene que obstaculizar las acciones de gobierno sino que tiene que defender sus propias espaldas.

-¿Alcanzan las medidas sociales que tomó el gobierno para paliar la retracción en la economía?

-Hay que tratar de aplicar todas las medidas que tuvieron resultados positivos durante la pandemia el año pasado. La idea es aplicar períodos cortos de restricción, tratar de que no sea un parate extendido en el tiempo porque el daño económico sería enorme. Y hay que ver si funcionan. Si funcionaran los periodos cortos, el Estado tiene que garantizar los recursos necesarios para que nadie viva esto como un padecimiento, porque los sectores más humildes ven estas medidas muchas veces como una especie de castigo porque si no hay recursos del Estado, no hay posibilidad de ganar la plata que se gana día a día, y para la gente que tiene un trabajo informal, cualquier restricción empieza a ser asfixiante. Si el Estado actúa inteligentemente tiene que resolver este tema porque si no está serruchando la rama donde estamos sentados los que queremos que con este tipo de medidas se pueda poner por delante el sentido de proteger la vida.

-¿Cómo analiza la resolución del Consejo del Salario?

-Una resolución que para nosotros tendría que haber llegado un poco más alto en términos del valor del salario mínimo, íbamos con la expectativa de un 40% pero de todas formas significa que el salario mínimo, vital y móvil, con ese 35% y una cláusula de revisión va a estar por arriba de la inflación que se prevé para el presente año, sea cual fuere el número de la inflación. Ese es un compromiso que asumió el gobierno y las dos centrales sindicales, la CGT y la CTA, estamos decididas a que se cumpla porque estamos hablando de un salario que recién en el mes de noviembre va a llegar a los 29.400 pesos, es decir, cifras absolutamente alejadas del costo de la canasta alimentaria.

-¿Se puede cumplir con la meta de inflación del 29%? ¿Qué lectura hace del incremento del precio de los alimentos?

-Creo que los grandes grupos económicos de este país están dispuestos a dinamitar la meta inflacionaria del gobierno. Hay una acción deliberada de remarcación de precios. Donde la aguja se mueve en el sentido de reactivar, ahí van a buscar la tajada del león. Lo estamos viendo en la construcción, desde que se anunció la reactivación de la obra pública la bolsa de cemento y el hierro no paran de aumentar, con valores que no se explican por el tema de que aumentaron los costos externos, porque no hay nada que justifique los aumentos en ese sector. Los alimentos otro tanto. Entonces está claro que hay una decisión de grupos que son muy hostiles a la idea de que haya en el gobierno gente a la que no puedan manejar simplemente con el lobby telefónico como acostumbraban a hacer con Macri y compañía. Está decididos a que este gobierno no pueda terminar de consolidar una recuperación económica, fundamentalmente están pensando que la derrota electoral es lo que más le convendría a ellos. Me baso para decir esto en artículos de Clarín y La Nación donde dicen que los grandes productores de soja de la Argentina están dispuestos a sentarse arriba de los silobolsas a esperar de brazos cruzados, sin liquidar un solo peso, que pasen las elecciones. Con lo cual está claro que además de haber un componente que tiene que ver con la desmesura en la búsqueda de renta de estos grupos, también hay un componente político.