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23/04/2021

“Se están discutiendo los alcances de la autonomía” de la CABA

“Se están discutiendo los alcances de la autonomía” de la CABA | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Matías Landau, sociólogo e investigador del Conicet, ofrece una mirada desde su disciplina y desde la historia de lo que significa hoy la rebeldía del jefe del gobierno porteño ante las decisiones del gobierno nacional. Dice que la Capital Federal tiene “doble estatus”.

Diego Colao

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Matías Landau, doctor en Ciencias Sociales e investigador adjunto del Conicet consideró que “el gran problema de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es que en términos jurídicos no es justamente ni una provincia, ni una municipalidad” y remarcó que “el sentido respecto de qué es Buenos Aires desde el punto de vista jurídico institucional está en debate”, hecho que “genera estos conflictos que estamos viendo en estas idas y venidas respecto de la presencialidad escolar y que muestra que en momentos donde se requieren de formas más eficaces y rápidas de gobierno, muchas veces la autonomía puede terminar siendo más un problema que una solución”.

“Lo que se está discutiendo es cuáles son los alcances de la autonomía”, definió Landau en este diálogo con Va Con Firma y aclaró que “la postura de (Horacio) Rodríguez Larreta es que Alberto Fernández no puede entrometerse en una política que es autónoma, que tiene que ver con la educación y la postura de Alberto Fernández es que lo que se estaba discutiendo en el DNU no es una política educativa sino que es una política sanitaria, y que como política sanitaria en medio de una pandemia es un problema federal, no es un problema local”.

Frente a este problema que “es un asunto político”, el sociólogo indicó que el DNU del presidente “es una decisión que no avanza sobre la autonomía de la ciudad en materia educativa sino que toma decisión en materia de salud pública, en medio de una pandemia”.

Landau explicó que “en general desde el ‘96 para acá todo el proceso” de la clase política de la ciudad “fue de ir reforzando esa autonomía” y señaló que “el Pro se fortalece políticamente a partir de ir ganando esos espacios de autonomía”.

“La autonomía en términos políticos primero dio el lugar a que el radicalismo, que siempre tuvo mucha fuerza en la ciudad, pudiera llegar a gobernarla, y después el Pro, que es el surgimiento de un proceso de desvinculación de las clases medias respecto del radicalismo”, analizó el sociólogo y remarcó que “para el Pro de alguna forma jugar cada vez más a un crecimiento de la autonomía es también poder ganar en términos políticos”.

En cuanto al carácter federal, Landau planteó que “la ciudad de Buenos Aires es la ciudad más rica del país, y a diferencia de otros países tiene un nivel de concentración económica, política, mediática, realmente muy desequilibrado respecto del resto de las ciudades del país” y en este sentido sostuvo que “para poder resolverlo” es necesario “buscar desarrollar polos alternativos o ciudades alternativas en el resto del país para poder complementar esa centralidad porteña”.

- ¿Cómo es históricamente el proceso de conformación de la ciudad autónoma de Buenos Aires teniendo en cuenta lo que se puso de relieve con las clases presenciales y el DNU del presidente?

- Uno puede hacer una historia un poco más larga y una más corta. La historia más larga nos remonta a 1880 que es cuando Buenos Aires es federalizada y a partir de ese momento se discutió entre 1881 y 1182 el modo en que Buenos Aires debía ser gobernada de ahí en más. Ahí el Congreso aprobó la ley orgánica municipal, la 1.260 que estipuló un gobierno mixto donde por un lado había un Poder Ejecutivo nombrado por el presidente de la Nación, que era el intendente, y por el otro lado se dejó a los porteños la posibilidad de elegir a sus representantes municipales, que eran los concejales. Eso duró hasta 1994 y durante todo ese siglo 20 convivió un Poder Ejecutivo que fue dado directamente por la Nación con un Concejo Deliberante electo por voluntad popular, aunque el Concejo Deliberante fue suspendido durante muchos años. En 1994 se reformó la Constitución Nacional y es ahí donde empieza de alguna manera la historia contemporánea de la autonomía porteña. La reforma del ‘94, estuvo impulsada por Menem que buscaba la reelección y se estableció a partir de un acuerdo con Alfonsín, el líder radical, que metió en su juego de toma y daca con Menem tres aspectos que le interesaban particularmente al radicalismo: uno era el tercer senador por provincia, otro era la jefatura de Gabinete y el tercero era la reforma del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Ahí se establece la idea en el texto constitucional de que Buenos Aires tendrá un gobierno autónomo y facultades de legislación y jurisdicción. Esto es lo que marcaba el núcleo de coincidencias básicas que era el documento acordado por el radicalismo y el peronismo que luego se discutió en la Convención Nacional Constituyente de 1994 pero que llevó a una gran disputa en la interpretación del texto, porque los radicales abogaban por la idea de que la autónoma tenía que ser la ciudad, que tenía que modificarse el estatus jurídico de la ciudad de Buenos Aires y los peronistas planteaban que simplemente era una reforma institucional que se podía hacer por una ley del Congreso y que no se modificaba el status jurídico de la ciudad. Todo esto llevó un tiempo y el debate se trasladó al Congreso con la llamada Ley Cafiero, y luego se estableció la posibilidad de que los porteños se dieran su propia norma, que en un principio se la denominaba estatuto, pero que finalmente se modificó por el de convención constituyente y se terminó dando el nombre de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

- ¿Cuál es la diferencia que tiene con las provincias?

- El gran problema de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es que en términos jurídicos no es justamente ni una provincia ni una municipalidad. Nuestro régimen federal reconoce estas dos entidades, las provincias y las municipalidades. La ciudad de Buenos Aires terminó siendo una cuarta figura además de la Nación, que no entra en los manuales del derecho. Por eso cuando se debatió qué iba a ser Buenos Aires en la Convención Constituyente del ´94, tanto Alfonsín como De la Rúa planteaban que iba a ser una ciudad estado y los peronistas criticaban esa idea. Por eso, desde el punto de vista sociológico, lo que es interesante es que el sentido respecto de qué es Buenos Aires desde el punto de vista jurídico institucional está en debate, no esta saldada esa discusión y por lo tanto, generan estos conflictos que estamos viendo en estas idas y venidas respecto de la presencialidad escolar, que muestra que en momentos donde se requieren de formas más eficaces y rápidas de gobierno, muchas veces la autonomía puede terminar siendo más un problema que una solución.

- ¿Hay un rol que le asignó Nación a la ciudad tiene que ver con el funcionamiento de las instituciones del gobierno nacional?

- Eso es algo que nos lleva a esa doble faceta de Buenos Aires, es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o la Capital Federal. Buenos Aires sigue siendo la Capital Federal pero al establecerse como ciudad autónoma tiene un doble rango o doble status en la actualidad, tiene como dos caras. Hasta el momento de la autonomía simplemente Buenos Aires era una ciudad que había sido federalizada, que había sido cedida por la provincia de Buenos Aires para que pase a ser un territorio federal, el asiento de las autoridades federales, pero una vez que se autonomiza la ciudad se deja también planteado que en el hipotético caso de que la capital se traslade, la ciudad de Buenos Aires no perdería ese status de autonomía. Por lo tanto el problema que se plantea ahí es cómo congeniar esta dimensión de ciudad capital y de ciudad autónoma. Porque hay algo que si la característica autónoma de la ciudad establece son algunas nuevas potestades desde el punto de vista institucional y gubernamental que la acercan o la asemejan a una provincia. Y ahí es donde se ven estos grandes problemas que estamos viendo, porque a diferencia de las provincias, la ciudad no deja de ser un espacio territorial estrecho, urbano; los contornos políticos de las ciudades jurisdiccionales son unos, pero en términos urbanos son otros. Se establece ahí una gran tensión no solamente entre los poderes locales de la ciudad autónoma, en este caso Rodríguez Larreta y el poder nacional, Alberto Fernández; y en otro momento no estaba eso porque justamente el presidente gobernaba a partir del intendente. Y por otro lado, también la tensión que se establece entre la ciudad autónoma de Buenos Aires, en términos formales jurídicos, gubernamentales y lo que es la región metropolitana que es la ciudad existente desde el punto de vista socio urbano. Cómo se congenian estas distintas dimensiones es lo que estamos viendo que es bastante complicado y que en contextos como el actual de la gestión del coronavirus, que es uno de los problemas más complejos para afrontar desde el punto de vista gubernamental, queda claro que esta coexistencia de tres niveles de gobierno en una ciudad, el federal, el provincial, el local, genera una serie de tensiones que son difíciles de resolver.

- Parecería que cuando le conviene al gobierno de Rodríguez Larreta es una intendencia y cuando no es una provincia…

- Aquellos que plantean con más fuerza la perspectiva de la autonomía, que en general es gran parte de la clase política de la ciudad, aun cuando hay matices, porque el peronismo siempre tuvo una postura de menos fuerza en cuanto al reclamo de autonomía, y de reconocer ese carácter de ciudad capital más que otra cosa; pero en general desde el ‘96 para acá todo el proceso fue de ir reforzando esa autonomía. También tiene que ver con que el Pro se fortalece políticamente a partir de ir ganando esos espacios de autonomía. Porque la autonomía en términos políticos primero dio el lugar a que el radicalismo, que siempre tuvo mucha fuerza en la ciudad, pudiera llegar a gobernarla, y después el Pro es el surgimiento de un proceso de desvinculación de las clases medias respecto del radicalismo, el radicalismo va perdiendo terreno en la ciudad y el Pro es el que de alguna manera hereda esa base electoral. Para el Pro de alguna forma jugar cada vez más a un crecimiento de la autonomía es también poder ganar en términos políticos. No es casual en ese sentido que uno de los reclamos de la autonomía que era la policía se haya resuelto una vez que Mauricio Macri llega a la presidencia y es el que termina planteando ese traslado de la policía a la ciudad.

- ¿En términos de recursos también se ve favorecida porque el gobierno nacional esté en su territorio?

- Ese es otro punto, la ciudad de Buenos Aires es la ciudad más rica del país, y a diferencia de otros países tiene un nivel de concentración económica, política, mediática, realmente muy desequilibrado respecto del resto de las ciudades del país. Hay otros países donde uno puede tener dos, tres, cuatro ciudades muy importantes donde no coincide necesariamente la capital con las ciudades más importantes desde el punto de vista económico, social o cultural pero en el caso de Buenos Aires, que es una de las características de nuestro país, que está vinculada también con el lugar de Buenos Aires como principal puerto, que hizo que siempre tuviera un lugar muy importante; pero esto antes de que la centralidad porteña sea muy significativa. Por eso una de las características más importantes para poder resolverlo es buscar desarrollar polos alternativos o ciudades alternativas en el resto del país para poder complementar esa centralidad porteña.

- ¿Como el proyecto de capitales alternas que propuso Alberto Fernández?

- Ese proyecto era interesante. También hubo proyectos que después se olvidaron, de trasladar la Capital Federal, el último gran proyecto fue de Alfonsín que quería trasladarla a un distrito nuevo en Carmen de Patagones-Viedma, pero nada de eso se hizo y en la actualidad el problema que tenemos es que Buenos Aires concentra gran parte de la centralidad política económica y mediática y hay un defasaje muy fuerte no solo respecto del resto del país sino respecto del conurbano. Cada vez más hay un proceso que hace que la ciudad de Buenos Aires se convierta en una ciudad de sectores medios altos y altos, por una serie de procesos que tienen que ver con la desindustrialización de la ciudad a partir de la década del ‘70, con las fábricas que van cada vez más hacia el conurbano, con un aumento del valor del suelo y una financiarización del mercado inmobiliario que hace que se privilegian construcciones con amenities y para sectores de alto poder adquisitivo, y por lo tanto los sectores más empobrecidos abandonen cada vez más la ciudad y vayan a poblar el conurbano. Por lo tanto hay allí una tensión, que es una tensión cada vez más marcada y que genera grandes desequilibrios que son necesarios corregir. En términos poblacionales, Buenos Aires recibe toda la población del conurbano, los tránsitos del conurbano a la ciudad son cada vez mayores, lo que genera todo tipo de problemas políticos sociales y urbanos.

- ¿Cree que la autonomía que pregona Rodríguez Larreta en el conflicto de las clases presenciales es válida?

- Lo que puedo decir como sociólogo es que lo interesante es que lo que se está discutiendo es cuáles son los alcances de la autonomía. La postura de Rodríguez Larreta es que Alberto Fernández no puede entrometerse en una política que es autónoma, que tiene que ver con la educación y la postura de Alberto Fernández es que lo que se estaba discutiendo en el DNU no es una política educativa sino que es una política sanitaria y que como política sanitaria en medio de una pandemia es un problema federal, no es un problema local. Depende de cómo se defina el problema, que como todos sabemos más que un asunto jurídico es un asunto político, y es un asunto de debate público, de alguna forma se resuelve esa cuestión. Si prevalece la idea de que es un problema de educación y que la educación es parte privativa de la ciudad, será entonces una decisión que no corresponde, pero si como muchos creen, y en ese sentido yo también, que es una decisión que no avanza sobre la autonomía de la ciudad en materia educativa sino que toma decisión en materia de salud pública en medio de una pandemia, que la única forma de resolverla es tomando una decisión que si bien impacta en algunos distritos y con medidas concretas, en realidad lo que hace es tener un mapa general del país para ir tomando medidas según la información que se tiene. Del mismo modo que el año pasado se tomaron en distintos lugares del país, no solo en la ciudad de Buenos Aires decisiones de restricciones en lsa circulaciones parciales o algunas otras medidas.

29/07/2016

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