Entrevistas
24/03/2021

“La memoria es una construcción constante”

“La memoria es una construcción constante” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Orlando “Nano” Balbo, ex docente, habló de la dictadura y de “un antecedente cercano, que es la llamada conquista del desierto” que, dijo, “fue un genocidio”. Estuvo secuestrado y sufrió la tortura. También abordó aspectos de la educación en pandemia.

Laura D' Amico

El docente y educador Orlando "Nano" Balbo, dijo que el proceso de construcción de Memoria no se circunscribe solamente a la última dictadura y remarcó que "acá hubo un antecedente, que es la llamada conquista al desierto, que no fue conquista sino que fue un genocidio y que no era desierto sino que tenía más habitantes que todo el resto del país".

"En ese genocidio al pueblo mapuche, a los pueblos originarios en general, son los mismos apellidos, es el mismo ejército, es la misma metodología y en defensa de los mismos intereses económicos que todavía hoy siguen jaqueando cualquier gobierno que pretenda construir una sociedad más justa", amplió en una entrevista con Va Con Firma.

Balbo, que fue docente, educador y militaba en el Peronismo de Base, estuvo secuestrado durante la dictadura y salvó su vida gracias a gestiones del Obispo de Neuquén, Jaime de Nevares, y se fue del país. Tenía 32 años y producto de las torturas perdió la audición.

A 45 años del golpe cívico militar, responde con audios a las preguntas enviadas por WhatsApp, y afirma que le "corrió frío por la espalda" al ver en los medios de comunicación el enorme despliegue de dispositivos de las fuerzas de seguridad realizado para la búsqueda de M, la nena de 7 años que vive en la calle y estuvo desaparecida, porque, dice, se sigue pensando la resolución de los conflictos desde un punto de vista militar.

Al regresar del exilio, Balbo se instaló en el paraje Uncal, cercano a Loncopué, donde continuó trabajando como educador en comunidades mapuches. Desde su rol de educador, dijo que durante la pandemia "no se valoró el esfuerzo que hicieron los docentes" y cuestionó la vuelta a la presencialidad porque sostuvo que "en la escuela los pibes aprenden a ser sujetos sociales" y la existencia de "burbujas" interrumpe ese proceso.

"Se genera un aislamiento, se genera un individualismo peligroso en los tiempos que están corriendo porque se coarta, se prohíbe toda manifestación afectiva", explicó, al tiempo que rechazó el uso de la tecnología "como si fueran electrodomésticos" en lugar de usarla como "de manera crítica" porque "son dispositivos portadores de un lenguaje, de una racionalidad, y por lo tanto son portadores de una ideología".

La historia de Nano Balbo está contenida en el libro "Un maestro. Una historia de lucha, una lección de vida", del escritor Guillermo Saccomano.

-Se cumplen 45 años del golpe de Estado cívico militar. ¿Qué reflexión hace sobre el proceso de construcción de la memoria? ¿Qué asuntos siguen pendientes?

-Yo creo que la memoria no es, la memoria está siendo. Es una construcción constante. Es ir al pasado para interpelar el presente y poder construir un futuro. Entonces no se puede asociar exclusivamente al golpe de Estado de 1976. Creo que la construcción de la memoria tiene que ser en todos los órdenes, en tanto y en cuanto vivimos en una sociedad que puede y debe ser mejor. Entonces me preocupa que se lo enfoque exclusivamente desde el 24 de Marzo. Lo otro, es que los monumentos no construyen memoria. Son hitos importantes para que no se instale el olvido. Pero con un monumento no puedo ir al pasado para interpelar el presente y construir futuro. Está detenido este proceso. Una asignatura pendiente es darle dinámica a la construcción de la memoria, como algo que, como decía Paulo Freire, es el "inédito viable": aquello que no está editado pero que se puede editar. Se ha cristalizado un poco la memoria alrededor de la figura del 24 de Marzo y me parece importantísimo que la recuperemos, pero comprendamos que no es solo eso.

Acá el genocidio del 24 de Marzo se lo asocia a los nazis o al fascismo por esa bendita posición eurocentrista que tenemos, que tiene nuestra escuela, sin comprender que acá hubo un antecedente, que es la llamada conquista al desierto, que no fue conquista sino que fue un genocidio y que no era desierto sino que tenía más habitantes que todo el resto del país. En ese genocidio al pueblo mapuche, a los pueblos originarios en general, son los mismos apellidos, es el mismo ejército, es la misma metodología y en defensa de los mismos intereses económicos que todavía hoy siguen jaqueando cualquier gobierno que pretenda construir una sociedad más justa.

-¿Qué sintió cuando un sector de Juntos por el Cambio hizo una manifestación colgando en la Casa Rosada bolsas negras que simulaban cadáveres con nombres de políticos y luchadores de los Derechos Humanos, que recordaban a los crímenes de la dictadura?

-Es una payasada que hizo un sector de la derecha que quiere imitar a esas sectas norteamericanas. Cuando veo eso siento que no estamos haciendo algo bien. Es responsabilidad nuestra, no de ellos. Que ellos aparezcan, que los medios le den bolilla y lo presenten como una señal de protesta, y todavía pretendan fundamentarlo, no es culpa de ellos. La responsabilidad es nuestra. Creo que debemos revisar algo que estamos haciendo mal.

Sí, me corrió frío por la espalda, no tanto por las bolsas porque quienes las pusieron tienen unas cuantas asignaturas pendientes, sino con el caso de esta chiquita que vive en la calle y que no se sabía su paradero (N. de la R: se refiere a M, la nena de 7 años que vive en la calle en CABA y que durante tres días se desconoció su paradero),cuando se montó una puesta en escena con un dispositivo de lógica militar, dos mil hombres armados con carros armados, perros, caballos, dispositivos de comunicación, helicópteros, sistemas de observación nocturno. Todo un dispositivo militar que desfilaba por las imágenes que pasaban por complicidad los medios de comunicación, para que la termine encontrando una ciudadana común que venía de dejar su hija en la escuela. Esa ciudadana común tenía la lógica del conjunto de nuestra población. Los otros piensan a la sociedad desde un punto de vista militar. La terminó encontrando una mujer que venía de dejar su hija en la escuela. Qué paradoja.

- El año pasado, por la pandemia, los chicos y chicas no tuvieron clases presenciales. ¿Qué lugar cree que tuvo la escuela durante la pandemia? ¿Qué pasa con la educación en la virtualidad? ¿Se resiente?

-En principio hay que aclarar muy bien que escuela y educación no son sinónimos. La escuela es un dispositivo muy importante a la educación pero no es el único. Entonces a veces se dice "los chicos no tuvieron educación". No. No tuvieron escuela. Educación tuvieron, no pocas veces gracias al esfuerzo muy poco valorado de los docentes. Y cuando hablo de esto hablo a nivel nacional también. No se valoró el esfuerzo que hicieron los docentes para mantener un vínculo pedagógico con los chicos. Tuvieron que aprender computación y después tuvieron que poner su casa, sus herramientas de trabajo, su computadora, su conectividad y su tiempo libre, porque las preguntas de los chicos venían a cualquier hora porque había casas en donde sólo había un dispositivo y los papás y mamás trabajan con ese dispositivo, los chicos lo recibían tardísimo y por tanto las clases terminaban siendo a altas horas de la noche. Creo que además no se valoró la inmensa creatividad de los docentes sobre la base de la cual podríamos haber pensado una nueva escuela. Se discute volver a la presencialidad y se plantea un debate falso. Primero tengo que discutir qué escuela quiero. Después, discuto qué modalidad: si es presencial a distancia, o un híbrido entre las dos. Pero no se está discutiendo la escuela. Se está discutiendo la modalidad con la cual hacer educación. Entonces el debate es falso porque depende la escuela que quiero va a ser la modalidad que voy a implementar.

-¿Qué ocurre en la virtualidad con los vínculos afectivos necesarios para que se produzca el proceso de aprendizaje? ¿Qué opina de la vuelta a la presencialidad?

-Creo que fue un error volver a la presencialidad. Yo, como chicana, he planteado varias veces que no volvería a la escuela hasta que no podamos abrazarnos. En la escuela los pibes aprenden a ser sujetos sociales. Aprenden dos vínculos fundamentales. Primero, que todos los alumnos que están en el aula son sus compañeros. No hay uno más que otro, son todos compañeros por igual. Por otro lado, que sus amigos se eligen. No está obligado a ser amigo de todos. Ahí se constituye como sujeto de la sociedad política o de la sociedad civil porque en una está sujeto a normas (todos son sus compañeros) y en la otra no, la otra es su libre albedrío, él es amigo de quien quiere. Y si quiere no tiene ningún amigo. Este proceso se ve interrumpido con esta vuelta con burbujas. Se genera un aislamiento, se genera un individualismo peligroso en los tiempos que están corriendo porque se coarta, se prohíbe toda manifestación afectiva. El chico quiere volver a la escuela por sus amigos. Allí están sus amigos con los cuales abrazarse, con los cuales jugar. Sin embargo, a estas manifestaciones tan humanas, la escuela las va a prohibir. Me parece gravísimo.

A su vez, la educación virtual viene teñida de un hábito técnico progresista que preocupa. Creo que la computadora y las plataformas digitales llegaron para quedarse. El tema es que no tenemos una cultura digital, entonces estamos usando toda la conectividad, todos los dispositivos, como si fueran electrodomésticos sin comprender que para construir esa cultura digital y usar esas herramientas de manera crítica, tanto el alumno como el docente tiene que comprender que estos dispositivos son portadores de un lenguaje, de una racionalidad, y por lo tanto son portadores de una ideología. Si estas tres cosas no las comprendo y no las enseño, estoy formando un pensamiento mágico que le da a la computadora un alcance que no tiene. Hay un nuevo fetichismo alrededor de la educación a distancia. Además de lo que hablaba antes, acerca de que los chicos están encerrados llenos de amigos virtuales, pero más solos que loco malo.

-¿Cuáles son las principales falencias y cuáles deberían ser las prioridades en materia educativa?

-El gran déficit que estamos teniendo en el campo de la educación es discutir pedagógicamente a la escuela y, en ese debate pedagógico, las condiciones para que la escuela funcione. Las condiciones salariales, las condiciones edilicias, pero con un criterio pedagógico, no con un criterio de un sector que tiene una puja con el gobierno para ver si la escuela está en condiciones o no, si la escuela se puede ventilar o no.

Hace años, un docente de la Universidad Nacional de Lujan, José Tamarit, decía que discutir de educación es desteñir lo que yo pienso de lo que debe ser una sociedad. Porque es contestar tres preguntas: qué escuela quiero, para que forme qué ciudadanos, para qué país. Estas tres preguntas no se están contestando y sí se discute sobre si la educación va a ser a distancia, presencial, o un mix de las dos.

29/07/2016

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