Roberto Bacman, analista político y director de la consultora Ceop Latam, indicó que el presidente Alberto Fernández “finaliza el año con una imagen positiva del 54%” y que la gente le reconoce el manejo “sobre el sistema sanitario”, la ayuda “a los sectores más desprotegidos y las pymes” y la “rapidez en conseguir una vacuna”. 

Sobre el funcionamiento del Frente de Todos, el sociólogo opinó que hay diferencias pero que el presidente “es consciente que tiene que llevar adelante esa coalición pase lo que pase, porque esa coalición de gobierno también debe funcionar el año que viene como coalición electoral”. Alberto, agregó, “no se va a pelear con Cristina, él va a seguir tratando de manejar esta coalición donde hay diferencias”.

“En las dos cartas de Cristina, con sus críticas, con su estilo, reconoce que Argentina es un país presidencialista y que el presidente es Alberto”, sostuvo Bacman en este diálogo con .

Para el analista, “hoy Rodríguez Larreta es el dirigente opositor con mejor imagen, tiene una imagen similar a la de Alberto” mientras que el ex presidente “Macri tiene 28% de imagen positiva y 68% de negativa”. 

 -¿Cómo analiza el primer año de gobierno de Alberto Fernández?

-El presidente finaliza el año con una imagen positiva de casi el 54%, un 53,6% de imagen positiva, estuvo más alto, más bajo, pero en este número se ha establecido en esta última etapa, luego de un año signado por la pandemia que marcó notablemente lo que ocurrió en el la realidad, motivo por el cual evaluar a este gobierno es bastante complejo. Hay que entender en primer lugar que los aspectos más importantes que este gobierno realizó a lo largo de este año fue operar sobre la gravedad que esta pandemia podía tener sobre el sistema sanitario argentino, que estaba colapsado, flojo de papeles, especialmente en las grandes aglomeraciones urbanas, en el Gran Buenos Aires, el Gran Rosario, en Mendoza, Tucumán. Y además de prepararse para eso también se tuvo que adaptar a la economía, una economía caída, destruida, sin posibilidades de arrancar por cuestiones de la pandemia, y tuvo que ayudar a los sectores más desprotegidos, a los empresarios, a las pymes, a las grandes empresas a pagar los sueldos para poder atravesar este año. Creo que esto es lo que la gente hoy más le está reconociendo a este presidente y por eso ha mejorado su imagen. Y el otro tema ha sido también la rapidez en conseguir una vacuna, a pesar de que fue muy criticada la vacuna rusa, Argentina se garantiza para fin de mes o mediados del mes que viene, tener una vacuna. Y aunque no es el final de la situación, abre una esperanza y esto le ha mejorado muchísimo la imagen y la aprobación de gestión en estos últimos días, donde ya Inglaterra empezó a vacunar.

-¿Cómo vio el funcionamiento de la coalición de gobierno?

-En las dos cartas de Cristina Fernández quedan en claro primero las diferencias que puede haber dentro de la coalición, incluso diferencias personales. Alberto tiene mucho más anclaje político, no solamente ideológico, tiene la capacidad de llevarlo adelante, él es consciente que tiene que llevar adelante esa coalición pase lo que pase, porque esa coalición de gobierno también debe funcionar el año que viene como coalición electoral. Entonces hay muchas cosas que se van planteando. En las dos cartas de Cristina, con sus críticas, con su estilo, reconoce que Argentina es un país presidencialista y que el que es el presidente en Argentina es Alberto, y que puede criticar porque es vicepresidenta; ella personalmente le pega a la Corte con los tapones de punta, pero aclara que es ella. Habla de lo que ella hizo en el Congreso y que deja que el protagonista sea Alberto. Esta es la coalición de gobierno, donde también están los gobernadores, que tienen sus problemas y también está Sergio Massa. Alberto lo dice a propios y extraños, él no se va a pelear con Cristina, él va a seguir tratando de manejar esta coalición donde hay diferencias. Las hubo, por algo en algún momento se separaron, y las hay, pero hay una influencia mediática que trata de agrandar a veces pequeñas cosas y las hace mucho más grandes. Esto lo va llevando Alberto y la gente lo ve como válido. La gente está esperando que esta enfermedad termine y ahí si viene la gran asignatura pendiente que es encender la economía. Ahí todos se van a tener que poner las pilas, Alberto, Cristina, Massa, los gobernadores para poder darles a los argentinos lo que se les prometió, que es encender la economía.

-¿Le parece que el presidente no pudo capitalizar sus logros, como el acuerdo con los bonistas o el aporte extraordinario?

-No como debería, en otro contexto tendría que haberlo capitalizado mucho más. Kirchner capitalizó el pago al FMI. El acuerdo con los bonistas le duró muy poco. Muchos dicen que hay errores de comunicación, pero tampoco es tan fácil manejar comunicación en tiempos de crisis. Es muy difícil manejar la situación desde adentro y además comunicarla, y en este contexto de una coalición con distintos protagonistas y de crisis.

-¿La oposición, el sector más radicalizado de Juntos por el Cambio, fue feroz?

-Fue feroz, pero atrás del cordero también se escondía el lobo en la oposición. En su momento, más allá de que Rodríguez Larreta se acercó a Alberto, que fue muy funcional, cuando tuvo que poner sus diferencias las puso y fue el primero que abrió, con todos los riesgos que esto implicaba, por eso la Ciudad de Buenos Aires fue la que más tardó en bajar la cantidad de casos y la mortalidad en Buenos Aires fue altísima. Pero hoy Rodríguez Larreta está en la vereda opuesta totalmente. Era lógico, por lo de la coparticipación, pero lo judicializó, no lo fue a discutir políticamente porque sabe que lo va a perder en el Congreso. Y la única que le queda es judicializar, y de ahí pasa a ser un tema complejo. Pero esta es la oposición, la oposición fue siempre así, fue así en la campaña de 2015, mintiendo, y también es la oposición más dura, de Macri, Carrió, Patricia Bullrich, que representan ese sector y no tienen problema en mentir. Macri llegó a decir que la culpa de la estampida del dólar de octubre del año 2019 era de la gente porque no lo votó a él, cuando todavía era presidente. Y eso es mentira. Esa es la oposición. Electoralmente no estamos viendo grandes cambios con respecto al 2015 pero hay que esperar y ver quiénes son los candidatos y que pasa en cada provincia. 

- ¿Rodríguez Larreta agregó ímpetu político este año?

"Sí", añadió. Hoy Rodríguez Larreta es el líder opositor con mejor imagen, tiene una imagen similar a la de Alberto, y Macri tiene un 28% de imagen positiva y un 68% de imagen negativa. Larreta tiene un 52% de imagen positiva. Es el mejor líder opositor, pero en Educación hizo que Soledad Acuña se enfrentara a Nicolás Trotta, hubo enfrentamientos entre los ministerios de Salud, donde el de la Ciudad de Buenos Aires fue mucho más permisivo de lo que proponían Ginés González García o Gollán. Están en otra parte, mostrando que son oposición y que tienen otro montaje ideológico.