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Atilio Borón se doctoró en Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard. Es asiduo colaborador de Página 12 y escribió una decena de libros sobre política internacional, imperialismo y América Latina. En diálogo con , reparó que Estados Unidos interviene políticamente en los países de la región mediante la financiación a través de fundaciones como la de Gabriela Michetti o Néstor Grindetti. Asegura que afirmar que los ciclos de gobiernos populares o progresistas de América Latina han concluido “es una exageración” y responde a una “expresión de deseo de gente que está muy molesta” con la etapa.
- ¿Cómo se manifiesta el plan de Estados Unidos para intervenir en América Latina?
- En el presupuesto del gobierno federal de Estados Unidos (EEUU) existen partidas cuantiosas para tareas de promoción social en países del Tercer Mundo, normalmente ocultas bajo el nombre de promoción de la sociedad civil o educación política o formación de nuevos líderes. Esos son mecanismos de intervención en los países, son fondos que se destinan para las organizaciones solidarias con proyectos de la derecha. En la Argentina esas fundaciones ligadas a dirigentes del Pro como la de la vicepresidenta Gabriela Michetti o el intendente Néstor Grindetti, que son fundaciones fantasmas, que no tienen personal, no tienen edificios, no tienen balances, no están inscriptas en la Inspección General de Justicia; sin embargo reciben sumas de 80, 100 o 120 mil dólares: eso básicamente es la ayuda de EEUU para los partidos que operaron contra el gobierno de Cristina Kirchner, tan simple como eso. Este es un mecanismo habitual de los gobiernos de EEUU de favorecer la emergencia de aliados en los países y eso, por supuesto, es un grado muy elevado de corrupción.
- ¿Hay un alineamiento de Mauricio Macri con EEUU?
- El gobierno argentino ha declarado su solidaridad con el gobierno de EEUU, con las campañas internacionales que están haciendo; los enemigos de EEUU son enemigos de la Argentina. Y EEUU tiene una posición muy clara de promover estas organizaciones políticas y por eso destinan tanto dinero; porque para EEUU, América Latina es una región muy importante y no pueden descuidarla. Eso se traduce en una política de intervención.
- ¿Cómo ve el mapa de América Latina en estos momentos luego del golpe contra Dilma?
- Lo veo con preocupación, es un mapa que se va plegando hacia la derecha, pero de todas maneras creo que sobreviven fuerzas y gobiernos de izquierda que son todavía muy significativos. Evo Morales sigue hasta 2019. Rafael Correa se va en 2017 pero su fuerza política sigue teniendo 20 puntos de ventaja sobre los candidatos de la derecha. Daniel Ortega en Nicaragua va a ganar cómodamente en primera vuelta. De forma tal que hablar que este ciclo ha concluido es para mí una exageración o una expresión de deseo de gente que está muy molesta con lo que está pasando en América Latina hoy. Sobreviven fuerzas y gobiernos de izquierda que son todavía muy significativos
- Estuvo dando la primera conferencia magistral de la “Escuela Antiimperialista” en Bolivia, ¿Cómo ve la situación en ese país?
- El gobierno está fuerte, la oposición se ha lanzado en un plan destituyente muy activo, están poniendo mucha gente y mucho dinero para ver si lo logran desestabilizar. Hasta ahora no han podido pero están trabajado con mucho ahínco en esa dirección. Evo cree que puede haber algún nuevo remezón en los próximos meses, han matado un viceministro, están poniendo dinero entre los cooperativistas con propósitos de desestabilizar, pero no veo que el gobierno esté a punto de caer ni mucho menos, está bastante sólido, con un respaldo significativo en el sector de las Fuerzas Armadas también. No creo en la posibilidad de que EEUU pueda lograr el propósito de tumbar a Evo Morales, que es un viejo anhelo de la dirigencia norteamericana.
- Usted firmó recientemente un documento con sociólogos y politólogos de distintas universidades para construir una convergencia para defender derechos, ¿De qué se trata?
- La idea es tratar de avanzar en la preservación de los derechos adquiridos en la década del kirchnerismo, lo que no quiere decir que haya hecho todo bien. Se trata de mantener lo que se hizo bien. Ha habido un empoderamiento y una transferencia de derechos que son muy importantes, hay que tratar de que no haya marcha atrás, que no se tire todo eso para abajo. Los derechos tienen que tener un carácter acumulativo, sino lo tienen estamos en problemas. Desarrollar estructuras genuinas de participación y de representación, ni el Frente para la Victoria, ni La Cámpora, ni Unidos y Organizados son tales estructuras, han fracasado rotundamente
- ¿Cómo tiene que hacer el campo popular para reorganizarse y enfrentar al gobierno de Mauricio Macri?
- En primer lugar desarrollando estructuras genuinas de participación y de representación, ni el Frente para la Victoria, ni La Cámpora, ni Unidos y Organizados son tales estructuras, han fracasado rotundamente. Debido a su inoperancia se perdieron las elecciones de noviembre pasado de forma que hay que buscar algo nuevo. Algo nuevo que esté abierto a la discusión plural, sin que nadie pretenda imponer su hegemonismo político, sin que haya un sabio dedo que diga quiénes son candidatos a legisladores, senadores, gobernadores, diputados; como solía hacerse en los años pasados, porque si el Papa no es infalible, Cristina tampoco. Hay que tener una actitud mucho más abierta, mucho más democrática y avanzar en algunas cuestiones ideológicas que son muy importantes. El capitalismo sigue siendo el capitalismo, por más que se diga que las cosas no son como antes. Las cosas siguen siendo como fueron siempre, el capital sigue generando un sistema de exclusión social, de explotación y depredación ambiental que realmente es intolerable.
- ¿Por qué mótivos cree que el kirchnerismo perdió las elecciones?
- Lo planteé en mi blog, en un artículo llamado Argentina 2015: claves de una derrota, ahí señalo que hubo errores de política económica que fueron contra el electorado kirchnerista, el tema de la difícil accesibilidad al dólar que perjudicó, sobre todo a los pequeños ahorristas y a los trabajadores de capas medias que eran kirchenristas; el tema de la inflación que fue descuidado también y generó mucho resentimiento en los sectores populares; el tema del impuesto a las ganancias que afectó a parte de los empleados y trabajadores. A esto se suman errores de campaña, de la elección de candidatos, Aníbal Fernández no era un candidato apto para ser gobernador de la provincia de Buenos Aires porque su imagen estaba muy dañada; sin que esto signifique que la crítica contra él fuera verdadera pero lo dañó mucho. La fórmula Scioli - Zannini era un pésima fórmula porque ahuyentaba cualquier elector que no fuera kirchnerista. Lo que vos buscás en una fórmula es una pareja que te permita ampliar tus bases de representación, acá se hizo todo lo contrario. Si a eso se suman los errores de la campaña propiamente dicha, como haberle pegado durante tanto tiempo a Scioli siendo que era el único candidato que tenías; eso explica suscintamente una derrota que se podría haber evitado. Los medios hace rato que son actores políticos
- ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación?
- Los medios hace rato que son actores políticos, que ya no son más medios de comunicación. Los medios hoy por hoy en la Argentina y en toda América Latina, como en gran parte del mundo, se han convertido en actores políticos al servicio de determinados intereses, nada más. Su misión no es informar, no es hacer nada que tenga que ver con diseminar información verdadera, sino simplemente favorecer a algunos grupos económicos con los cuales están vinculados.
- ¿Cómo se enfrenta este sistema de medios?
- Se pelea con una ley de medios; Argentina tiene una ley de medios razonablemente buena pero el Poder Judicial dijo otra cosa. Tenés que buscar una legislación que permita trabajar con otro criterio, pero es muy difícil hacerlo porque los intereses creados son enormes.
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