María Rachid es secretaria general de la Mesa Nacional por la Igualdad y de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt) y fue legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde diciembre de 2011 hasta diciembre de 2015 por el Frente para la Victoria. Hoy visita Neuquén en el marco del primer encuentro provincial de la diversidad Lgbti organizado por el ministerio de Ciudadanía y la dirección de Diversidad de Neuquén. La actividad comienza a las 10.30, en el hall del auditorio de Casa de Gobierno, con una charla donde además participará el director de Diversidad Sexual de la Nación, Diego Borisonik. Mañana continuará con diversos talleres en la sala Alicia Fernández Rego.

- ¿Cuáles son sus expectativas con respecto al encuentro?

- En los últimos años hubo no sólo un avance muy importante en cuanto a legislación nacional sino también en la apertura de espacios institucionales en las provincias. Una de las prioridades para la Federación de LGBT, luego de las leyes importantísimas que hemos logrado aprobar, es que haya espacios institucionales en las provincias para generar las políticas públicas para convertir esta igualdad jurídica en igualdad real. En este marco celebramos que Neuquén ya tenga esta dirección de Diversidad, que está trabajando en políticas públicas.

- ¿Cuáles son las principales políticas públicas en las que hay que avanzar?

-  Una vez conseguida la igualdad jurídica, ahora hay que trabajar en la igualdad real y eso se realiza a través de todo lo que tiene que ver con una batalla cultural; la educación, los medios de comunicación, la cultura; y trabajar en remover los obstáculos de la discriminación en el acceso a los derechos concretos.

- ¿Cómo evalúa las políticas públicas del gobierno de Mauricio Macri en temas de diversidad?

- Por un lado celebramos que se haya nombrado una dirección general en el marco de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, para trabajar específicamente los temas de diversidad. Pero por otro, vemos con fuerte preocupación algunos temas en particular como la violencia institucional. Siempre que crece la violencia institucional en nuestro país, los grupos que más la padecen son los grupos más vulnerados por la discriminación y dentro de ese grupo son nuestras compañeras y nuestros compañeros trans. Otra preocupación son aquellos derechos que entran en conflicto con los intereses de algunos sectores económicos muy poderosos, como son por ejemplo las prepagas. Hay leyes muy importantes aprobadas como la ley de identidad de género o de reproducción asistida donde algunas prepagas y obras sociales se están resistiendo a cumplir con esas leyes y no hay respuestas por parte de la superintendencia de Salud.

- ¿Hubo algún tipo de desmantelamiento de programas del gobierno vinculados a la diversidad?

- Con la diversidad en particular se creó esta área nueva, pero no hay claridad de con qué presupuesto se va a manejar, con qué personal. Y las áreas que ya existían en el ámbito del ministerio de Salud, del programa de salud sexual y reproductiva se ha recortado de una manera importante y esto lo denunciaron los mismos trabajadores del área. Lo mismo sucede con el programa de educación sexual federal del ministerio de Educación que también ha recibido recortes. Hay muchas áreas con las que veníamos articulando que nos manifiestan que no tienen presupuesto para funcionar; pero es coherente con la posición del gobierno nacional de recortar lo que ellos llaman el gasto público y que nosotros consideramos garantizar la presencia del estado.

- ¿Hay un cambio de mirada en el gobierno con respecto a la igualdad de género?

- No tiene que ver con una mirada respecto a los derechos y las libertades individuales, sino con una mirada respecto del Estado en general. Si no hay presupuesto para las áreas de Salud y de Cultura correspondientes, el Estado no puede garantizar el acceso a los derechos que fueron reconocidos. Lo que Cambiemos entiende con ahorrar y achicar el gasto público se traduce como un menor acceso a los derechos reconocidos, porque es la presencia del Estado la que los garantiza.

- ¿Cómo ve los medios de comunicación en el tratamiento del respeto a la diversidad?

- Se avanzó muchísimo en los medios, hubo cambios de paradigma. Antes era común hablar de crimen pasional por ejemplo, o que se diga “los” travestis en todos los medios; era la regla hablar de manera discriminatoria y ahora es la excepción. Hay varios cambios con respecto a los derechos que se han alcanzado. Por supuesto queda mucho por hacer.

- A nivel legislativo, ¿En que se debería avanzar?

- Estamos trabajamos en dos ejes, la ley antidiscriminatoria, para que incluya la diversidad sexual, y otros grupos vulnerados como las personas con discapacidad y los adultos mayores. Y hacer una ley que sea eficaz en el trabajo de prevenir y erradicar la discriminación. Por otro lado, proponemos una ley integral trans con propuestas de políticas públicas concretas en el acceso a los derechos de las personas trans en cada uno de los ámbitos: salud, educación, justicia, trabajo, vivienda. En el ámbito laboral proponemos el cupo en la administración pública, incentivos impositivos en las empresas que tomen personas trans. Son medidas concretas para garantizar el acceso a sus derechos, porque es una población que aún en plena democracia tiene un promedio de vida de 35, 40 años, es gravísimo.

- Tienen la necesidad de acceder a los derechos realmente.

- Tenemos que garantizar el acceso a esos derechos porque después de tantos años de marginación y exclusión, ¿Cómo las reinsertás en el mercado laboral? No es fácil para una persona que tiene 40 años, que no terminó sus estudios primarios porque fue expulsada de su hogar y de la escuela a una edad promedio de 10 años, que no tuvo nunca educación formal, ni experiencia laboral más que la prostitución, con la salud muy deteriorada, que tiene silicona de avión en su cuerpo, que nunca fue a un hospital público por el nivel de maltrato que recibe. Es muy difícil revertir esa situación de extrema marginación y exclusión, por eso hay que tomar medidas de acción afirmativa, como un porcentaje de empleados en el Estado o exenciones de impuestos a las empresas para que las contraten. Con medidas así esas políticas públicas van generando mayor inclusión hasta que no son más necesarias, que por supuesto, es lo ideal.