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La misa se realizó sobre las escalinatas de la Catedral de Buenos Aires y fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva. Jóvenes miembros de distintos programas de la Iglesia y militantes sociales fueron la mayoría en la Plaza de Mayo que tuvo un clima emotivo y de encuentro popular.
“No terminamos de comprender ni de dimensionar su liderazgo mundial. Lloramos porque ya lo extrañamos mucho y no queremos que nos pase lo que cantaba Carlos Gardel en uno de sus tangos, ‘Las lágrimas taimadas se niegan a brotar y no tengo el consuelo de poder llorar’", comenzó García Cuerva en la homilía, destacando el carácter de líder mundial que adquirió por su actividad el papa Francisco.
El Equipo de Sacerdotes de Barrios Populares y Villas de la Argentina convocó a una caravana después de la misa para resignificar los lugares que fueron importantes en la actividad de Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires. “??Saldremos en caravana recorriendo los lugares que nos hacen recordar los pasos de Francisco por las periferias: plazas, hospitales, cárceles, villas, Hogares de Cristo, santuarios... Iremos caminando, en auto y en colectivos. Haremos memoria de sus palabras e imitaremos los gestos del entonces cardenal Bergoglio con quien aprendimos a ser una iglesia en salida, más parecida a un hospital de campaña que a otra cosa” dice el documento emitido por los curas villeros.
“Entre los curas que estamos en las villas y en el Hogar de Cristo, sentíamos que más allá del dolor y la tristeza, nos dejó un legado muy grande, que no queremos que se pierda. La misa es un momento de despedirlo, pero sentíamos que nos quedábamos con poco, teníamos que hacer algo más. Lo conversamos con los obispos y con el arzobispo de Buenos Aires. Viendo su legado, nos pareció importante hacer un camino de Francisco. No podíamos recorrer toda la ciudad, que en realidad él recorría, por eso elegimos lugares muy simbólicos, desde la Catedral hasta la Villa 21, que frecuentaba mucho, pasando por Constitución, desde donde él daba misas para denunciar la trata de personas, y se acercaba a los trabajadores”, cuenta uno de los curas villeros.
Partiendo de la Catedral la caravana recorrió los nueve kilómetros que la separan de la Parroquia Virgen de Caacupé, en la Villa 21-24 de Barracas, donde Bergoglio solía moverse como un vecino más y desde donde comenzó el impulso del movimiento de los curas villeros y tiene un fuerte arraigo en los sentimientos de muchos habitantes del barrio.
La primera estación fue la Casa Mamá Antula, en avenida Independencia y Salta. Allí se celebro a la primera santa argentina, canonizada por el papa Francisco el año pasado. Desde allí, el recorrido siguió hasta Plaza Constitución, donde el cardenal Bergoglio varias veces celebró misa por los migrantes y desde donde denuncio la trata de personas y la esclavitud sexual. Desde un altar improvisado, frente a la estación de trenes, celebró misas para los que pasaban y pronunció su conocida frase: “En el colegio nos dijeron que se había abolido la esclavitud, pero no es cierto porque en Buenos Aires, todavía hay esclavos”.
Los otros lugares elegidos para realizar paradas fueron los hospitales Borda, Tobar García, Rawson y Muñiz que habitualmente eran visitados por Bergoglio, ya sea para conversar con los pacientes o celebrar misa. Después, la caravana continuó hasta el Hogar de Cristo San Alberto Hurtado-Hospitalito Masantonio, Allí fue cuando en 2007, el arzobispo de Buenos Aires, durante la Semana Santa, visitó y lavó los pies de 12 chicos que luchaban contra su adicción al paco. Esta fue la semilla de los Hogares de Cristo. Conmemorando ese momento en la parada se realizó la ceremonia del lavado de pies como un gesto a institucionalizar y hacerlo habitual en los encuentros religiosos.
La caravana concluyó en la Parroquia Virgen de Caacupé, en la villa 21-24 del barrio de Barracas donde el padre Lorenzo “Toto” de Vedia, párroco del lugar, encabezó una ceremonia que denominó “Pacto de amor con Francisco”.
“Este Pacto de Amor a Francisco lo sostendremos de aquí en más, todos los años, como parte de su legado, e iremos también a otros espacios donde también él nos enseñó a ser iglesia pobre para los pobres, como lo soñó siempre”, dice en el documento que elaboró el Equipo de Sacerdotes de Barrios Populares y Villas de la Argentina y de la Familia Grande Hogar de Cristo, expresando la decisión de convertir “El camino de Francisco” en un acto habitual todos los años para mantener vivo su ideario.
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