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La guerra contra la inflación, informe desde la trinchera

Hace un par de semanas, el presidente Alberto Fernández declaró: “el viernes empieza la guerra contra la inflación, vamos a terminar con los especuladores”. Con estas palabras definió la necesidad de una política de Estado que es clave para mantener la gobernabilidad.

Pepe Mateos

 

Oscar, tres generaciones de verduleros, gestiona una verdulería en el barrio de San Telmo con precios notablemente por debajo del promedio de las demás del barrio .

“El único secreto es vender más, bajando los márgenes de ganancia. Busco la mercadería de acuerdo a la estación, le marco un porcentaje de venta al cajón, haciendo promedio entre mercaderías que tienen distintos valores. Hay cosas que no rinden pero se compensa con otras. La cuestión es vender mucho y para eso hay que caminar el Mercado, buscar, elegir, eso significa trabajar más.”

Juan desde hace 52 años tiene su carnicería en el Mercado de San Telmo. Ha visto pasar de todo. Ve con pesimismo el devenir de la economía, la baja en las ventas, los aumentos constantes. Hoy dice: “la inflación te come mientras dormís lo que trabajaste en el día”.

 En el Mercado Central, una de las naves está destinada a la venta minorista y los precios tienen una marcada diferencia con lo que se puede encontrar en los comercios habituales tanto en precio como en calidad. En contra tiene que no es de fácil llegada sino es en automóvil y en varias oportunidades se han planteado distintas alternativas de transporte para facilitar el acceso.

Las cifras que se tiran son abrumadoras . En febrero el nivel general del Índice de precios al consumidorregistró un alza mensual de 4,7% en febrero de 2022y una variación interanual de 52,3%. En marzo casi todos los productos tuvieron un alza “ por las dudas” que el gobierno intenta retrotraer. Se prevé que la inflación para marzo no será inferior al 5%.

Desde la secretaría de Comercio Interior, su titular, Roberto Felletti, convocó a cámaras de productores, supermercadistas y empresas vinculadas a la alimentación y rubros básicos para que se retrotraigan los precios al pasado 10 de marzo, ya que se registraron incrementos injustificados.

 

Los números son abrumadores porque no hay que contenga su avance. Los aumentos salariales son una solución momentánea porque todos saben cómo se trasladan esos porcentajes a los precios y en definitiva terminan engrosando el bolsillo de las corporaciones que manejan los alimentos y los productos básicos.

La inflación es un problema político que excede la teoría económica y desde hace años, décadas, teóricos, analistas, economistas desde distintos marcos teóricos intentan explicarla.

Aunque la retórica presidencial no haya parecido acertada o dicha en el momento justo o no veamos el alcance de las medidas anunciadas, poner a la lucha contra la inflación como una política de Estado donde intervengan todos los mecanismos estatales, la secretaría de Comercio Interior y el ministerio de Agricultura principalmente, es fundamental para que no haya solamente parches coyunturales, sino un cambio cultural logrando la participación de distintos sectores sociales para establecer normas que mejoren los mercados desde la producción hasta las formas de distribución.

En esta guerra no se está jugando solo el futuro político del gobierno sino el bienestar de gran parte de la población con todo lo que eso implica.

29/07/2016

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