En un ambiente diferente al de años anteriores, lejos de la algarabía propia de los inicios de clase de otras épocas, las chicas y chicos se saludaban tímidamente, quizás extrañados luego de un año particular en el que atravesaron situaciones que todavía no alcanzamos a dimensionar cómo repercutirán en la formación de niños y niñas.

Evaluando la posibilidad de un incremento en la cantidad de pasajeros, el Ministerio de Transporte de la Nación dispuso un Centro de Coordinación Móvil en la estación de Constitución desde el cual realizaron la fiscalización de los servicios de transporte público.

Al mismo tiempo personal identificado con pecheras celestes recorrían las nutridas colas de la gente que esperaba los colectivos e intentaba disminuir factores de riesgo, distribuyendo alcohol, procurando distanciamiento y dando prioridad a docentes y alumnos.

Docentes agremiados en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) junto a familias, cooperadoras y trabajadoras/es de ATE Capital realizan desde que se abrieron las escuelas la semana pasada, lo que denominaron Verificación Técnica Escolar (VTE) con el fin de tener un diagnóstico real de la situación de infraestructura de las escuelas porteñas.

Por el momento el saldo de estas evaluaciones es totalmente negativo, ya que el gremio evalúa un notable déficiten insumos de higiene y protección en muchas escuelas, además de graves problemas de infraestructura y falta de personal auxiliar para atender las particularidades de la situación.

Por otra parte, Ademys, el otro gremio docente de la Ciudad de Buenos Aires, llamó a un paro de 72 horas porque considera que no están dadas las condiciones para un retorno seguro a las aulas. En un comunicado expresan : “...todos los indicadores muestran que el nivel de contagios está por encima de lo recomendado para dicha apertura, siendo un contexto de muchísimo riesgo, que -como ocurriera en otros países- se prevé generará un incremento de contagios y muertes evitables... las escuelas no están en condiciones de infraestructura ni de higiene necesaria. En todos estos meses el gobierno no ha realizado las obras de readecuación de los establecimientos educativos, las aulas no ventilan al exterior ni tienen el tamaño adecuado, no están en condiciones los baños...”.

En el cronograma diseñado por el Gobierno porteño, que se desmarcó del resto del país comenzando las clases diez días antes que en el resto del territorio nacional, los que regresaron a las clases presenciales fueron los alumnos y alumnas de jardines maternales y de infantes desde los 45 días hasta los 5 años, los primeros tres grados del nivel primario y educación especial, y 1º y 2º año de los colegios secundarios.

La semana siguiente se ira sumando el resto de la primaria y a partir del primero de marzo los restantes años de la secundaria.