Columnistas
17/08/2016

Fruticultura

“Nadie recogerá el guante de esta propuesta”

“Nadie recogerá el guante de esta propuesta” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Julián Alvarez *

En respuesta a una nota del Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica de Río Negro (Cpiarn), titulada “Nadie es profeta en su tierra”, publicada en el diario “Río Negro” el 17 de julio pasado, que contenía fuertes críticas hacia el gobierno provincial ante la falta de respuesta a su informe de octubre de 2015 “Aportes Para La Reconstrucción de una Fruticultura Sustentable”, el autor de esta nota, ingeniero agrónomo y ex titular de la secretaría de Fruticultura rionegrina, escribió estas reflexiones.

Colegas: Nadie recogerá el guante de su propuesta. Yo también lo tiré durante dos años para que lo recojan. No pasó nada. Y no era una proclama revolucionaria.  Pero solamente lo enunciaban los actores, haciendo la parodia de asumirlo para llevarlo como escusa y pedir siempre lo mismo: devaluación violenta + quita de impuestos y retenciones + flexibilización laboral. De esta manera se alcanzaría la tan ansiada rentabilidad.

El gobierno nacional, cumpliendo con sus compromisos de campaña ya comenzó a hacerlo. El resultado para los pequeños y medianos productores fue casi nulo o negativo. Precio promedio de $ 3 (entre pera y manzana) salido de chacra, costos de $4. Rentabilidad negativa. Pero los actores siguen con el discurso, original, ahora enarbolando al frente la bandera de la tecnología, viajando por el mundo, creando una barrera de humo al problema estructural del modelo. Y cuando como lo marca la tendencia, la inflación a fin de año sea del 50% el discurso será: "La inflación se comió la devaluación y perdimos competitividad", sin aclarar que los salarios crecieron un 30% solamente. Y pedirán más devaluación.

El gobierno nacional, como lo marcan los preanuncios del equipo económico, es muy posible que lo haga. Otra vez la inflación, aunque menos, porque los asalariados tendrán menos para gastar, y los salarios crecerán menos que la inflación por el aumento de la desocupación, producto de la desindustrialización nacional por la apertura de las importaciones. Así hasta que la desocupación sea del 20 - 25% y los salarios de los trabajadores se reduzcan de 600 dólares a 250 dólares. Entonces sí, la rentabilidad estará garantizada. Porque el impacto de la mano de obra (que es el mayor componente costo) se reducirá a la mitad. Y quedarán escasamente 1.000 productores de medianos a grandes (40 hectáreas de promedio), cuando a mediados de la década del ‘80 el promedio era de 8,5 hectáreas por productor y en el 2005 18,5 hectáreas por productor.

Entonces sí, la familia frutícola estará feliz a pesar de la muerte de sus hijos (6.000 productores a la tumba). Tendrán rentabilidad. En el marco de un país poco sustentable desde la construcción de la democracia real, desindustrializado, con alta desocupación, dependiente e injusto. Quedando consolidado el destino que las grandes potencias nos tienen asignado en el marco de la globalización a los países proveedores de alimentos y combustibles sin elaborar, así como de otros recursos naturales. Plantando una vez más la bandera de la agroexportación dependiente  en un país sometido, sin soberanía, sin justicia social y sin independencia económica.



(*) Ing. Agr. Julián Alvarez – Integrante del Grupo Belgrano. Integrante de Unión por la Patria.
29/07/2016

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