En el 2011, la balanza comercial de hidrocarburos de la Argentina fue altamente deficitaria complicando la situación de restricción de divisas para el país. Se presentaba la paradoja de tener que importar petróleo y gas cuando teníamos los yacimientos que podrían convertirnos en primeros productores mundiales si los explotábamos en forma no convencional. En el centro de la escena, la formación Vaca Muerta.

La falta de inversiones de Repsol motivo al Estado a tomar cartas en el asunto: en el año 2012 expropió el 51% de las acciones de YPF. La paradigmática empresa volvía a estar bajo el control de los argentinos.

La localidad más cercana al yacimiento de hidrocarburos Loma Campana, que se encuentra en la formación Vaca Muerta, es Añelo. El complejo panorama que de pronto enfrentó la localidad puede resumirse de la siguiente manera: explosivo crecimiento poblacional motivado por el comienzo de la explotación de hidrocarburos en forma no convencional no acompañado de la infraestructura necesaria, lo cual disparó una serie de conflictos urbanos, económicos y sociales. Por otra parte, la extrema dependencia de una actividad con recursos no renovables presentando riesgo de contaminación ambiental y escaso agregado de valor.

La casa prefabricada en la que funciona el municipio, donde los empleados trabajan en situación de permanente incomodidad, se vio desbordada para atender las múltiples demandas derivadas de la explotación de Vaca Muerta, ya que la intendencia no cuenta con infraestructura ni equipos profesionales permanentes para resolver la creciente complejidad de sus actividades. Por lo tanto, surgía la necesidad de colaboración de asesores y expertos que abordaran la multiplicidad de aspectos relacionados con temas organizacionales y de planificación, desde el replanteo de su esquema tributario y recaudaciones hasta el diseño de políticas de generación de valor en la localidad y de acción social.

El ejido de Añelo, que antes era de 8 kilómetros ahora se extendió a 20, pero la administración de YPF del yacimiento Loma Campana está fuera de él, por lo tanto no abona tasas municipales que podrían mejorar su situación de recaudación. Según datos del secretario de Hacienda, entre los pobladores históricos existe un 40% de morosidad en el pago de tasas municipales, cuestión que contribuye a las dificultades financieras.

Para alojar a los nuevos trabajadores, se planificó una urbanización que se está desarrollando sobre la meseta, que ya cuenta con luz y agua, pero no tiene gas ni cloacas. No se puede cobrar tasas más elevadas cuando no se brindan todos los servicios. Para uso residencial, se diseñó un loteo social que se maneja con la base de datos provincial (Ruprovi) (1) en la que se han inscripto 1.000 personas solicitando terrenos. El requisito es tener 5 años de radicación en la Provincia. Hasta el año 2014 se habían entregado 180 lotes bajo esta modalidad, previendo para la segunda etapa unos 340 más. También se están desplegando lotes en la meseta, son alrededor de 2.000 unidades. Adicionalmente, se construyen 240 viviendas sociales. Las “tomas” de terrenos en Añelo son muy frecuentes, por lo que el municipio también busca brindar soluciones habitacionales.

Si bien en Añelo siempre hubo actividad petrolera, nadie estaba preparado para el boom de Vaca Muerta. Mucho se tuvo que improvisar; por ejemplo los criterios para entregar las tierras del Parque Industrial, donde se adjudicó un lote a empresa de remises. En el parque industrial existen 240 lotes, que tampoco cuentan con los servicios necesarios.

Sin embargo, la vorágine descripta comienza a cambiar al desplomarse los precios internacionales del petróleo (el WTI cayó un 43.9% en el 2º semestre 2014) como consecuencia de una sobreoferta en el mercado unida a un menor crecimiento de la demanda mundial. Frente a este nuevo escenario, el anterior gobierno nacional convino en diciembre de dicho año sostener el precio del crudo local en 77 U$S/bbl, al que se conoce como “barril criollo”, como incentivo para mantener las inversiones e incrementar la producción en el país atendiendo al déficit en materia energética. Este acuerdo entre las empresas y el Estado rigió por algo más de un año.

El descenso del precio del petróleo provocó que las empresas orientaran sus actividades hacia la extracción de gas, donde los márgenes de rentabilidad eran considerados más atractivos. La producción de petróleo y de gas aportada por los nuevos pozos del yacimiento Loma Campana logró compensar relativamente el descenso en la producción de los restantes.

En enero de 2016, las condiciones de la explotación cambiaron nuevamente. Se acordó sostener el precio del petróleo pero en un valor menor, U$S 67,5 el barril. Por otra parte, quizás la incidencia más significativa sobre la actividad fue el fin del Programa Gas Plus, que incentivaba a las nuevas producciones con precios diferenciales. El gobierno de Cambiemos unificó el precio del gas tanto para las nuevas producciones como para la de los yacimientos ya en actividad.

En los últimos meses la actividad petrolera ha disminuido en forma ininterrumpida. Ahora los diarios hablan de la crisis del sector que ha sido especialmente notoria en la Patagonia, con titulares que lejos de aludir a un boom como sucedió en años anteriores han tomado un cariz pesimista: “Petróleo: estiman que en el sur sobran 20.000 empleos” (2). El mismo artículo da cuenta de que “En el yacimiento no convencional Vaca Muerta se estima que los trabajos se frenaron en un 50%. Allí YPF levantó 20 equipos en la zona de Añelo”.

La baja de la actividad, en una localidad tan dependiente de los hidrocarburos, se reflejó en el incremento del desempleo que en el último trimestre de 2015 ya rondaba el 8% de la población económicamente activa. El dato fue difundido en el diario Río Negro bajo el título “La atracción por Vaca Muerta rebota en Añelo con uno de los mayores índices de desempleo” (3). De allí que su Intendente, Darío Díaz, tomara la determinación de desalentar la radicación de aquellos que llegan en busca de trabajo.

El petróleo y el gas marcaron también el ritmo del comercio: antes, desde la intendencia se llamaba a la radicación de comerciantes. “Llegó a haber unos 340 comercios, de los cuales hoy en día deben quedar 200”, nos comentaron representantes de la cámara.

Claramente, en la disminución de la actividad no influyeron solamente las condiciones internacionales, sino que las políticas instrumentadas por el nuevo gobierno nacional han mostrado un profundo cambio en los objetivos de soberanía energética, manifestado desde lo que implica simbólicamente el hecho que el titular de la cartera de Energía y Minería sea un CEO de la empresa multinacional Shell. La política económica nacional plantea interrogantes acerca del interés de las nuevas autoridades en lograr un desarrollo soberano de la producción de energía y del rol y destino que tendrá en esta nueva etapa la empresa con mayoría accionaria estatal. El desafío sería dotar de la infraestructura necesaria como la incorporación de servicios y mejoramiento de las rutas, antes de que la recomposición de los precios internacionales de los hidrocarburos permita un nuevo ciclo de inversiones y explotación.

Mientras tanto, los añelenses siguen sometidos a los vaivenes de una actividad que irrumpió en su vida pueblerina. Las expectativas pasan de convertirse en objetivo de grandes inversiones a esquivar la profecía de devenir en un pueblo fantasma. Destino cambiante, como el de todo el país.

Los daros de esta nota se basan en los datos obtenidos durante el trabajo para el Proyecto de Desarrollo Tecnológico y Social financiado por la secretaría de Políticas Universitarios “Estrategias de desarrollo para la localidad de Añelo ante el impacto de la explotación hidrocarburífera en Vaca Muerta”, realizado por un grupo de docentes e investigadores de la Universidad del Comahue.

(1) Registro Único Provincial de Vivienda y Hábitat

(2) DiarioClarín, 16/6/2016

(3) DiarioRíoNegro, 14 de abril de 2016