-?
 
 
 
Columnistas
15/04/2019

Assange, un rebelde universal que hizo mucho por Argentina

Assange, un rebelde universal que hizo mucho por Argentina | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El genio de la informática y creador de WikiLeaks, ahora preso en Londres y con riesgo de ser extraditado a EEUU, reveló grandes secretos que importan a nuestro país. Ejemplos, las relaciones promiscuas de Nisman, Lanata o Macri con la embajada norteamericana. El periodista Santiago O’Donnel fue el gran divulgador.

Miguel Croceri

Escribió el periodista Santiago O’Donnell en su trabajo “PolitiLeaks”, publicado en 2014, que es uno de los dos libros donde transcribe, comenta y contextualiza los “cables” que la embajada de Estados Unidos en Argentina enviaba a sus superiores en Washington -comunicaciones que por su propia índole son secretas pero fueron reveladas al mundo por la plataforma digital WikiLeaks, creada por Julian Assange-. (Los términos o conceptos en letra cursiva son agregados aclaratorios del autor de esta nota):

“El fiscal (Alberto Nisman) siempre se mostró solícito ante los pedidos y consejos de la embajada (de Estados Unidos), a tal punto que muchas veces fue él quien inició el contacto, según dicen los cables (revelados por WikiLeaks), para pasar información. En noviembre de 2006, Nisman le adelantó al embajador en Buenos Aires, con tres semanas de anticipación, la decisión del juez Rodolfo Canicoba Corral de procesar a los sospechosos iraníes (por el atentado contra la AMIA).

“En diciembre de 2007, Nisman le presentó a la embajada el borrador de un pedido de captura de los iraníes para ser llevado ante la Interpol, pero el documento de dos carillas no satisfizo a los diplomáticos, y el representante del FBI en la delegación (embajada) le hizo varias sugerencias el fiscal para mejorar el texto. Dos meses después, Nisman volvió a la embajada con un borrador de nueve carillas que esta vez sí fue elogiado y ponderado por los estadounidenses.

“En mayo de 2008, Nisman llamó a la embajada tantas veces para “pedir perdón” por no haber avisado que iba a pedir la captura del ex presidente Carlos Menem (por el “encubrimiento” del atentado, cuyo juicio terminó en marzo de 2019 y Menem fue absuelto), que la sede diplomática escribió tres cables distintos dando cuenta de las sucesivas ampliaciones del pedido de disculpas. En diciembre de ese año, Nisman llamó a la embajada para darle un “advance notice” (preaviso) de que iniciaría acciones civiles en contra de los sospechosos iraníes. En mayo de 2009, le avisó a la embajada con un día de anticipación que pediría la captura del colombiano-libanés Samuel Salmen El Reda por considerarlo miembro de la “conexión local” del atentado”. (Fin de la transcripción. Libro “PolitiLeaks, pág. 260).

Los párrafos anteriores son apenas una muestra, aunque quizás la más atroz, de los secretos referidos a Argentina que Julian Assange reveló al mundo a través de la plataforma WikiLeaks. Su gigantesca contribución para que en nuestro país se conociera información de máxima relevancia fue prácticamente ignorada no solo por las cadenas mediáticas dominantes, cuya función es precisamente ocultar verdades trascendentes y manipular a la opinión pública, sino también por actores públicos -desde el gobierno kirchnerista para abajo- y de la sociedad civil que podrían haber sacado provecho de esa información.

La única excepción significativa a tamaño desdén, mezclado quizás con mediocridad o pereza intelectual, y también con torpeza política, fue la del periodista Santiago O’Donnell.

Santiago O’Donnell, el gran divulgador

Profesional serio y riguroso, comprometido al máximo con la libertad de información y de expresión, O’Donnell entabló relación con Assange, consiguió los derechos legales para difundir los cables revelados por su plataforma digital, y en base a ese material escribió dos libros que merecerían haber sido mejor conocidos y aprovechados por la dirigencia y la militancia popular argentina.

Los textos fueron: “ArgenLeaks. Los cables de WikiLeaks sobre Argentina, de la A a la Z”, publicado por Editorial Sudamericana en 2011; y “PolitiLeaks. Todo lo que la política argentina quiso esconder. Sus secretos en Wikileaks de la A a la Z”, de la misma editorial y editado en 2014, con nuevo material sobre la misma temática que el anterior.

Santiago O’Donnell fue el gran divulgador de la obra de Julian Assange en nuestro país. En primer lugar por los mencionados libros, y además por una innumerable cantidad de notas periodísticas y entrevistas realizadas, a lo largo de los años, al genio de la informática nacido en Australia que devino editor periodístico y, finalmente, en emblema mundial de la rebeldía en la era de las comunicaciones digitales.

El conocimiento de interés público que ambos revelaron fue prácticamente ignorado en Argentina. Si se lo hubiera tenido en cuenta, el fiscal Alberto Nisman debió haber sido sometido al proceso legal correspondiente y destituido del cargo tras revelarse -como se divulgó en los párrafos textuales citados al principio de esta nota- que trabajaba para una potencia extranjera, a la cual consultaba sus dictámenes y decisiones procesales, cuando era un funcionario público argentino que debía investigar el más atroz ataque terrorista sufrido por nuestra Patria.

El caso Nisman es un ejemplo. El más atroz por su gravedad (se repite) y, aunque al momento de divulgarse nadie lo sabía, su relectura posterior permite advertir el tremendo daño que provocó al gobierno kirchnerista y a la Nación toda haber permitido que continuara desempeñándose, hasta su muerte, en la Unidad Fiscal de Investigaciones por el atentado a la AMIA (UFI-AMIA).

A comienzos de 2015 lanzó contra Cristina Kirchner y su canciller Héctor Timerman, entre otros, una delirante y canallesca acusación que fue amplificada al infinito por los aparatos comunicacionales de la derecha. Pocos días después se suicidó, y la misma maquinaria mediática infernal le hizo creer a gran parte de la opinión pública que había sido asesinado por orden del gobierno. Sobre esa base, las mafias judiciales dirigidas desde Estados Unidos tienen hoy acusada a la ex presidenta por “traición a la Patria”.          

Pero las revelaciones de Assange acerca de figuras de importancia pública en nuestro país, abarcaron a decenas de personajes. Los dos libros de O’Donnell contienen cables (o sea comunicaciones, informes) de la embajada referidos a muy diferentes personas físicas, instituciones, empresas, organizaciones y hasta países (Irán).

Dichas referencias se originan en los más diversos motivos, que solo guardan en común el hecho de tener algún interés para Estados Unidos. Muchas veces no se trata de vínculos espurios como las de Nisman, sino que los nombres propios se mencionan simplemente porque protagonizan o tienen relación con temas que los diplomáticos con funciones en Buenos Aires informan a sus superiores en Washington.

En el primero de los volúmenes (del año 2011) hay, entre otros, cables que aluden a: AMIA, Antonini Wilson, Boudou, Cavallo, CFK (Cristina Fernández de Kirchner), Clarín, De Vido, Duhalde, Hezbolá (milicia libanesa), Irán, Joaquín (Morales Solá), Lanata, Macri, Massa, Menem, Monsanto, Montoto, Néstor (Kirchner), Piqueteros, Randazzo, Rodríguez Saá, Sanz (Ernesto), Tinelli, Yabrán, Zanini. (Este listado no es exhaustivo, en el libro hay otros nombres de menor figuración y conocimiento público).

En el segundo de los textos de O’Donnell (de 2014) los cables se refieren por ejemplo a Argibay (Carmen, entonces jueza de la Corte y hoy fallecida); Báez, Lázaro; Binner, Hermes; Capitanich, Jorge; Carrió, Elisa; Cobos, Julio; De Narváez, Francisco; Francisco (el Papa); (otra vez) Kirchner, Cristina; Kirchner, Néstor (los informes son anteriores a su fallecimiento); Lavagna, Roberto; Lorenzetti, Ricardo; Lula (entonces presidente de Brasil); Macri, Mauricio (mucho antes de ser presidente); Massa, Sergio; Michetti, Gabriela; Mindlin, Marcelo, Moyano, Hugo; Nisman, Alberto; Scioli, Daniel; Solá, Felipe; etcétera.

Morales Solá y Lanata

Como muestra de relaciones promiscuas de influyentes sujetos del periodismo argentino con Estados Unidos, se seleccionan a continuación fragmentos referidos a Joaquín Morales Solá y Jorge Lanata, quienes con distintos perfiles profesionales y mediáticos, en la última década han sido figuras clave de la acción psicológica ultra-antikirchnerista perpetrada sobre la opinión pública.

(Aclaración: la letra común reproduce los comentarios del autor de los textos, y la letra cursiva es transcripción de las propias comunicaciones de la embajada, es decir los “cables” revelados por Assange, que O’Donnell reprodujo textualmente en sus libros).

(Transcripción del libro “ArgenLeaks”, pag. 173). “A lo largo de los años, el periodista Joaquín Morales Solá se ha convertido en el principal portavoz de la embajada de los Estados Unidos, que suele elegir sus columnas dominicales en el diario La Nación para trasmitir, con las reservas del caso, sus talking points (puntos de conversación) o mensajes a la opinión pública. (…).

“Un despacho de agosto de 2008 relata un almuerzo en la embajada con JMS como único invitado. (...)

“El columnista político JMS, probablemente el columnista político más influyente de la Argentina, se reunió con el embajador el 15 de agosto (...). JMS, que tiene múltiples fuentes en el gobierno, acaparó la conversación y tenía muchas cosas interesantes para contar”. (…).

“JMS caracterizó a CFK (la presidenta) como inteligente y talentosa pero peligrosamente fuera de contacto con la realidad. (…) JMS sostiene que parte del problema es que CFK ha vivido en una burbuja durante años, saltando de un helicóptero a un avión sin nunca haber tenido que manejar el presupuesto de su familia”. (Fin de la transcripción).

(Comentario del columnista de Va Con Firma: la alusión a “saltar de un helicóptero a un avión” puede interpretarse como una burla por una supuesta falta de experiencia de Cristina Kirchner, quien en ese momento, agosto de 2008, llevaba ocho meses en el cargo, y entre marzo y julio había sufrido el movimiento sedicioso de los ruralistas, ridículamente denominado “conflicto por la 125”).

Otro caso revelador de la información contenida en los libros escritos en base a las comunicaciones desde la embajada de EU en Buenos Aires hacia sus jefes en Washington refiere a Lanata, un personaje de influencia masiva que además de periodista es showman y experto en manipulación de la opinión pública.

(Del libro “ArgenLeaks”, pag. 185). “En mayo de 2008, dos meses después del lanzamiento del hoy extinto diario Crítica de la Argentina, el periodista Jorge Lanata se reunión con el embajador estadounidense para vender avisos. Lanata y sus entonces socio, el ex juez federal Gabriel Cavallo, le pidieron el embajador que convenciera a las multinacionales con sede en los Estados Unidos de pautar publicidad en el matutino”.

(Transcripción de un cable, pag. 186): “Según Lanata, el gobierno ha lanzado un proyecto para estrangular financieramente al diario”. (…).

(Pag. 188): “Lanata dijo que alguien del gobierno le había ofrecido hacer un trato por el cual un representante del gobierno formaría parte del equipo editorial para monitorear las cosas. Lanata dijo que esto era inaceptable. (…).

(Pag. 190): “Lanata opina que el gobierno puede aceptar críticas viniendo de la derecha del espectro mediático pero no puede manejar que le peguen desde la izquierda, por lo que Cavallo describió (al diario Crítica) como ‘una publicación liberal e independiente”. (…).

(Pag. 192): “Lanata predijo más hechos negativos en el futuro inmediato de la Argentina, quizás más escándalos de corrupción, y subrayó que una crisis sería casi insoportable si no existiera una prensa libre para contarle al público lo que está pasando. (…).

“El embajador Wayne les agradeció a Lanata y a Cavallo por haberle confiado información tan delicada. Estuvieron de acuerdo en que la Argentina y los Estados Unidos tienen un interés común en promover la prensa libre en Argentina y que es importante seguir trabajando con las ONG (organizaciones no gubernamentales) que se ocupan de temas relacionados con la libertad de prensa”. (Fin de la transcripción).

Macri, pidiendo ayuda contra Kirchner

Esta selección, por cierto arbitraria -la única forma de evitarle es acceder a los libros-, de lo que el periodista O’Donnell publicó en su trabajo bibliográfico basado en revelaciones de la plataforma digital creada por Julian Assange, se completa con fragmentos sobre negociaciones secretas, hace más de una década, del actual presidente de la Nación.

(Del libro “ArgenLeaks”, pag. 197): “Seis meses antes de las elecciones presidenciales de 2007, Mauricio Macri presentó su oferta electoral a la embajada de Estados Unidos. Y no se anduvo con vueltas: ‘Somos el primer partido pro mercado y pro negocios en cerca de ochenta años de historia argentina que está listo para asumir el poder’, se despachó ante el jefe de misión y el cónsul político de la embajada, según un cable obtenido por WikiLeaks.

“No queda claro en el despacho con qué gobierno se comparó Macri al retrotraerse ochenta años (…)

“(…) En cualquier caso, ni Macri ni los diplomáticos parecían muy interesados en hablar de historia argentina. Más bien, los representantes de Washington se interesaban por el panorama electoral, mientras el futuro jefe de gobierno porteño buscaba trasmitir que ningún otro candidato, local (de la ciudad de Buenos Aires) o nacional, sería más amigable con el gobierno de Bush” (elpresidente norteamericano de ese tiempo).

(Pag. 201): “En agosto de 2008, Mauricio Macri le dijo a un funcionario del Congreso estadounidense que los argentinos estarían contentos de ver caer al gobierno de los Kirchner. Su asesor de política exterior, Diego Guelar, deslizó en la misma reunión que le daba al gobierno nacional sesenta días más de vida, según un cable diplomático obtenido por WikiLeaks.

“El jefe de gobierno porteño había recibido en su despacho a Carl Meacham, funcionario ‘senior’ del comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, envalentonado por el voto no positivo de Cobos en la disputa por la resolución 125.

“Macri habló con firmeza del actual gobierno de los Kirchner. Dijo que los argentinos estarían ‘contentos’ si cayeran los Kirchner. Alzando su vaso de agua, dijo que ‘si este vaso de agua fuera los Kirchner, todos estarían peleando por volcarlo’”. (Fin de transcripción de párrafos referidos a Macri en el libro “ArgenLeaks”).

Las referencias al actual presidente en cables de la embajada norteamericana en Buenos Aires dirigidos a sus superiores en Washington, fueron ampliados en el libro “PolitiLeaks”, de 2014, y de allí transcribimos unos pocos fragmentos.

(Pag. 215). “Mauricio Macri tenía una costumbre cuando hablaba de funcionarios del gobierno estadounidense, les pedía que hicieron algo con Néstor Kirchner. Hablando en criollo, que le pararan el carro. No solo eso. Cuando criticaba ante ellos el comportamiento de Néstor Kirchner, Mauricio Macri decía que la Argentina sufría por culpa de Estados Unidos, porque los líderes de ese país no hacían nada para frenar el comportamiento rudo de Néstor Kirchner. (...).

“Macri no lo dijo una vez sino en cinco ocasiones distintas, delante de diferentes funcionarios estadounidenses, según una serie de cables filtrados por WikiLeaks (…)

(Pag. 216). “La serie empieza con un cable del 27 de junio de 2008 relatando una reunión entre Macri y el gobernador de Carolina del Sur, Mark Stanford, con la presencia del entonces embajador Earl Anthony Wayne y un grupo de asesores del jefe de gobierno (porteño). En esa ocasión, Macri remarcó que Néstor Kirchner estaba completamente loco.

“Macri no fue tímido al expresar su desprecio por la pareja presidencial. ‘Néstor Kirchner está completamente loco’, dijo el jefe de gobierno.

(Pag. 217) “Haciendo gala de una humildad que lo puso al filo de la falta de patriotismo, Macri le dijo al gobernador Stanford que la Argentina no tenía nada que enseñarles a los Estados Unidos.

“Tomando nota de los desafíos que aún enfrenta el Estado (de Carolina del Sur), el gobernador Stanford le consultó a Macri si tenía algún consejo (como jefe de gobierno de la capital argentina) para ayudarlo a avanzar con reformas. Macri le contestó que ‘los Estados Unidos no tienen nada que aprender de la Argentina. Nosotros tenemos que aprender de ustedes”. (…)

Luchador en la era digital

Para las/los lectoras/es de Va Con Firma que no conocen los libros de Santiago O’Donnell elaborados en base a secretos revelados por WikiLeaks, lo que han leído hasta aquí puede resultar desde raro, curioso o novedoso, hasta impactante, asombroso, indignante, repugnante o increíble. O quién sabe qué otras sensaciones o sentimientos.

Sin embargo, todo lo seleccionado para esta (ya extensa) nota, es solo una ínfima selección de ambas publicaciones, que permite llamar la atención sobre la gigantesca tarea que hizo Assange en favor de que la sociedad argentina estuviera enterada de hechos normalmente ocultados. Aunque casi nadie haya aprovechado el potencial de esa contribución.

El genio de la informática nació en Australia en 1971, empezó a jugar con las primeras computadoras que aparecieron siendo adolescente. Aprendió secretos de Internet cuando la red recién empezaba y aún ni tenía ese nombre, y los hackers todavía no existían.

Desde hace más de una década, ha revelado los más grandes secretos militares, del espionaje, políticos financieros, diplomáticos y de todo tipo, descubiertos a los gobiernos, servicios de inteligencia, fuerzas armadas, bancos y empresas más poderosos del planeta.

Es un rebelde universal, uno de los grandes luchadores por la libertad y la justicia en la era de la informática y de las comunicaciones digitales. Fue protegido durante más de seis años, en la embajada de Ecuador en Londres, por la corajuda decisión política de Rafael Correa, un presidente suramericano patriota y anti-imperialista.

Recientemente, ha sido tomado como prisionero -con cualquier pretexto- por Gran Bretaña, gracias a la traición del actual gobernante de Ecuador, el tránsfuga Lenín Moreno, quien permitió que entraran a la embajada para arrestarlo. Corre riesgo de ser extraditado a Estados Unidos, y que el gobierno de Donald Trump disponga su asesinato legalizado mediante un simulacro de juicio y sentencia de muerte.

O tal vez, de sufrir torturas insoportables para un ser humano. O, de mínima, que lo condenen a presión perpetua o cualquier pena de encierro extremo. Nadie lo sabe, pero está bajo el dominio de la violencia imperial. Los peligros para su vida y su integridad personal son los máximos.

Mientras tanto, repasar algunas informaciones -una cantidad ínfima, comparada con la inmensidad que él revelara- que se relacionan con personajes públicos argentinos, es una sencilla manera de reconocer los aportes de Julian Assange a la toma de conciencia sobre asuntos de interés colectivo en nuestra Patria, y de agradecer el valor humanista y libertario de su obra.

29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]