-?
 
 
 
Columnistas
01/08/2016

Viejos y nuevos topos

Viejos y nuevos topos | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
La historia latinoamericana suele dar sorpresas: en la Argentina fue el 17 de Octubre de 1945.

La vieja metáfora política del “topo”, la utilizada por Marx acerca de que la revolución era como un viejo topo, que circula incesantemente por debajo de la tierra, sin que se perciba su trayectoria”, es la que tal vez ayude a recuperar el papel del “descubridor de señales”, como dice Emir Sader.

María Beatriz Gentile *

[email protected]

La historia  de América Latina suele dar sorpresas, aunque sabemos que son las tensiones acumuladas y los sujetos sociales callados pero haciendo, quienes las provocan. Lo hicieron los obreros del salitre chileno en 1906 y los campesinos mexicanos con la revolución de 1910. Los argentinos del 17 de octubre y los trabajadores bolivianos de la COB. Fue la Cuba de Fidel en el ‘59 y la Nicaragua Sandinista 20e años después. Y sorpresa fue cuando en 1994  un topo encapuchado salió de la selva Lacandona para decir “Ya basta” en el estado de Chiapas.

Finalizando el siglo XX y comenzando el siguiente, se esperaron grandes insurrecciones populares que derrotaran al neoliberalismo. Sin embargo lo que vino fue la reconquista social de la Democracia y del Estado para consagrar derechos, desmontar la composición oligárquica de los regímenes políticos y frenar al neoliberalismo. El centro del debate fue la construcción de horizontes más igualitarios. Se reconoció que el Estado sí importaba  como lugar de consolidación de procesos redistributivos de la riqueza social y se avanzó en el camino de la integración regional para frenar el saqueo de los recursos.

Pero es cierto que en los tiempos actuales de restauración conservadora, los itinerarios del topo se vuelven cada vez más inciertos. Fue acertada la crítica de la izquierda latinoamericana al plantear quela sola redistribución de la riqueza no ponía en cuestión el modelo de acumulación basado en la explotación intensiva de los recursos naturales. Pero también es cierto –y eso no se dijo- que el “capitalismo extractivista” obtiene mejores condiciones de rentabilidad con democracias de bajísima intensidad y Estado ausente. Sin mayor control y con libertad absoluta, resulta sencillo corromper a las elites a través de su involucramiento en la privatización de concesiones y distribución de los recursos. Y desde ya que lejos de quebrarse, hoy las condiciones favorables a la acumulación se acrecientan en forma proporcional al padecimiento social de la gente.

El escenario del debate político se ha alejado demasiado de la meta igualitaria. Ya no discutimos más nuevos derechos sino en cómo no perder los consagrados. La prensa hegemónica en la Argentina reclama retroceder el reloj 70 años y terminar con los convenios colectivos, las paritarias, y hacerle pagar al trabajador su propia  indemnización por despido con la promesa de integrarse al mundo feliz de las inversiones y el progreso.

¿Se pueden perder derechos conquistados? Sí, se puede. Pero ¿se puede no reaccionar ante ello? la pregunta inquieta y perturba.

 Se dice que el topo nunca retorna al lugar de partida sino que rehace el camino de otra manera. Entonces resulta imprescindible repensar los itinerarios.Si no alcanzó un Estado sobredeterminado por el reformismo, como se ha dicho, habrá que radicalizar la democracia. Comprender que el partido aún se juega dentro del orden neoliberal y que la rebeldía popular en América Latina ha ido más por la conquista de derechos que por la derrota del capitalismo. Y si ambas cuestiones se implican o no, es otro debate.

Como dice Santos, tras un siglo de luchas populares que hicieron entrar el ideal democrático en el imaginario de la emancipación social, sería un grave error político desperdiciar esa experiencia y asumir que la lucha anticapitalista debe ser también una lucha antidemocrática.

Por último, cuando el topo se retira a las profundidades de la tierra, no es para hibernar sino para excavar más hondo. Entonces habrá que estar atento.



(*) Historiadora, decana de la facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue.
29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]