Columnistas
30/07/2016

Panorama legislativo

Pasa en el cine, pasa en la Cámara

Pasa en el cine, pasa en la Cámara | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Las cartas están echadas en la Legislatura. Luego del receso, los nuevos proyectos vuelven a poner en apuros al oficialismo, que aún no tiene los votos que necesita para imponer sus iniciativas.

Carlos Marcel *

[email protected]

En las series de aventuras que los adolescentes consumen con voracidad pochoclera, cada nuevo comienzo de capítulo supone una larga serie de desafíos para los protagonistas, que esta vez sí estarán en problemas muy difíciles, al borde del colapso.

En la política legislativa de la provincia de Neuquén a menudo sucede lo mismo. El oficialismo inicia la temporada con aspiraciones que suenan más grandes que sus posibilidades de llevarlas a cabo, pone en riesgo su hegemonía y se abre una puerta al éxito opositor.

Como los finales son harto conocidos y exactamente iguales, bueno sería ocuparse de los inicios, de la página en blanco, de la excitante sensación de narrar lo que no ocurrió aún.

Reforma procesal penal

El instituto de la prisión preventiva enfrenta una presión social conservadora, que pretende endurecer la medida cautelar bajo la excusa siempre bien recibida de acabar con la “puerta giratoria” que supuestamente persiste en el sistema judicial a favor de los delincuentes.

Sin embargo, la rápida acción de organizaciones de profesionales del fuero penal y de organismos de derechos humanos, ha logrado que los diputados de la comisión que trata los proyectos en pugna los reciban en el transcurso de las próximas cuatro semanas.

Sin que signifique una revisión del pensamiento mayoritario dentro del bloque del Movimiento Popular Neuquino –que no está en condiciones de exhibir una posición única al respecto-, la presencia de todos los expositores brindará valiosos elementos al debate público en los medios de comunicación, hoy monopolizado por consignas de baja calidad técnica y pésima intencionalidad política.

Impersonalización, la nueva virtud

La Legislatura ha donado una almohada a un proyecto que ingresó en febrero, escrito por el diputado radical Alejandro Vidal. La iniciativa pretendía retirar los nombres propios de los gobernantes, de la publicidad oficial de los actos de gobierno del Poder Ejecutivo.

Luego del receso, el gobernador sorprendió enviando uno casi idéntico, sólo que el suyo abarca a los tres poderes del Estado. El autor del primero divulgó su disgusto en las redes sociales por la falta de originalidad y la respuesta, irónica, llegó de los dedos del subsecretario de gobierno Juan Pablo Prezzoli, que agradeció vía twitter la “inspiración” proporcionada por Vidal.

Sin embargo, la lectura del episodio no termina allí. La idea de despersonalizar la publicidad oficial poco tiene de sensato en el Poder Judicial, donde es inédito su uso. Más se parece a una lanza enviada al punto de flotación del titular de la Legislatura, a quien le cuesta bastante ocultar sus ambiciones futuras.

Pero en la Cámara se verán los pingos, y existen sobradas dudas de que los caballos del comisario corran en el mismo sentido.

La bala de plata

La reforma electoral va camino a debates de gran envergadura. Se ha divulgado aquí que el proyecto, tal como está redactado por el gobierno provincial, tiene chances nulas de convertirse en ley. La decisión del oficialismo de liberarse del peso de las colectoras pone en conflicto a tres votos esenciales en su camino al éxito, proporcionado por los tres aliados que llegaron a la Cámara por esa vía.

Pero además, la conformación actual de la Cámara puede llegar a convertirse en un karma para el MPN. Tan lejos y tan cerca, la posibilidad de un acuerdo táctico entre los bloques de la oposición tiene el vuelo del moscardón. Si prospera una posición común con respecto al balotaje (instituto electoral del que el gobierno abjura), contarían con los votos para convertirlo en ley.

Sin espacio para conseguir los dos tercios de los votos exigibles para una enmienda, a la oposición le quedaría el camino de considerar al balotaje como una ley que reglamenta un derecho constitucional consagrado, que no colisiona con ninguna prohibición explícita de la carta magna y que por lo tanto no necesitaría ser incluido en la misma.

La posición es opinable y allí radica su fortaleza, en el exacto lugar donde otros ven su debilidad. La amenaza que enfrenta el gobierno, de darse aquella alquimia, lo pone de frente al veto liso y llano de la norma, o a un planteo de inconstitucionalidad que seguramente encontrará oídos amistosos en algún miembro del TSJ, pero que traerá consecuencias políticas desventajosas.

Los desafíos descriptos podrían poner al MPN en varias encrucijadas y hasta en una aparente debilidad. La historia que se debe escribir es la de la nueva oportunidad para la oposición de unificar estrategias.

La población haría bien en interesarse a fondo sobre estas cuestiones, que aluden en forma directa a derechos esenciales como la libertad, la igualdad de oportunidades y la participación democrática.



(*) Conductor del programa “La Palangana” de FM Mix.
29/07/2016

Sitios Sugeridos


Va con firma
| 2016 | Todos los derechos reservados

Director: Héctor Mauriño  |  

Neuquén, Argentina |Propiedad Intelectual: En trámite

[email protected]