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Río Negro
12/11/2018

La potestad del manejo de los tiempos

La potestad del manejo de los tiempos | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

Las dos principales figuras políticas de la actualidad en la provincia están manejando sus estrategias para llegar lo mejor armados posibles a las elecciones del año que viene. Weretilneck logró reposicionarse y Soria sigue expectante.

Hernán D´Andrea

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Martín Soria y Alberto Weretilneck tienen tanto dentro como fuera de sus respectivos partidos, una abismal diferencia tanto en imagen como en intención de voto, con cualquier otro dirigente que pretenda jugar sus cartas para las próximas elecciones a gobernador.

Como ellos lo saben, juegan con el manejo de los tiempos y van estirando el proceso que desemboque en las elecciones del año que casi con seguridad serán a más tardar en junio, si es que Weretilneck no toma la decisión de adelantarlas a mayo, precisamente en su juego con los tiempos.

La gran diferencia es que mientras el problema de Soria se limita a tratar de mantener unificado el Frente que lidera, cosa que cada día se le viene complicando más, Weretilneck tiene el gran inconveniente que de acuerdo a lo que dice la Constitución Provincial no podría ir por un período más de gobierno.

Sin embargo, ha logrado, con poco, ubicarse nuevamente en el centro de la escena y en las últimas horas dejó correr nuevamente la especulación acerca de su posible reelección.

En efecto, el martes pasado al ser consultado sobre la posibilidad de postularse otra vez al cargo, el gobernador dijo que a ese tema “no lo hemos analizado todavía” tras lo cual precisó que en enero o febrero habrá definiciones de candidatos y fecha de votación.

Su respuesta confirma la especulación que muchos de sus más cercanos colaboradores se han encargado de mantener abierta acerca de que podría presentarse nuevamente, superando los obstáculos que plantea la carta magna desde la vía judicial, pero por sobre todas las cosas sirve como mensaje tranquilizador y esperanzador hacia adentro de Juntos Somos Río Negro (JSRN), y ayuda a transitar el proceso hacia el año que viene.

En la otra vereda el intendente de Roca, que no tiene inconvenientes legales para presentarse como candidato a gobernador, sigue recorriendo ciudades abriendo unidades básicas a diestra y siniestra, posibilidad que habilitó el congreso partidario hace algunos meses, con lo que se evita iniciar por anticipado las tradicionales rencillas locales por los espacios de poder.

Lo que no queda claro es que, si con el paso del tiempo, esa decisión que pospuso luchas internas, vaya a provocar que la lucha sea aún más fraticida y contraproducente.

Lo que ahora se le está poniendo complicado es poder mantener a las huestes del senador Pichetto y el Peronismo Federal dentro de la estructura del Frente para la Victoria y menos aún si pretende seguir insistiendo en que Magdalena Odarda sea su compañera de fórmula.

Después, ya comenzado el año electoral tendrá que lidiar con resolver el cuello de botella que se producirá, indefectiblemente, con las intenciones de cada uno de los dirigentes que hoy son bendecidos con la apertura de su unidad básica para integrarse a la boleta electoral, ya sea como legisladores o concejales, más la integración de la dirigencia de los otros partidos que conforman el Frente que, sin dudas tienen expectativas ciertas de seguir o de incorporarse a los más altos niveles de poder.

Si bien todavía no se conocen públicamente números de sondeos, en todas las fuerzas políticas existe coincidencia en la alta imagen del gobernador, la buena intención de voto del intendente de Roca, y la muy mala imagen de Macri, que en algunas ciudades llega al 80% y que lógicamente repercute negativamente en sus huestes provinciales condenadas a remolcar el ancla de la imagen presidencial.

En definitiva, tanto Weretilneck como Soria tienen absoluta potestad en el manejo de los tiempos para tomar definiciones. El gobernador lleva un poco de ventaja ya que también tiene la potestad de fijar la fecha de la elección, pero lo complicado es que todavía él no puede ser candidato y parece no tener claro un “plan B”.

Ahora bien, posiblemente la intención del oficialismo sea jugar la carta de que la justicia haga una forzada interpretación de la Constitución y lo habilite a ser nuevamente candidato bajo el argumento de que el actual es el primer mandato “oficial” como gobernador, ya que en 2011 fue elegido como vice y asumió el Ejecutivo tras el asesinato de Carlos Soria, pero lo cierto es que se ubicó nuevamente en el centro del ring después de un 2017 desastroso desde lo electoral y hoy ha vuelto a transformarse en el gran elector.

Decididamente logró torcer una situación compleja que lo había dejado en una muy mala posición, para conformar alianzas formales o no formales con otras fuerzas políticas y ahora se transforma en figura imprescindible para armar y comandar el tan mentando frente “anti Soria” que antes se pensaba con solamente aliados del oficialismo nacional, pero que ahora ha migrado a poder sumar a los alineados en el Peronismo Federal, más los desencantados actuales con la conducción de la familia Soria y con muchos otros afines a ese sector que podrían quedar heridos luego del duro tamiz de las definiciones internas.

De cumplirse esta última posibilidad le sería más sencillo al “gran elector” para introducir finalmente como candidato a su vicegobernador a Pedro Pesatti, que en los últimos tiempos se ha mantenido en un llamativo silencio, desde el punto de vista interno, que según confían algunos allegados comenzó a producirse a partir de haber escuchado de la propia boca de Weretilneck la tranquilizadora frase “Si no voy yo, vas vos”.

29/07/2016

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