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Columnistas
26/07/2018

Una tormenta buscada por la política económica

Una tormenta buscada por la política económica | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.

El clima tormentoso es en sí mismo una forma de gobernabilidad para el capitalismo neoliberal, ya que en el pánico la sociedad se autodisciplina. Se genera un clima de crisis donde aumenta la incertidumbre respecto a la situación de cada uno, y proliferan las formas del individualismo.

Sacha Pujó *

Una vez más el presidente Mauricio Macri se desligó de los efectos que produce la política económica que aplica su gobierno. Si antes el ajuste era determinado porque “el mundo así lo decidió”, ahora afirmó en conferencia de prensa que “estamos atravesando una tormenta”. En conferencia de ministros del G20 siguió con alusiones a fenómenos naturales al afirmar que “hicimos frente a turbulencias”. En el mismo sentido, el Jefe de Gabinete Marcos Peña, advirtió que “los próximos meses van a ser un poco mas tormentosos”. De este modo, la comunicación oficial del gobierno niega una vez más su responsabilidad en la situación económica actual del país.

De la misma manera que en el intento de imponer un cambio cultural en el que cada individuo sea responsable de su propia situación económica social, el gobierno se desentiende de los efectos de su política económica en la sociedad al utilizar metáforas de fenómenos naturales. Si en un principio instalaron en conjunto con los medios concentrados de comunicación y el aparato de persecución judicial a opositores, la idea de que hay que hacer un esfuerzo en el presente para estar mejor en el futuro, producto del despilfarro de la “pesada herencia” del gobierno anterior, en la actualidad ya no pueden utilizar ese argumento. Con lo cual ahora habría que esperar que pase la tormenta para que llegue ese futuro de bienestar. La promesa de un bienestar y felicidad a futuro es una constante de la política comunicacional de Pro - Cambiemos.

La principal manera que tiene un orden social injusto y el poder de ocultar su origen es que se crea natural, para que de esa forma no emerja como el producto de relaciones sociales que son históricas y contingentes. Es decir, es una forma de dominación basada en la deshistorización. Esta forma de dominación también ejecuta una operación ideológica que fundamenta las decisiones como producto de la técnica, desaparece así cualquier interés que pueda estar detrás de una política económica.

Lo que se oculta además, es que con la mencionada tormenta hay grandes grupos económicos que forman parte del gobierno que obtienen enormes ganancias. Al mismo tiempo pequeñas empresas desaparecen, el salario baja con cada devaluación, aumenta la desocupación, se disciplina a la fuerza de trabajo, y el capital se concentra y centraliza.

El clima de tormenta es en sí mismo una forma de gobernabilidad para el capitalismo neoliberal, ya que en el pánico la sociedad se autodisciplina. Se genera un clima de crisis donde aumenta la incertidumbre respecto a la situación de cada uno, y proliferan las formas del individualismo. La apatía hacia la política como práctica social para transformar las condiciones de existencia, es un fenómeno que puede desarrollarse en paralelo a ello, lo que hace más difícil las perspectivas de cristalizar procesos de cambio social progresivos. 

Los proyectos políticos, los dirigentes que los representan que se oponen a ese orden son atacados, perseguidos y hasta llevados a la cárcel. Ese es el caso por ejemplo de lo que sucede con la actual senadora y ex presidenta Cristina Kirchner, el ex presidente Lula en Brasil y el presidente Correa en Ecuador. Se proyecta una identificación con la irracionalidad y la locura a las políticas públicas que intentan, al menos, distribuir el ingreso de una manera más equitativa. El capitalismo neoliberal pretende así sacar del juego de alternativas democráticas posibles al que se oponga para que las opciones políticas no tengan diferencias esenciales.

En este contexto se instaló como una necesidad casi natural la política de ajuste producto de que el principal problema que afectaría al país es el gasto público. Gran parte del arco político, con la excepción del kirchnerismo y la izquierda asumió esa agenda del gobierno lo que profundiza la recesión económica y la concentración del ingreso. Se paralizaron inversiones estatales en el desarrollo del país como los casos de las represas de Santa Cruz y Neuquén, las centrales nucleares Atucha III y IV, y se cancelan proyectos de inversión en la empresa modelo del estado en desarrollo tecnológico como es Invap. Así se pone riesgo el futuro del desarrollo y la soberanía del país. Estas decisiones son fundamentadas en que son gasto público. El FMI aparece como el árbitro externo, neutral, de carácter técnico que legitima esas decisiones del gobierno. 

Hay que destacar que esta coyuntura histórica no es propia de la Argentina. Según el geógrafo David Harvey se desarrolla un modo de  acumulación por desposesión, proceso que forma parte de la lógica actual del capital en su expansión geográfica. Forman parte de ese tipo de acumulación fenómenos como la mercantilización, la apropiación imperialista de recursos naturales, el fraude y la usura del sistema financiero internacional, la privatización de bienes públicos y la expulsión forzosa de poblaciones, facilitados por el rol del Estado en su carácter de detentador del monopolio de la violencia legítima.

En este marco, el legado de reformas estructurales regresivas que dejará como herencia el gobierno de Cambiemos obliga a que un próximo gobierno con interés nacional y popular encare con rapidez, firme voluntad política y consenso social las contrarreformas necesarias para emprender el camino del desarrollo con inclusión social. De lo contrario será un gobierno mermado en su soberanía. En efecto, la desregulación del comercio exterior, de la entrada y salida de capitales, y el colosal e histórico endeudamiento externo son una pesada mochila que habrá que revisar. Además deberá revertir la apatía y la miseria social legada por las políticas impuestas por el FMI.



(*) Magister en Políticas Públicas -FLACSO-
Lic. en Sociología -UBA-

29/07/2016

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