El 2018 se presentó venturoso para la producción no convencional en Neuquén. En materia gasífera, los números que exhibe YPF son alentadores. Según las estimaciones de la empresa, el yacimiento Loma Campana que explota la firma estatal en la formación Vaca Muerta produce 12 millones de metros cúbicos no convencionales de gas por día, algo así como el 10% del consumo nacional en el demandante invierno argentino.

Esa cantidad se suma al resto de lo que extraen otras empresas, sobre todo las grandes aliadas al gobierno nacional como Techint y Pampa Energía.

El gobernador Omar Gutiérrez dio a conocer algunos indicadores sobre el crecimiento de la producción de gas no convencional neuquino. Dijo que “en los últimos cinco años su producción avanzó de forma permanente con un 5,8% de alza acumulada en los cinco primeros meses de este año en comparación con 2017”.

Precisó que “la producción de gas de la cuenca neuquina es en un 60%, no convencional; mientras que el 30% de la producción de gas del país es no convencional y proviene de Neuquén; el 10% del petróleo del país es no convencional y también proviene del territorio neuquino; y el 50% de la producción total de petróleo de la cuenca neuquina es no convencional”.

Para los integrantes del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC), sin embargo, la tasa de producción gasífera neuquina es menor a la de 2015 en un 36%.  La entidad insiste en que si bien la producción de gas en Neuquén se recuperó este año a pesar de la flexibilización laboral para los trabajadores no convencionales, el incremento sostenido del precio del gas en boca de pozo (desde 2016) y a pesar del reaseguro exportador a las empresas, “los niveles de producción se ubican un 36% por debajo de los de 2015 en el mismo período”.

Techint; Compañía General de Combustibles (CGC), del grupo Eurnekian y Pampa Energía son las grandes beneficiadas por los incentivos a la producción de gas no convencional, que premia con mejores precios a los nuevos proyectos.

El cuello de botella es el mismo que para el caso del petróleo, citado en la I Nota sobre vaca Muerta publicada en la semana pasada.La Argentina tiene una demanda promedio diaria de 140 millones de metros cúbicos: pero se trata de 110 millones en verano y 180 millones en invierno, cuando se multiplica el consumo residencial. Cuando no alcanzan la producción propia, se recurre a los hidrocarburos líquidos y se importa gas: hoy se paga a Bolivia 5,6 dólares por millón de BTU y el fluido que llega en los barcos metaneros cuesta 8 dólares, con regasificación incluida.

Neuquén podría producir el faltante pero para eso se necesita una política nacional que lo acompañe. Se necesitan millonarias inversiones en infraestructura, tanto en nuevos gasoductos como en plantas que puedan industrializar el gas cuando la producción lo permita. Y se necesita, también, la intervención del Estado para que las empresas dejen de exportar en forma ilimitada.

Por lo pronto, la empresa Gas Natural Fenosa comenzó la obra de ampliación del Gasoducto del Pacífico, que une Neuquén con la región chilena del Bío Bío lo que le permitirá transportar los12,5 millones de metros cúbicos por día. El tramo central del gasoducto, en la zona próxima a Loma La Lata, desde hace un tiempo está operando al máximo.

Pero mientras las empresas se preparan para multiplicar su rentabilidad exportando gas, según la OETEC, “se demoran los gasoductos del NEA, el Gasoducto Regional Centro II, el Sistema Cordillerano/Patagónico, el Gasoducto Cordillerano y el Gasoducto de la Costa, con más de un año de atrasos en sus obras.

Por otra parte, existe incertidumbre con el Programa Integral de Gasoductos Troncales de Córdoba y con las obras necesarias para satisfacer la demanda insatisfecha de Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Luis, San Juan, La Rioja, Buenos Aires, etcétera.”

El ex ministro Juan José Aranguren ya había advertido en febrero que "el problema no es ni precios, ni producción. El problema es de demanda en la Argentina, especialmente la demanda diferencial que existe entre verano e invierno y para eso tenemos que trabajar juntos para poder generar mejores oportunidades de desarrollo de mercado para la Argentina". Su propuesta entonces fue asegurar a las empresas el decreto 962, que las autorizó a exportar sin límites.

La norma autoriza la exportación ilimitada de la producción, siempre y cuando el mercado interno estuviese abastecido. Pero como ese abastecimiento llega también vía importaciones, las empresas se asegurarán siempre importantes excedentes, ya que el precio de exportación es mayor al que se paga en el mercado interno.