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18/07/2016

Panorama legislativo

Los problemas de la “reforma política”

Los problemas de la “reforma política” | VA CON FIRMA. Un plus sobre la información.
Foto: David Pablo Sánchez

El gobierno provincial enfrentará un duro debate, incluso con sus aliados, en torno al proyecto de código electoral que presentó en la Legislatura y que en rigor constituye una nueva ley que deroga la anterior.

Carlos Marcel *

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El publicitado proyecto de reforma política que el gobernador Omar Gutiérrez envió a la Legislatura seguramente será, junto al que allana las condiciones que deben tener en cuenta los jueces para dictar la prisión preventiva, el más conversado en pasillos y salas de reuniones de toda la Cámara, durante el segundo semestre legislativo que comenzará el lunes 25 de julio.

En primer lugar, lo de “reforma” le queda un poco chico y lo de “política”, un poco grande. Se trata de un nuevo código electoral provincial que deroga la ley 165, vigente hasta la fecha. De allí a pretenderse como una reforma de las instituciones políticas hay un camino demasiado largo.

Antes de ser presentado en sociedad, el gobierno provincial impulsó una serie de encuentros a los que asistieron todos los partidos políticos de Neuquén, con o sin representación parlamentaria. En ellos se invitó a todos los actores a participar y a elevar propuestas de reforma, que se incorporarían al texto final para cumplir con una aspiración de “consenso” en la propuesta, y que permitirían allanar el debate en las comisiones y el recinto de la Legislatura.

Pero el “consenso” no se alcanzó. No aparecieron el balotaje, ni las PASO; ni los mecanismos de democracia semidirecta como la audiencia pública, la iniciativa popular y la revocatoria de mandato, todas ellas iniciativas cuentan con fuerte apoyo de casi todos los partidos políticos de la oposición, pero que son rechazadas históricamente por el Movimiento Popular Neuquino.

Así las cosas y en honor a la verdad, lo que hay en la Legislatura es un proyecto de ley de la primera minoría, al que con seguridad se le sumarán propuestas alternativas de la oposición. No parece que vaya a haber en los debates ni en las negociaciones paralelas algo que se parezca al consenso, al menos no en el comienzo de su trabado tránsito parlamentario.

Uno de los puntos de discordia será sin dudas, el balotaje. Con una biblioteca de cada lado, el debate girará en torno de la necesidad, o no, de una reforma constitucional para implementarlo. Esa es la posición del oficialismo, mientras que el resto de los partidos políticos prefiere guiarse por el trascendido que da cuenta de que un miembro del Tribunal Superior de Justicia -sería Oscar Massei-, sostiene que alcanza con una enmienda para introducir la segunda vuelta en la Constitución provincial.

El primero en hacer pública esta posición fue el intendente de la capital provincial, el referente de Cambiemos Horacio “Pechi” Quiroga. Amparado, sin nombrarlo, en los supuestos argumentos del funcionario judicial, dijo en declaraciones radiales que pedirá a sus diputados defender la propuesta en la Cámara.

Las declaraciones de “Pechi” deberían ser tomadas en cuenta dentro del oficialismo, ya que si logra convencer a todos los legisladores de Cambiemos, sumará 6 voluntades indispensables en el recinto y, sobretodo, en la comisión A, donde el MPN cuenta como propio el apoyo del legislador radical Alejandro Vidal.

Para colmo de males, el balotaje ideado por el sobrino de Bonaparte en Francia en 1852, cuenta con el respaldo del Frente para la Victoria, del Frente Renovador, de Libres del Sur y del bloque FPN-Une, que responde a Ramón Rioseco.

En tres provincias argentinas – Corrientes, Chaco y Tierra del Fuego – y en la ciudad de Buenos Aires, el ordenamiento legal vigente prevé un sistema electoral de doble vuelta. Chubut lo tuvo, pero fue reemplazado tras las elecciones de 1991. Desentrañar la jurisprudencia de cada caso convertirá a varios neuquinos en expertos en estas artes.

La segunda gran piedra en el zapato del oficialismo será su propio invento: Las colectoras. Ahora que no convienen, el MPN las quiere eliminar. Pero para hacerlo deberá contar con el apoyo parlamentario de… los diputados que llegaron a la Cámara por esta vía. Difícil, pero no imposible.

Se trata de los diputados Carlos Sánchez (UNA-UP), Francisco Rols (FRIN) y Sergio Gallia (Adelante Neuquén). Ninguno de los tres ha atendido las llamadas telefónicas realizadas por el subsecretario de Gobierno y Justicia, Juan Pablo Prezzoli, designado por el gobierno para “abrir” el diálogo con los mencionados protagonistas.

Se puede escuchar en sus oficinas que no van a charlar con “mensajeros” y que sólo lo harán “con el que corta el queso”. La referencia, vale expresarlo, es para el gobernador Omar Gutiérrez, aclaración que fue explicitada cuando el interlocutor preguntó si el fiambrero era el presidente de la Cámara. “El número uno es Omar, no te confundas”, fue la frase.

La posición de los aliados es muy importante porque, de no mediar acuerdo, podría dejar al MPN con sólo 4 firmas en la comisión, lejos de las 8 que necesita para emitir despacho.

Pero aún más. Si –por caso- la taba cayera dada vuelta y fuesen los diputados de la oposición los que logren mejores acuerdos con “los aliados”, conservando las listas colectoras a cambio de incorporar el balotaje, habrá caras dignas de estampar en varias fotos.

Claro que ello puede ser más difícil de lograr que la magia de un druida galo del año 100 a C.



(*) Conductor del programa “La Palangana” de FM Mix.
29/07/2016

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